A Moa (Monte Pindo)
SENDERISMO

MONTE PINDO – CASCADA de ÉZARO

 
Nos trasladamos a la localidad de O Pindo, en La Coruña, para realizar un ruta que nos llevará a lo más alto de su monte homónimo, también conocido como el Olimpo Celta, a unos 629 metros de altitud. Desde A Moa, que es la cota más alta del Monte Pindo se otean unan vistas fabulosas a la Ría de Corcubión, Cabo de Finisterre y a la preciosa Playa de Carnota.

Para hacer la ruta circular descenderemos por el sendero que nos dirige al Embalse de Santa Uxía para después enfilar la Ensenada de Ézaro, lugar en el que desemboca el Río Xallas en una impresionante cascada.

Buena parte de las estampas que nos ofrece esta jornada forman parte del Camino que sale desde Santiago de Compostela y llega a Fisterra. En el siguiente enlace podéis conocer este camino 👇

▶ CAMINO a FISTERRA

También el Faro de Fisterra es el punto final del Camino de los Faros, otra increíble travesía que os recomendamos en este enlace 👇

▶ CAMINO de los FAROS


 

👉DESCARGA EL TRACK DE LA RUTA

Playa de Carnota

¡Hola amig@s!
Nos encontramos en la Playa de Carnota, en La Coruña. En este precioso arenal de unos 7 kilómetros de largo y considerado uno de los mejores de Europa vamos a echar un vistazo al objetivo de nuestra próxima ruta: la subida a esta mole de roca granítica del Monte Pindo.

Playa de Carnota
Playa de Carnota

Pero para iniciar la jornada vamos a situarnos en la localidad que lleva su mismo nombre.

O Pindo

Nada más comenzar, pasamos por encima del Rego da Laxe que finaliza su curso en la Playa de San Pedro o de O Pindo.

Con nosotros llevamos a Traski, la mascota del Camiño de los Faros. No nos podemos olvidar de él ya que nos encontramos muy cerca del final de su recorrido, el Faro de Finisterre, que desde aquí vemos asomando por su cabo del mismo nombre.

Vistas a Finisterre desde la Playa de O Pindo
Vistas a Finisterre desde la Playa de O Pindo

Iglesia de San Clemente

O Pindo nos muestra también su parroquia, la de San Clemente, fundada en el año 1771.

Iglesia de San Clemente
Iglesia de San Clemente

Precisamente detrás de esta iglesia tendremos que localizar el inicio del sendero que nos ocupa y que nos recibe entre muretes de piedra y roca y espesa vegetación.

El camino irá remontando el barranco suroccidental del macizo por el que bajan las aguas de distintos manantiales naturales como las Fontes da Capilla, do Garocho y de Salgueiriño. Todas ellas se unen a otro caudal que desembocará en la Playa de San Pedro.

Robles y pinos dominan la población arbórea del lugar. Estos últimos se estiran todo lo que pueden para obtener la mayor cantidad de horas de luz solar posible.

Crecer entre paredes verticales es lo que tiene, aunque algunos por el esfuerzo terminan por rendirse entorpeciendo nuestro paso sin pretenderlo.

Troncos en el camino
Troncos en el camino
El Olimpo Celta

Prestad atención a los afloramientos rocosos del camino. La leyenda celta cuenta que las rocas que parecen siluetas humanas son druidas o héroes que se convirtieron en piedra para vivir eternamente. Por este motivo al Monte Pindo también se le conoce con el nombre de Olimpo Celta.

Manifestaciones rocosas
Manifestaciones rocosas

Y por supuesto, disfrutad de las vistas que se van abriendo conforme avanzáis, como esta, que da a la Ría de Corcubión y a los faros de Isla Lobeira Grande y de Finisterre.

Vistas a los Faros de Isla Lobeira Grande y de Finisterre
Vistas a los Faros de Isla Lobeira Grande y de Finisterre

Espectacular. Con unos 130 metros de altitud conseguidos obtenemos ya los primeros balcones panorámicos.

También por aquí somos testigos de algunas de las surgencias naturales de agua que antes comentábamos.

Cuidado con ciertas zonas de roca húmeda que os puedan hacer resbalar.

O Pedrullo

Por esta vertiente continuaremos ascendiendo unos 600 metros más con pendientes que pueden llegar al 23% de inclinación y que nos aproximan al afloramiento granítico de O Pedrullo.

Se dice que en este afloramiento todavía hay restos del Castillo de San Xurxo usado para la vigilancia y defensa de los piratas que amenazaban estas costas. El edificio fue destruido en el año 1467.

Vistas desde O Pedrullo
Vistas desde O Pedrullo

Desde luego el castillo debía tener unas vistas impresionantes desde mogote rocoso que todavía podemos admirar a nuestra espalda.

El camino va buscando ahora la vertiente sur del macizo abriendo vistas hacia la Playa de Carnota y a las elevaciones que la custodian. Por este tramo aterrazado hacia la costa se dejan ver pequeñas poblaciones como Panches, A Curra o Quilmas, esta última poseedora de varias playas muy próximas a su núcleo urbano.

Por la vertiente sur
Por la vertiente sur

El siguiente intervalo de sendero es un poco más exigente. Nuestros pasos se tienen que medir con ciertas zonas de roca y piedra por pasos estrechos y algo más verticales.

Aún así no entraña mucha dificultad, a pesar de afrontar inclinaciones de hasta el 30%, y el entorno es la mar de entretenido con esa interminable variedad de siluetas rocosas, los pequeños pasillos de vegetación o el continuo zigzagueo del trazado.

Además, siempre que paréis a tomaros un respiro podréis ser partícipes de otros puntos de vista a la hora de observar el horizonte.

Otros puntos de vista hacia Fisterra
Otros puntos de vista hacia Fisterra

Lo que encontramos de frente parece inexpugnable, pero el camino encuentra su vía para sortear las dificultades.

Superados los 450 metros de altura el sendero presenta un firme más cómodo encajonado por la roca recorriendo una pequeña depresión. Incluso la pendiente se suaviza permitiéndonos un breve descanso en la exigencia.

Magníficas vistas a la Playa de Carnota

Aprovechad también en esta zona para disfrutar de unas vistas espectaculares a la Playa de Carnota, su barrera dunar y las marismas conformadas por las desembocaduras de los Ríos Valdebois y Da Larada, entre otros aportes de menor caudal.

Magníficas vistas a la Playa de Carnota
Magníficas vistas a la Playa de Carnota

Maravillosos 7 kilómetros de arena en forma de media luna.

También desde aquí vemos la cima del Monte Pindo, frecuentada como no debe ser de otra manera por avezados y curiosos senderistas.

Xigante da Mina

Solo nos restan 100 metros de ganancia de altura que se verán aderezados con otros alicientes, como por ejemplo, la singular figura del Xigante da Mina, que con su planta firme parece estar custodiando la entrada al tramo final de la subida.

La senda progresa ahora hacia el noreste para acometer el ascenso a la cima por su flanco oriental. Por tanto las siguientes panorámicas a las que nos enfrentamos vuelven hacia la Ría de Corcubión y a los Montes de Buxantes.

Las vistas regresan a la Ría de Corcubión
Las vistas regresan a la Ría de Corcubión

Todavía quedan algunos tramos incómodos provocados por varios afloramientos rocosos muy próximos entre sí. Por tanto, tendremos que lidiar con vegetación y roca. A esta altitud, la Playa de San Pedro luce estupenda.

Vistas a la Playa de San Pedro
Vistas a la Playa de San Pedro

Avanzamos un poco más por la vertiente oriental de la cima hasta que el sendero empieza a virar hacia el suroeste para acometer los metros finales.

Últimos metros de ascensión
Últimos metros de ascensión

A Moa

Las vistas desde aquí ya despuntan, pero vamos a esperar para disfrutarlas mejor desde la coronación de esta cumbre del Monte Pindo, cuyo nombre es A Moa.

Pues nada amig@s, valorad por vosotros mismos si merece o no la pena el esfuerzo de subir a 629 metros para gozar de estas vistas.

Por el flanco norte Finisterre y su Faro, la Ría de Corcubión, los Montes de Buxantes y la Comarca de Dumbría, todos ellos lugares de paso del Camino a Fisterra. También se deja ver el Encoro de Santa Uxía, al que pronto nos dirigiremos.

Vistas a la Playa de Carnota
Vistas a la Playa de Carnota

El flanco sur lo domina la impresionante Playa de Carnota y los perfiles de As Forcadas y Outeiro do Milladoiro, entre otros, haciendo de franja limítrofe entre los Concellos de Muros y Carnota.

No menos interesante es la orografía que hay bajo nuestros pies, unos caprichos naturales en forma de recipientes esféricos, como si estuviéramos caminando en la superficie lunar. Curiosísimo.

Llega el momento de despedirse de este balcón al Atlántico. Nuestro viaje continúa con la intención de hacer esta ruta circular. Así que en principio tomamos la senda que se dirige hacia el este y que transcurre entre nuevas manifestaciones rocosas y una galería de árboles que parecen haber sufrido el castigo del fuego.

La orientación al este nos brinda horizontes que miran a los Montes de Ruña y a la Comarca da Barcala pero intentamos nos distraernos demasiado con ellos pues en el firme, aunque a priori de tránsito sencillo, se cruzan caudales de pequeños arroyos que enfangan la tierra.

También al sur, la playa de Carnota da sus últimos coletazos de visibilidad.

Entre la vegetación que jalona el recorrido encontramos helechos, escobas, cardos, brezos y el inconfundible toxo, que se deja sentir con sus púas en los tramos muy cerrados.

En la peña conocida con el nombre de Orelluda el recorrido virará hacia el norte, con los Montes de Buxantes y la cuenca del Río Xallas entrando en la escena del paisaje. La orientación cambia pero el terreno de bajada continúa con los mismos patrones, es decir, firme con presencia de piedra y roca y metros comunes con pequeños arroyos.

Rumbo norte
Rumbo norte

Una vez descendido hasta los 370 metros de altitud el dominio de la roca parece ir disminuyendo y poco a poco se van incorporando a la orografía bosquetes de pinares y otras especies arbustivas, como la zarzamora.

Embalse de Santa Uxía

Embalse de Santa Uxía
Embalse de Santa Uxía

Muy pronto nos recibe el Embalse de Santa Uxía, por su cola sur, de donde obtiene el aporte de las aguas del Río de Arcos. Por el norte se alimenta del caudal del Río Xallas, el más importante en cuanto a suministro de litros, de hecho este río también aporta agua los Embalses de Castrelo y da Fervenza, situados más al noreste.

Sobre estas líneas está la población de Arcos desde donde a buen seguro hay buenas vistas del paso de su río homónimo.

A continuación, el camino desemboca en la pequeña localidad de O Fieiro, lugar en el que nos incorporaremos a una carretera secundaria que se incluye dentro del itinerario Ruta do Miradoiro do Ézaro.

Presa del Embalse de Santa Uxía

A partir de aquí todo será seguir el asfalto, aunque hay paradas que lo hacen interesante.

Por ejemplo, lo primero con lo que nos topamos es con la Presa del Embalse de Santa Uxía, una infraestructura de 280 metros de largo por otros 87 metros de alto.

El embalse puede almacenar hasta 18 hectómetros cúbicos y descarga el agua hacia el curso del Río Xallas, ayudándolo a viajar hacia su desembocadura en la Ensenada de Ézaro.

Tras el embalse continuamos el camino por asfalto incorporándonos a la carretera DP-2308 dirección oeste. Esto supone un ascenso de kilómetro y medio con algunas rampas exigentes hasta el Mirador do Ézaro y dejando el Monte Pindo a nuestra izquierda.

Un perfil que no se resiste ni a senderistas ni a ciclistas.

Mirador do Ézaro

Solo unos cuantos metros más y llegaremos al mirador. Sin embargo, antes de acceder a este hito encontramos una suculenta mole rocosa en que las vistas pueden ser mejores incluso.

Vistas en las cercanías del mirador
Vistas en las cercanías del mirador

A nuestra izquierda la Presa que dejamos atrás y el zigzagueo del curso del Xallas hasta precipitarse por su famosa cascada, que pronto visitaremos. Para ver mejor su desembocadura sí bajaremos al mirador.

Sobre estas líneas, la Ensenada de Ézaro, su pueblo homónimo en el flanco norte y O Pindo, nuestro inicio y final de ruta en el flanco sur.

En este mirador también hay unas figuras de ciclistas conmemorando este hito como el final de la décimo segunda etapa de la Vuelta Ciclista España del año 2012. En aquella ocasión fue el corredor “Purito” Rodríguez el vencedor de la misma y tuvo que afrontar rampas de más del 20 % de inclinación.

Monumento conmemorativo a la Vuelta Ciclista a España
Monumento conmemorativo a la Vuelta Ciclista a España

Por fortuna nosotros hoy las bajamos. Así vamos, lanzados hasta nuestra siguiente parada, el Puerto Deportivo de Ézaro. Aquí buscaremos un rinconcito sombreado para realizar el almuerzo, que ya son horas.

Puerto Deportivo de Ézaro
Puerto Deportivo de Ézaro

Fervenza do Ézaro

Y justo después iremos en busca de la joya de la corona de este entorno, enfilando pasarelas de madera y dejando atrás la Central hidroeléctrica de Castrelo.

Se trata de la Fervenza do Ézaro, cuyo murmullo se deja sentir antes de hacerse visible dando visos de su enormidad. Espectacular.

Llegaremos al final del recorrido para disfrutarla mejor.

La Fervenza de Ézaro es una de las cascadas de agua más famosas de toda Galicia y tiene la particularidad de ser el único río de toda Europa que desemboca al mar en forma de saltos de agua. Su espectacular caída ronda los 40 metros de altitud y aunque ahora vemos que lleva agua suele ser en invierno cuando manifiesta mayor abundancia.

Al ser época estival no son pocos los que aprovechan la oportunidad para darse un buen chapuzón y acercarse todavía más a esta maravilla de la naturaleza.

Nosotros nos conformaremos con tomar unas buenas instantáneas del paraje.

Dejando atrás la Fervenza de Ézaro
Dejando atrás la Fervenza de Ézaro

Reanudamos la marcha regresando al Puerto Deportivo, donde aprovechamos una fuente para combatir el calor de la sobremesa. Dejando atrás el Puerto Deportivo también se obtienen bonitas perspectivas de la Fervenza enclavada en la escarpada orografía.

Vistas a la Fervenza de Ézaro desde el Puerto Deportivo
Vistas a la Fervenza de Ézaro desde el Puerto Deportivo

Ahora continuamos siguiendo el dibujo que describe el Río Xallas hacia su desembocadura. De un lado divisamos su estuario y del otro la Playa de Ézaro con suculentos arenales en los que pasar apacibles jornadas. Dicen que desde aquí se disfrutan bonitos atardeceres mirando al Cabo Fisterra.

 

Playa de Ézaro
Playa de Ézaro

Tras cruzar el Xallas por un puente llegaremos rápidamente a O Pindo por la carretera AC-550 para dar por concluida esta ruta. Y para celebrarlo, quizá regresemos a la playa de Carnota para darnos un buen baño.

Un merecido baño en la Playa de Carnota
Un merecido baño en la Playa de Carnota

¡Hasta la próxima!

 

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