El Castillo
CAMINO DEL NORTE DESDE VILLAVICIOSA

3 · AVILÉS – MUROS de NALÓN

Recorremos el casco histórico de Avilés visitando parte de su rica arquitectura monumental.

Mientras salimos de la ciudad en ascenso divisamos el valle del Río Raíces al tiempo que nos dirigimos a la bonita Playa de Salinas, otro paraíso surfista que alberga además un pintoresco Museo de Anclas que por falta de tiempo no pudimos visitar.

Un nuevo ascenso nos lleva a abandonar esta urbe hasta la Iglesia de San Martín de Laspra, cuyos orígenes son uy antiguos.
 

 
A continuación, el camino discurre por un área de campiña entre pequeños núcleos de casas por el monte que se eleva entre los valles del Río La Ferrería y el Arroyo FerrotaLuego desciende a Ventaniella, en Santiago del Monte.

El siguiente tramo nos lleva a encarar el ascenso al Monte la Granda, donde el agua se ha apropiado de las antiguas excavaciones de una cantera de arena para formar una serie de lagunas.

En el descenso apreciamos la Ría San Esteban de Pravia, formada por el Río Nalón. Este río lo veremos mejor desde la villa de El Castillo, con panorámicas a su torre y fuerte defensivo y al Puente de la Portilla.

Este último lo tendremos que cruzar para llegar al objetivo final del día: Muros de Nalón.


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Avilés

Hola amig@s!
Comenzamos esta tercera etapa desde el casco histórico de Avilés.

Transitando la Calle Rivero

La señales xacobeas nos dirigen de inicio por la Calle Rivero, donde llama la atención por un lado, la Fuente de los Caños de Rivero una obra hecha en 1815 con un pilón circular del que salen 4 canalizaciones.

Capilla de San Pedro y Fuente de los Caños de Rivero
Capilla de San Pedro y Fuente de los Caños de Rivero

Por otro lado, contigua a la fuente se alza la Capilla de San Pedro, un pequeño templo del siglo XVII hecho a base de mampostería en el que se veneran las imágenes de San Pedro y del Cristo atado a la columna.

 

Continuamos por la Calle Rivero, antigua arteria de la ciudad de la que ya se tiene conocimiento desde el año 1485 gracias a unos documentos municipales. En estos tramos porticados por los que ahora correteamos antaño ejercían su oficio los artesanos de la urbe.


Ayuntamiento de Avilés

La calle además, pertenecía al Camino Real de Oviedo. Hoy también sirve a miles de peregrinos para llegar a la Plaza de España, donde se ubica el Ayuntamiento de Avilés.

Ayuntamiento de Avilés
Ayuntamiento de Avilés

Este edificio se construyó en el siglo XVII por el arquitecto Juan de Estrada, aunque la torre del reloj se le añadió en el siglo XIX.

Se dice que este complejo fue el primer edificio noble construido fuera de la ciudad que se amuralló entre los siglos IX y XI. Esto significó una nueva expansión urbanística de la ciudad y la creación de nuevas arterias como la Calle Rivero.

Palacio de Ferrera

En este sentido también se crearon otros espacios nobiliarios, como el Palacio de Ferrera hoy convertido en un hotel. Se construyó a mediados del siglo XVII en estilo barroco y se encuentra enfrentado al Ayuntamiento, al igual que varias cafeterías que aprovechamos para darnos el desayuno de rigor.

Iglesia de San Antonio de Padua

Reanudamos la marcha incorporándonos a la Calle La Ferrería donde nos tardaremos mucho con toparnos con el siguiente hito de interés: la Iglesia de San Antonio de Padua.

Iglesia de San Antonio de Padua
Iglesia de San Antonio de Padua

En sus orígenes fue un templo románico del siglo XII, el estilo de su puerta principal de arco de medio punto así lo delata. Las que la escoltan en los laterales son ojivales, de estilo gótico, probablemente del siglo XIII.

Los capiteles de las columnas de la puerta románica exhiben motivos vegetales y animales, además de una escena de Adán y Eva junto al árbol prohibido. Sobre el arco sobresale el tejaroz, un pequeño tejado sobre una cornisa que sustentan canecillos de volutas y animales.

En el flanco norte hay una capilla funeraria anexa perteneciente a la familia nobiliaria de Los Alas. Se construyó en el siglo XIV en estilo gótico.

Este templo, uno de los más antiguos conservados en Avilés, fue durante un tiempo hogar de la orden de Padres Franciscanos.

Continuamos descendiendo por la Calle Ferrería hasta dar con el Parque del Muelle, un espacio natural con bonitas esculturas mitológicas, como esta, en la conocida Fuente de Verano.

Iglesia de Santo Tomás de Canterbury

Seguidamente viramos por la calle Pedro Menéndez para llegar a la Plaza de la Merced, donde nos sorprende la Iglesia neogótica de Santo Tomás de Canterbury. Destacan en su conjunto, sobre todo, las torres de aguja de 47 metros de altura.

Iglesia de Santo Tomás de Canterbury
Iglesia de Santo Tomás de Canterbury

Este edificio inaugurado en el año 1903 posee un interior de 3 naves siguiendo una estética de arquitectura medieval. La nave central es la más alta de todas.

Esta iglesia se creó ante la necesidad de acoger a todos los devotos religiosos tras el incremento demográfico. El antiguo templo de Sabugo, que es el que visitamos a continuación, se había quedado pequeño para la multitud de feligreses de esta villa marinera.

Iglesia Vieja de Sabugo

Esta iglesia también es de factura románica, probablemente de principios del siglo XIII pues el gótico de la portada principal empezaba a hacer acto de presencia. Los capiteles que soportan las cuatro arquivoltas representan diferentes motivos decorativos.

Iglesia Vieja de Sabugo
Iglesia Vieja de Sabugo

Sobre la arcada también sobresale un tejaroz con canecillos y molduras ornamentados con variada simbología.

Un tejaroz también posee la portada meridional, esta de estilo románico con una de las arquivoltas ajedrezada. Finalmente, la única nave del edificio se remata con un ábside semicircular cuya cornisa está sustentada por diversos canecillos.

Salida de Avilés en ascenso

La salida de Avilés en sentido ascendente por su vertiente septentrional pronto nos va dejando vistas de los alrededores, como las que dan al oeste al valle del Río Raíces. Metros más tarde al este, tras el barrio de Valdredo, las vistas dan a la Ría de Avilés y los muelles de su puerto.

Vistas al Valle del Río Raíces
Vistas al Valle del Río Raíces

En poco distancia, dejamos atrás la jungla urbana para colocarnos en un ambiente algo más rural, a base de parcelas residenciales con pequeños huertos, pastizales o incluso animales domésticos.

Viviendas de Valdredo
Viviendas de Valdredo

En este trazado de asfalto, sin arcén pero con escaso tráfico nos desviamos por el barrio de Bastian. No habrá tiempo para visitar el Museo de Anclas, pero os mostraremos dónde se ubica.

De momento, tenemos que llegar a la costa cuyo dibujo geográfico ya empezamos a vislumbrar. Desde aquí se divisan las Puntas de La Foracada y la del Gallo, por cuyo espacio divisorio desemboca la Ría de Avilés.

Vistas a Salinas y Puntas de La Foracada y del Gallo
Vistas a Salinas y Puntas de La Foracada y del Gallo

Y al poco, las viviendas y los inapropiados edificios de Salinas. No sé a vosotros pero desde aquí nos parece estar disfrutando de unas vistas al mar desde los barrotes de una cárcel.

A continuación, descendemos por el lugar de La Cuesta para introducirnos en un corto intervalo de monte de eucaliptos.


Salinas

Por aquí terminaremos la bajada que nos deja en las inmediaciones del pueblo costero de Salinas. El Río Raíces que antes mencionamos recorre sus últimos metros por estas latitudes antes de descansar en la Ría de Avilés.

Observamos que discurre por un agradable entorno natural con diferentes especies de avifauna, como las ánades y de vegetación propia de ribera, como los alisos, sauces y chopos.

Tras este sosegado espacio terminamos de circular por la Avenida Raíces hasta dar con la bonita Playa de Salinas.


Playa de Salinas

Este arenal es otro paraíso para aprender a surfear, aunque a estas horas también hay quien lo usa para ejercitar otras disciplinas, como el yoga, en las que sincronizar cuerpo y mente acompañados del murmullo del oleaje.

Esta playa de más de 2,5 kilómetros de longitud finaliza en su extremo occidental en saliente de La Peñona, donde se encuentra el famoso Museo del Ancla de Philippe Cousteau.

Playa de Salinas hacia La Peñona
Playa de Salinas hacia La Peñona

Por su parte, en su extremo oriental se interpone el dique de la Punta del Gallo.

Más allá, el saliente de Punta de La Foracada donde se divisa el Faro de Avilés, edificio construido en 1863.

Playa de Salinas hacia la Punta de La Foracada
Playa de Salinas hacia la Punta de La Foracada

Con la pena de no disponer de tiempo para ver el Museo de Anclas nos disponemos a abandonar Salinas.

San Martín de Laspra

Callejeamos por la urbe dejándonos sorprender por la coqueta arquitectura de algunos caserones hasta que empezamos a ascender por la Avenida San Martín.

Rampas de hasta el 18% de inclinación nos conducen por los lugares de Alveré y El Cuetu hasta llegar a San Martín de Laspra, donde hacemos cima de este corto repecho.

Hasta hace varios años este lugar contiguo a la Iglesia homónima era un Albergue de Peregrinos, pero los problemas de salud de los hospitaleros han provocado que de momento permanezca cerrado.

Iglesia de San Martín de Laspra

La Iglesia de San Martín de Laspra es muy antigua. Aunque su torre barroca se añadió en 1783 y sufrió otras reformas a lo largo de los siglos, ya se conocía de su existencia allá en el siglo X pues aparecía en el testamento del Rey Alfonso III.

De aquella época se conserva una ventana labrada en un bloque de piedra que exhibe dos arcos gemelos. Se trata de una obra del prerrománico asturiano.

Desde este altozano en el que se ubica el templo se domina un amplio territorio del Valle del Río Raíces y del Arroyo Ferrota, lugar en el que se adivinan los edificios de la villa de Piedrasblancas.

Flanqueando Piedrasblancas por su vertiente noroccidental

No entraremos en esta urbe si no que la flanquearemos por la vertiente noroccidental surcando los pequeños núcleos de casas que salen a nuestro paso.

Para ello en principio tomaremos una pista de asfalto hacia el lugar de Villar. Detrás, la Iglesia de San Martín de Laspra todavía ver cómo nos alejamos de ella. Delante el perfil vuelve a endurecerse además de advertir un notable aumento de temperaturas.

Lo urbano de Piedrasblancas ya queda bajo nuestra mirada y contrasta con lo rural de estos pastizales habitado por un bonito ganado.

El Camino progresa por el Barrio de La Cruz, para luego hacerlo por los denominados El Muro y El Cordel. En este último nos incorporamos a una pista de tierra dando con ello un descanso a nuestros pies del duro asfalto.

Desde aquí al oeste apreciamos unas gratas estampas al Valle del Río Ferreiras, con el lugar de San Adriano presidiendo un cerro. Al este el Valle del Arroyo de Ferrota aunque luego hay un intervalo donde la espesura vegetal apenas nos dará tregua de nuevas panorámicas a un lado u otro del camino.

Vistas a San Adriano
Vistas a San Adriano

En el lugar de La Lloba recuperamos el asfalto para iniciar otro repecho exigente. Son apenas 300 metros de subida que culminan en una nueva pista de tierra por la que realizamos el descenso a Ventaniella de Santiago del Monte.

Tampoco es un tramo largo, unos 400 metros encajonados entre castaños, helechos y eucaliptos, lo suficientemente atractivo para ponernos de acuerdo en coincidir senderistas, ciclistas y jinetes.

Ventaniella (Santiago del Monte)

Con estos últimos salimos de la espesura al valle del Río La Ferrería para recorrer unos cuantos metros más e incorporarnos a las calles del lugar de Ventaniella.

Capilla de Nuestra Señora de los Remedios

En esta urbe pasamos junto a la Capilla de Nuestra Señora de los Remedios, un pequeño templo cuyos posibles orígenes son del siglo XII.

Tiene un pórtico de entrada sostenido por dos columnas y una espadaña de piedra. En el interior se aprecia una bonita talla de la Virgen a la que está advocada la capilla.

Continuamos por las arterias de Ventaniella hasta que las señales nos dirigen a una pequeña senda que desemboca a la N-643. Cuidado aquí al cruzar para conectar con el siguiente tramo.

Ascenso al Monte La Granda

Nos incorporamos a la calle principal que atraviesa el lugar de Cuenza para iniciar el siguiente plato fuerte de la jornada: el ascenso al Monte de La Granda.

La pista asfaltada pronto se verá deteriorada y camuflada por la tierra y las hojas de los eucaliptos. Un trazado que nos lleva a un puente que pasa sobre la Autovía AI-82.

Tras el puente damos con los terrenos de una vieja cantera de arena y grava que aprovechan unas cabras domésticas para echar la siesta.

Lagunas del Monte La Granda

Por aquí, tras kilómetro y medio de subida finalizamos el ascenso al Monte de La Granda situado a casi 200 metros de altitud. En estas latitudes llama la atención la siguiente laguna donde probablemente el agua de la lluvia haya aprovechado para almacenarse en los espacios abandonados de la cantera de arena.

Lagunas del Monte La Granda
Lagunas del Monte La Granda

Hay varias lagunas contiguas a esta, pero la espesa vegetación nos impide verlas.

Volviendo al camino un peregrino nos sorprende incorporándose a nuestra trayectoria desde otra bifurcación. Parece ser que por aquí hay algún ramal o variante del camino que termina por confluir, así que este hecho no debe resultarnos extraño.

Por su parte, seguimos recorriendo el Monte la Granda en ligero descenso jalonados por la espesura de eucaliptos, castaños, robles, helechos y otras especies de sotobosque.


Ría de Pravia

Un paseo agradable que pronto incrementará su aliciente al abrirse una bonita panorámica al noroeste, a San Esteban de Pravia y a su ría homónima conformada por la desembocadura del Río Nalón.

El puerto de San Esteban fue de gran importancia en el siglo XIX principios del XX por dar salida al mar el carbón extraído de diferentes fuentes mineras de Asturias. Algo más al oeste en el monte, las casas de Muros de Nalón el objetivo final de esta jornada.

Vistas a la Ría de Pravia
Vistas a la Ría de Pravia

El Castillo

El descenso continúa encontrando ahora zonas húmedas y algo empinadas donde es fácil deslizarse. Y poco después desembocamos en las inmediaciones del núcleo de El Castillo.

Divisando algún elemento constructivo de la urbe es fácil adivinar por qué la urbe toma este nombre.

Para adentrarnos en las calles de El Castillo tenemos que cruzar la carretera SB-3 y posteriormente afrontar una pequeña pero fuerte subida.

Castillo de San Martín junto al Río Nalón

Es un pueblo pequeño que se recorre con rapidez pero atesora una preciosa estampa al curso del Río Nalón y al Castillo de San Martín.

Castillo de San martín y Río Nalón
Castillo de San martín y Río Nalón

No hay datos muy fiables sobre los orígenes del Castillo, unos lo datan sobre el siglo X y otros sobre los siglo XII o XIII.

Caminamos varios metros más para gozar de un mirador con mejores vistas. La fortificación está realizada sobre un antiguo castro prerromano en una ubicación estratégica desde la que dominaba el tránsito de los navíos y posibles incursiones enemigas.

Desde aquí también alcanzamos a ver la orilla más próxima a nosotros donde apreciamos los modestos embarcaderos de los vecinos. Por su parte también divisamos un largo puente, el de La Portilla, obra que no tardaremos en transitar.


Soto del Barco

Pero antes de llegar a él debemos pasar por la localidad de Soto del Barco, lugar en el que realizaremos el almuerzo.

Reconfortante almuerzo en Café Bar Bulevar (Soto de Luiña)
Reconfortante almuerzo en Café Bar Bulevar (Soto de Luiña)

Reanudando la marcha advertimos cómo las casas de Soto se van distribuyendo hacia el sur siguiendo el curso del Río Nalón.

La Magdalena

Tras dejar esta urbe entramos en el barrio de La Magdalena, donde llaman la atención las viviendas indianas de aquellos que trajeron fortuna de las américas allá en el siglo XIX.

Desde luego que eligieron bien el lugar para construir estos caserones ya que gozaban de vistas estupendas al Valle del Nalón. Hoy la Autovía del Cantábrico raya toda esta pintura.

Puente de la Portilla

El descenso por la Calle Magdalena nos colocará muy pronto a las puertas del Puente de la Portilla que, por fortuna para evitar el intenso tráfico, posee un paso estrecho para los peatones.

Este puente se construyó en 1883 y vino a mejorar la comunicación entre el Concejo de Soto del Barco con el de Muros de Nalón, que se hacía nada más pasar de una orilla a otra del río.

Antaño tanto los peregrinos, comerciantes y vecinos empleaban para hacerlo los botes y navíos que partían de estos cargaderos y de otros que había próximos al Castillo.

Puente de La Portilla
Puente de La Portilla

En medio del meandro se planta un pequeño islote, cuyo extremo occidental menos elevado y frondoso lo aprovechan las aves para descansar con seguridad.

El Puente de la Portilla sufrió graves daños en la Guerra Civil Española aunque en 1938 se volvió a reconstruir.

Tras cruzar el Río Nalón continuamos paralelos a la N-632 hasta que las señales nos hacen abandonarla por una empinada cuesta de tierra.

Era

Por aquí alcanzaremos el lugar de Era, a las puertas de Muros de Nalón, pero antes de seguir avanzando nos detenemos en un improvisado mirador con fantásticas vistas a la Ría de San Esteban de Pravia, la desembocadura del Nalón y a la localidad de San Juan de la Arena.

Vistas a la Ría de Pravia desde el lugar de Era
Vistas a la Ría de Pravia desde el lugar de Era

Muros de Nalón

Solo nos resta progresar por esta agradable arteria de la urbe para alcanzar el alojamiento de hoy, Casa Carmina. Hasta la próxima!

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