
1 · PONTEVEDRA – A ARMENTEIRA
1 Pontevedra – A Armenteira (23 kms)
Comenzamos la Variante Espiritual del Camino Portugués Central desde la Iglesia de la Virgen Peregrina, en Pontevedra. A continuación, atravesamos el casco histórico de la ciudad para luego cruzar el Ponte do Burgo y salir finalmente de la urbe por sus barrios septentrionales.
En el lugar de Pontecabras cruzamos el Río da Gándara para iniciar la Variante Espiritual que atraviesa, en los primeros compases, una serie de entidades de población acotadas por el entramado de infraestructuras de carreteras de la periferia de Pontevedra.
Los lugares O Freixo, Cabaleiro y A Bouza, entro otros, nos conducirán a O Convento donde disfrutaremos de los exteriores del conjunto monumental del Monasterio de San Xoán de Poio. En 2021, en el Camino Portugués – Padre Sarmiento visitamos su interior.
Os dejamos el enlace al momento exacto de esta visita ✅ http://MONASTERIO de SAN XOÁN de POIO
Después alcanzaremos la Ría de Pontevedra para bordearla hasta llegar a la pintoresca localidad de Combarro, famosa por sus hórreos y cruceiros pegados a la orilla. Posteriormente realizamos el tramo más exigente de la jornada ascendiendo entre aldeas rurales y pistas forestales hasta los singulares Petroglifos de Outeiro do Cribo.
Los 2,5 kms restantes descenderán hasta alcanzar el valle del Rego da Armenteira y su lugar homónimo, donde descansaremos en el Monasterio de Santa María.
Pontevedra
Hola amig@s!
Bienvenid@s a esta primera etapa de la Variante Espiritual que iniciamos en Pontevedra, Galicia, en su Plaza Peregrina, donde se ubica su templo más popular: El Santuario de la Virgen Peregrina.
Santuario de la Virgen Peregrina
Antaño este lugar era muy visitado por los peregrinos venidos de Baiona con el fin de venerar a la Patrona de Pontevedra para poder concluir su camino hasta Santiago.
Hoy día este edificio tampoco pasa desapercibido para aquellos que recorren el Camino Portugués, pues la verticalidad de su fachada presidida por las imágenes de La Virgen Peregrina y de Santiago Peregrino, por un lado, y las formas redondeadas de su planta que intenta asemejar la figura de una vieira, por el otro, son claras referencias Xacobeas con las que se identifican los peregrinos.
Toda esta simbología también se aprecia en la vidriera que hace de tímpano de la entrada, en los asientos del interior, en los candelabros que acompañan a los episodios del viacrucis colgados en los muros o el bordón que sostiene con la mano derecha la Virgen que preside el Retablo Mayor, construido en 1789.
La tradición de pedir protección a la Virgen como ayuda en la peregrinación a Santiago todavía pervive.
Por su parte, este templo fue construido en el siglo XVIII con estilos de barroco final y neoclásico y para nosotros supone el lugar perfecto para dar el pistoletazo de salida a esta apasionante aventura.
Convento de San Francisco
Una de las primeras señales Xacobeas nos lleva a las proximidades del Convento de San Francisco, situado tras el Xardín de Casto San Pedro.
Este edificio de factura gótica se construyó en el siglo XIV y fue fundado por Francisco de Asís cuando realizaba su peregrinación a Santiago por la ruta Portuguesa.
Casco histórico de Pontevedra
El casco histórico de Pontevedra es uno de los más bonitos y mejor conservados de toda Galicia.
Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1951 y es una gozada recorrerlo ya que prácticamente es todo peatonal y dispone de históricos edificios porticados, plazas con encantadoras fuentes y una atmósfera comercial que a estas horas de la mañana todavía no puede exhibir su mejor cara.
Ponte do Burgo
Con todo, el camino nos saca a la ribera del Río Lérez por el yacimiento arqueológico del Ponte do Burgo, donde se han encontrado miliarios romanos, restos de un puerto o tramos de la muralla del siglo XVI que protegía la ciudad de Pontevedra.
El Ponte de Burgo es peatonal desde el año 2020, porque en 2018 todavía tenía las reformas realizadas en el siglo XX. En cualquier caso ya nada queda de aquella construcción de orígenes romanos que salvaba el río Lérez para continuar la Calzada vía XIX.
Desde esta infraestructura podemos divisar otros puentes que son el reflejo del crecimiento, desarrollo y modernidad de la urbe en los últimos tiempos.
Cruzamos el puente para continuar nuestro camino al norte.
Saliendo de Pontevedra por la calle Sánchez Freire
Por la calle Sánchez Freire comenzaremos a recibir algunos alicientes peregrinos, como cruceiros, fuentes, o los mojones xacobeos, este de aquí acompañado por otro que confirma el antiguo trayecto de la vía romana que antes comentamos.
Al encontrarnos en Galicia, a los atractivos ya mencionados hay que sumarles esas estampas de huertas y hórreos que se diseminan cuando los entornos se vuelven más rurales.
De la calle Sánchez Freire nos incorporaremos a la Rúa da Gándara, una pista que navega paralela a las fértiles vegas y marismas de un río que lleva su mismo nombre. Por la zona encontraréis un área de descanso presidida por impresionantes sauces en la que podéis recargar agua, en caso necesario.
Inicio oficial de la Variante Espiritual
Seguidamente, no tardaremos mucho en alcanzar el desvío en el que se inicia oficialmente la Variante Espiritual y se separa del itinerario portugués central. Ahora, las balizas indicativas se adaptan a este nuevo recorrido.
Los primeros metros espirituales nos llevan a cruzar el Río da Gándara, introducirnos en el lugar de O Freixo para luego volar sobre la autopista AP-9 sobre un viaducto.
Luego el perfil comienza a dar sus primeras muestras de dureza. Nosotros, al igual que estos chicos, también sufrimos estas rampas en bicicleta en el Camino que hicimos en el 2021.
O Freixo
Capilla de San Paio de O Freixo
Unos cientos de metros más tarde encontramos la Capilla de San Paio de O Freixo en cuya cabecera se ha labrado una hornacina ocupada por la talla de un Sagrado Corazón.
Este elemento junto con la espadaña son los únicos motivos ornamentales del exterior de este sencillo templo barroco levantado con sillares irregulares y mampostería.
Contiguo a la capilla se emplaza el puente sobre la carretera PO-531 por donde escudriñamos cuánto de lejos queda ya la ciudad de Pontevedra.
Cruceiro de O Freixo
Al otro lado del puente vemos el Cruceiro de O Freixo, que se corona con un capitel con volutas que soporta las imágenes de la Virgen Inmaculada y un Cristo Crucificado.
Parada de Arriba y Parada de Abaixo
Después pasamos con precaución la vía PO-310 para incorporarnos por una calle que atraviesa los lugares de Parada de Arriba y Parada de Abaixo. Saldremos del último de ellos por un túnel que salva la carretera VG-4.8.
La telaraña de infraestructuras de carreteras nos va a dar un pequeño descanso en el siguiente tramo que discurre en principio entre pequeñas extensiones de parrales, para luego internarse en el monte mediante una fuerte subida.
Una familia de hongos nos confirma la humedad reinante en la zona.
A continuación, jóvenes castaños reclaman su espacio en una parcela previa a la última parte de este ascenso.
Cabaleiro
Estos metros de senderos algo más frondosos van a desembocar al lugar de Cabaleiro donde se alza la Iglesia de San Pedro.
Iglesia de San Pedro
Aunque su factura original era románica, la portada es de estilo neoclásico y como motivo de su hornacina encontramos a un San Pedro rezando con sus inseparables llaves colgando del brazo izquierdo.
El resto del edificio es una reconstrucción barroca del siglo XVIII. En lateral septentrional de su torre, bajo la hornacina ocupada por María Auxiliadora parece leerse el año 1723.
También en este lateral del complejo se aprecia un singular púlpito exterior y una vieja pila bautismal.
Cruceiro de Cabaleiro
Reanudamos la marcha dirigiéndonos ahora al suroeste por las calles de Cabaleiro donde topamos con su característico cruceiro creado en 1744. En su imaginería de la cruz podemos percibir por un lado a San Francisco recogiendo la sangre del costado de Cristo y por el otro lado, una talla de Santa Ana con la Virgen.
Por contra, en el fuste, parece adivinarse una imagen de Santiago Peregrino.
Casal do Mendo y Fragamoreira
Avanzando un poco más llegamos a Casal do Mendo donde otro cruceiro nos marca la siguiente encrucijada en la que debemos estar atentos a las señales, pues nos dirigen a un camino de tierra entre parcelas.
Luego de conectar con una vía asfaltada las señales nos introducen rápidamente por una pista forestal de eucaliptos. Este paréntesis natural nos conducirá a las casas del lugar de Fragamoreira cuyas calles no tardarán en plantearnos otra intersección de caminos con un nuevo cruceiro.
Las señales toman ahora una pista de zahorra que evitará que circulemos por la carretera VG-4.8, vía que luego cruzaremos por un paso superior.
A Bouza
Justo después, en las inmediaciones del lugar de A Bouza empezamos a divisar las primeras imágenes de la Ría de Pontevedra, con la localidad de Marín en la orilla enfrentada al cobijo de los montes del Parque Natural de Cotorredondo.
A continuación, progresamos por el denominado Camino Bouza en un agradable valle por el que discurre el Rego de Vilariño. Cruzaremos este curso de agua una vez que el firme alcance el asfalto, incorporándonos a la carretera que será la que nos lleve al lugar de O Convento.
O Convento
Este sitio alberga un valioso patrimonio de especial interés.
Conjunto Monumental del Monasterio de San Xoán de Poio
Hórreo de Poio
Comenzamos con el Hórreo de Poio, situado a la espalda del Conjunto Monumental del Monasterio de San Xoán de Poio.

Este hórreo es el que más superficie tiene de toda Galicia, más de 120 m2, aunque no el más largo, y se sostiene con 3 pares de pies. Este mide poco más de 33 metros frente al de Carnota, que mide casi 35.
Las grandes dimensiones de este elemento eran un reflejo del poder económico del monasterio, una entidad religiosa que ahora rodeamos para acercarnos a su iglesia.
Monasterio de San Xoán de Poio
El templo de este antiguo Convento Benedictino fue construido entre los siglos XVI y XVIII en estilo barroco aunque combina otros elementos de la disciplina renacentista.
Entre las líneas clásicas de su fachada exterior encontramos varias tallas, como la de San Juan Bautista como motivo central, la de Santiago Peregrino dando fe de lugar de paso de peregrinación y la de San Andrés.
Sobre la ventana del piso central se coloca el Escudo de España con el Toisón de Oro.
Se dice que el origen de la fundación de este cenobio corrió a cargo de San Fructuoso en el siglo VII, aunque realmente la primera vez que aparece en documentos fue en el siglo X.
Si tenéis oportunidad, visitad el interior del monasterio para descubrir sus fantásticos claustros, uno de ellos con un espectacular mosaico dedicado al Camino de Santiago Francés. Nosotros pudimos disfrutarlo en el Camino Portugués – Padre Sarmiento un recorrido que os encantará.
Finalmente, frente a la iglesia se encuentra la Casa Consistorial del Concello de Poio, lugar en el que se centraliza la administración municipal.
Tras esta parada artística reanudamos la marcha descendiendo por las calles de O Convento para ir alcanzando poco a poco la orilla norte de la Ría de Pontevedra.
A Seara
Cruzamos la carretera PO-308 para introducirnos después en las arterias del lugar de A Seara.
Por aquí se puede llegar a un sendero que discurre entre molinos harineros pero no es nuestro cometido en esta ocasión ya que las señales nos dirigen hacia unas instalaciones deportivas que se encuentran junto a la desembocadura del Rego do Mouro.
Ría de Pontevedra
Cruzando al otro margen de este río ya podemos obtener unas vistas magníficas a la Ría de Pontevedra, con la singular Isla de Tambo situada en la parte central.
Dando un rápido vistazo es fácil adivinar el gran valor medioambiental de este entorno donde numerosas especies de avifauna encuentran aquí cobijo y alimento.
Transitar las zonas verdes del Parque da Seca que asoman a la ría bordeando el litoral es un deleite continuo de bellas estampas que nos van acercando cada vez más a otra entidad de población de renombre: Combarro.
Casalvito
Desafortunadamente, el Parque da Seca llega a su fin y es la carretera C-550 la que hace ahora de borde costero. Para evitar esta vía las señales nos hacen callejear por el lugar de Casalvito donde un cruceiro certifica que vamos por buen camino.
Combarro
Praia do Padrón
Después, tendremos que volver a rebasar la C-550 para llegar a Combarro por su Rúa Padrón, calle que desemboca en una playa con el mismo nombre.
Este arenal es un buen lugar para ir oteando la arquitectura popular marinera de esta pintoresca urbe que mira a la ría.
Cruceiro de los Rial Díaz
El extremo occidental de la Praia do Padrón termina en este moderno crucero donado por la familia Rial Díaz en el año 1997. Pese a su reciente construcción, la obra intenta emular la imaginería y el estilo de otros cruceiros más antiguos.
Cruceiros de Rualeira y A Rúa
En este sentido, Combarro dispone de otros cruceiros de interés, como el de Rualeira cuyo fuste asemeja al tronco de un árbol. La Virgen del Socorro y el Cristo Crucificado remanta este elemento religioso.
Estas mismas imágenes se representan en otro de los cruceiros a destacar, el de A Rúa. En el capitel y en el fuste aparece labrada la imagen de San Francisco. Junto a la obra tenemos la señalética del Camino del Padre Sarmiento.
Por su parte, pronto os daréis cuenta que Combarro, además de cruceros posee multitud de hórreos que resaltan a simple vista por su peculiar estructura de almacenaje elevada con pilares, algunos de ellos con molduras circulares para evitar el acceso a roedores.

Puede que la urbe disponga de la mayor concentración de estos elementos teniendo en cuenta su pequeño tamaño. Por algo lo llaman el pueblo de los hórreos.
Actualmente, la mayor fuente de ingresos de Combarro proviene del turismo, y eso se nota en lo concurrida que suelen estar estas calles hechas a base de piedra, al igual que sus viviendas algunas de ellas con balcones de madera y engalanadas con multitud de plantas y flores.
Salida de Combarro en fuerte pendiente
La Variante Espiritual continúa contraria al Camino el Padre Sarmiento, hacia el noroeste, tomando calles empinadas con vecinos un tanto protestones y con soluciones de piedra para los cruceiros que salvan el desnivel (Cruceiro do Pé da Porta).
Cidrás y Xuviño
Las rampas de hasta el 11% de pendiente media nos harán elevarnos rápidamente decenas de metros sobre el nivel del mar, o en este caso, sobre la ría.
Del ambiente turístico marinero de Combarro pasamos a otro más rural en los lugares de Cidrás y Xuviño, donde florecen las infraestructuras de huertas de frutales, hortalizas y cereales.
Cruceiro de Xuviño
En Xuviño un sobrio cruceiro nos invita a seguir ascendiendo por su calle. Aquí, la digestión del reciente almuerzo se resiente, así que pensad bien qué os lleváis a la boca antes de encarar este tramo.
Por suerte, los balcones naturales sirven para tomar aire y obtener la recompensa de monitos escenarios, este de aquí mostrando el Puerto Marítimo de Combarro y algunas bateas de la ría.
Salimos de Xuviño por el Camiño de Regueiro para luego incorporarnos al de Armada donde seguimos acordándonos del almuerzo.
Cruceiro da Armada
Al poco cruzamos el Rego do Esperón, un curso de agua que toma el nombre del siguiente lugar al que nos acercamos y que nos recibe con el Cruceiro da Armada. Este hito arquitectónico sigue cumpliendo bien su misión de advertir al peregrino sobre un cambio de rumbo.
Las estampas del núcleo de casas de Esperón al cobijo de los perfiles de Monte Redondo amortiguan el esfuerzo por estas rampas que parecen endurecerse por momentos.
Miradoiro do Loureiro
A continuación, el camino virará unos cientos de metros hacia el sur por esta pista asfaltada jalonada de eucaliptos y robles. Su destino también tiene premio, el Miradoiro do Loureiro, que se erige a unos 270 metros de altitud asomando a la Ría de Pontevedra.
Gracias a un cortafuegos entre los eucaliptos podemos ver la lengua de tierra en la que se aprecia la localidad de Campelo y el Monte de Lourido. Detrás, la ciudad de Pontevedra.
Reanudamos la marcha virando hacia el noroeste por una vía de asfalto que rápidamente abandonamos para introducirnos en un camino de tierra. La Variante Espiritual sigue su curso, al igual que las aguas que descienden por la orografía abriéndose paso como pueden.
Este camino nos asomará de nuevo a la Ría, a otro mirador situado a unos 340 metros de altura. La atmósfera velada por las condiciones climatológicas da un aspecto fantasmagórico a la zona de la Península do Morrazo.
Transitando entre los perfiles de Monte Redondo y el Outeiro de Gomariza
El trazado se orienta ahora al norte, en continuo ascenso por una cómoda pista forestal entre helechos, pinos, robles y eucaliptos, circulando entre los perfiles de Monte Redondo y el Outeiro da Gomariza.
La cima de esta incesante subida que venimos realizando desde Combarro llega una vez que alcanzamos la carretera CF-102. La seguimos varios metros hacia el este para luego tomar otro camino de tierra al norte.
Petroglifos de Outeiro do Cribo
Una señal, nos indica la presencia de petroglifos en la zona. Si queréis verlos tendréis que realizar otro pequeño ascenso y descifrarlos en esta piedra granítica de 5 metros de largo por 2,5 de ancho.
Entre las manifestaciones de arte rupestre de unos 4000 años de antigüedad podréis encontrar un laberinto y figuras de cuadrúpedos que pueden representar ciervos y caballos.
Descenso hasta A Armenteira
Reanudamos la marcha para realizar los últimos 2,5 kms de etapa, ahora en sentido descendente por los campos del Outeiro de Valdedeus.
Por aquí iremos sintiendo la presencia de algunas surgencias acuíferas que formarán parte de la cuenca hidrográfica que nutre al Rego da Armenteira, río que tendrá gran protagonismo en la primera parte de la etapa de mañana.
La exuberancia de la vegetación, junto al vibrante colorido otoñal y el verdor musgoso que aporta la humedad, hacen que cada paso sea un verdadero placer.
Y así, casi sin darnos cuenta comenzamos a ver las casas de Vilar, lugar muy próximo a nuestro objetivo de hoy, el Monasterio de Santa María de Armenteira.
El último tramo del descenso dispone de algunas zonas más incómodas debido a que hay que salvar las pendientes por un escalonado de roca y piedra suelta. Después tomaremos una senda escarpada que navega junto a un arroyo que salvaremos más tarde por un puente de madera con malla metálica en el suelo que evita los resbalones.
A Armenteira
Finalmente solo tendremos que dejarnos caer por la pendiente acompañando al arroyo hasta llegar a A Armenteira.
Monasterio de Santa María de Armenteira
Una vez aquí doblamos a la izquierda para entrar en el complejo del Monasterio que nos recibe con una portada barroca que dispone de un templete en la parte superior con un relieve del fundador: San Ero.
Este noble personaje fue hombre de confianza del Rey Alfonso VII y se dice que una noche tuvo un sueño en el que la Virgen María le solicitaba a él y a su mujer la fundación de un monasterio. A falta de poseer descendientes naturales, podría tener descendientes espirituales.
De esta forma creo el Monasterio del que no tardaría en convertirse en Abad.
Las obras de la iglesia se comenzaron en el año 1167 en estilo románico pero al seguir los cánones de la Orden del Císter se evitaron todas las decoraciones figurativas. De esta forma alcanzaron la austeridad ornamental, incluso la fachada carecía de torres.
Este último elemento sí contiene algunos detalles decorativos en las arquivoltas de medio punto, como el ajedrezado o el angrelado de la última de ellas, es decir, esa alternancia de arcos lobulados que dan aspecto de sierra. Los capiteles de las columnas también están tallados con motivos vegetales que terminan en volutas con esferas.
Esferas también forma parte del calado decorativo del rosetón donde se suman además otros motivos a modo de flores.
Por su parte, en la calle norte de la fachada también podemos encontrar un elemento decorativo en forma de cruz potenzada en el tímpano de su entrada. La calle sur, en cambio, se ocultó al adosarse en el siglo XVIII los muros del actual monasterio.
Al mismo siglo también pertenece la torre campanario de estilo barroco.
El monasterio se encuentra habitado por monjas cistercienses desde 1989 y es una buena opción dormir en las habitaciones habilitadas para huéspedes. Además, tienes el privilegio de recibir la bendición peregrina por parte de las monjas.
Claustro
Nosotros lo disfrutamos, aunque antes de hacerlo quisimos visitar el claustro.
Este espacio fue creado sobre otro más antiguo entre los siglos XVI y XVIII. El piso inferior es renacentista, de planta cuadrada y se compone de galerías con bóvedas de crucería de medio punto.
A destacar las claves de las intersecciones, que presentan motivos dispares unas de otras.
El piso superior, en cambio, es de estilo neoclásico y más sobrio en composición arquitectónica.
Y poco más amig@s, todavía nos quedan fuerzas para tomar algunas instantáneas nocturnas. Merece la pena admirar Armenteira a la luz de la luna, disfrazada de enigmas, sus piedras hablan en la memoria del tiempo y el silencio se convierte en su guardián.
Hasta la próxima!

