Castillo de Jimena de la Frontera
P.N. DE LOS ALCORNOCALES,  TURISMO ACTIVO

JIMENA DE LA FRONTERA – CASTILLO Y FÁBRICA DE ARTILLERÍA


En esta jornada nos trasladamos a Jimena de la Frontera, un bonito pueblo de la provincia de Cádiz enclavado en el Parque Natural de los Alcornocales. Su patrimonio arquitectónico y paisajístico han estado muy ligados al paso de numerosas civilizaciones a lo largo de su historia y conforman además un gran atractivo turístico de la zona.

En la jornada de hoy iniciaremos el Sendero del Río Hozgarganta para conocer la Real Fábrica de Artillería de Carlos III, una infraestructura del siglo XVIII que abasteció de armas y munición al asedio de Gibraltar.

Después regresaremos a Jimena de la Frontera por la Vereda de la Encubierta para visitar su Castillo en lo alto del Cerro de San Cristóbal, un promontorio muy codiciado por romanos, árabes y cristianos por ser un enclave estratégico fronterizo.

Finalmente callejeamos por las calles de la urbe para ir a conocer la Torre Campanario de la Antigua Iglesia de Santa María La Coronada, único elemento que se conserva del templo que aquí se construyó en el siglo XVII.

 

 

Jimena de la Frontera

Hola amig@s!

Nos encontramos en Jimena de la Frontera, un bonito pueblo de la provincia de Cádiz enclavado en el Parque Natural de los Arcornocales. Nos hemos trasladado hasta aquí para conocer parte de su patrimonio arquitectónico y paisajístico que como bien descubriremos ha estado muy ligado al paso de numerosas civilizaciones a lo largo de su historia.

 

Iniciando el sendero del Río Hozgarganta

Vamos a comenzar dirigiéndonos al sur de la localidad descendiendo por sus empinadas calles hasta dar con el inicio de uno de sus senderos más destacados, el del Río Hozgarganta.

caption id=»attachment_16149″ align=»aligncenter» width=»1000″]Inicio del Sendero Río Hozgarganta Inicio del Sendero Río Hozgarganta[/caption]

Iniciar esta ruta por aquí significa darnos de bruces con la Antigua Fábrica de Artillería de Carlos III, también conocida como la Fábrica de bombas, pues este instrumental armamentístico era el que más se producía en sus hornos.

Antiguas instalaciones de la Fábrica de Bombas
Antiguas instalaciones de la Fábrica de Bombas

Algunas de sus instalaciones hoy se han aprovechado para transformarlas en un establecimiento hostelero. Este complejo se encuentra en la orilla norte del río y nada más flanquearlo se advierten los restos de otra infraestructura en el suelo que desfila por todo el margen izquierdo del caudal.

 

El Cao

Se trata del Cao o canal por donde se dirigía el agua para llevarla a los hornos, hoy desaparecidos, donde se fundiría el hierro para crear el armamento. La frondosa vegetación apenas deja ver la obra, pero poco a poco irá perdiendo protagonismo para despejarnos el dibujo del conducto.

Por su parte podemos apreciar otras dependencias anexas como por ejemplo un barracón donde había una fuente de agua potable.

 

El Río Hozgarganta

Acercándonos de nuevo al canal podemos saludar ahora al Río Hozgarganta, afluente del Río Guadiaro y suministrador del agua que hacía trabajar esta maquinaria que comenzó a funcionar en el siglo XVIII, concretamente en el año 1780.

 

Cao y Río Hozgarganta
Cao y Río Hozgarganta

 

El Asedio de Gibraltar

En esta época se estaba llevando a cabo el asedio de Gibraltar, el tercer intento de los españoles por recuperarle a los británicos esta estratégica ciudad. La fallida campaña duró desde 1779 hasta 1783, años en los que la fábrica pudo abastecer de munición y armas al ejército español.

Una artillería creada por un lado, gracias al hierro extraído de las cercanas minas de este enclave, como la que había en la localidad de San Pablo de Buceite, y por otro lado, al carbón que hacía funcionar a los hornos, sacado de la madera de los árboles de esta zona.

Otro destino de la producción de la fábrica fue el soporte de las campañas llevadas a cabo en las Américas.

Los muros que forman este conducto artificial de más de 600 metros de longitud están levantados a base de sillares labrados, mampostería, ladrillo e incluso la talla in situ en la propia orografía del terreno.

Para poder contener el agua y hacerla pasar por las esclusas de este canal se construyeron varias presas, la primera de ellas destruida con las crecidas del río, y algunos azudes que también contenían el paso del caudal o su desvío.

Toda una obra de ingeniería que capituló en el año 1788 cuando empezó a escasear la materia prima y la estacionalidad de las crecidas del río no favorecía una producción continuada.

Espacio Natural de la Chinchilla

Tras visitar esta infraestructura el sendero continúa progresando paralelo al río, y como no queremos perderlo de vista, nos introducimos en una propiedad accesible cuyas ruinas corresponden al antiguo Molino harinero de Las Peñas.

No os dejéis amedrentar por ciertos detalles porque en realidad estamos surcando un bonito espacio natural protegido, conocido con el nombre de Chinchilla. Esta denominación la toma de las cercanas Cuevas de la Chinchilla en las que se ha encontrado un importante conjunto de pinturas rupestres.

Por aquí disfrutaremos de un agradable paseo junto al río, por las faldas del Cerro de San Cristóbal, en cuya cima se ubica el Castillo al que pronto llegaremos. Antes de abandonar esta finca apreciamos la antigua canalización que seguramente iría a parar al molino para hacerlo funcionar.

Salimos del recinto y avanzamos un poco más hasta una cancela cuya instalación surge de la necesidad de impedir la salida de animales domésticos.

Una calzada de piedra nos dirige a una encrucijada que nos anuncia la presencia de un Jardín Etnobotánico implantado en el monte El Risco, desde donde se obtienen unas vistas magníficas del entorno.

Vereda de la Encubierta

Al mismo se puede acceder bien por un camino que se desvía siguiendo el sendero del Río Hozgarganta, o bien por aquí, por la llamada Vereda de la Encubierta.

Este trazado lo tomaban antiguamente los lugareños para ir a por agua a la fuente homónima (Fuente de la Encubierta) y para acceder al río. Por tanto este camino que ahora encaramos en sentido ascendente con rampas de hasta el 11 por ciento de inclinación también llega a la localidad de Jimena de la Frontera.

Regresar a la población es realmente nuestro deseo, ya que el objetivo es visitar su Castillo. Así que dejaremos los estupendos miradores del Jardín Etnobotánico para otra ocasión.

Subiendo al Castillo
Subiendo al Castillo

Una vez alcanzado el pueblo buscamos las calles de cotas más elevadas que nos acercarán al castillo y permitirán al mismo tiempo ver cómo descienden por el cerro las viviendas encaladas cubiertas por la popular teja árabe.

Nos incorporamos luego unos metros por la Calle La Loba hasta dar con otra escalonada que posteriormente zigzagueará para llevarnos al complejo del Castillo.

 

Castillo de Jimena de la Frontera

Torre Albarrana y el Arco del Reloj

Para acceder al recinto lo hacemos por una entrada formada por dos cuerpos: La Torre Albarrana y el Arco del Reloj. La primera fue levantada entre los siglos XII y XIV sobre los cimientos de una fortificación romana del siglo I después de Cristo.

Torre Albarrana y Arco del Reloj
Torre Albarrana y Arco del Reloj

En uno de sus muros se instaló un reloj a principios del siglo XX, pero tuvo que ser suprimido por los riesgos de derrumbe. El segundo cuerpo es claramente una obra realizada durante la ocupación nazarí, con esos arcos de herradura facilitándonos el paso y la indudable decoración geométrica que todavía que se adivina.

La torre era una de las 14 que existían adosadas a las murallas que rodeaban todo el perímetro de la fortificación. Y es que este lugar era ideal para controlar las fronteras del territorio que en días despejados incluso podía divisar el mar.

Solo tenemos que dar una visual al horizonte para confirmar la estratégica ubicación.

 

La Medina

Pegada a la entrada encontramos parte de la trama urbana de la antigua medina, es decir del barrio musulmán que aquí se había levantado. Se aprecia un antiguo pozo, los muros de las viviendas, la calzada de piedra de la calle o detalles de nichos donde podrían colocar vasijas o tinajas para el almacenamiento del grano, entre otros.

Templo Romano

Sin avanzar mucho más al sur nos dirigimos al ala occidental del recinto, donde encontramos los restos de unas viviendas aterrazadas del período bajomedieval y de un templo romano del siglo I después de Cristo. Los restos romanos confirman que esta civilización levantó aquí una ciudad que hoy los arqueólogos han bautizado con el nombre de Oba.

 

Alcázar

Nos dirigimos ahora al Alcázar, situado en el extremo sur por ser la zona más elevada del cerro de San Cristóbal.

Torre del Homenaje y Alcázar
Torre del Homenaje y Alcázar

Una pasarela metálica evita el paso por las ruinas de un puente del siglo XVI que accedía al complejo. Este puente salvaba el Foso almohade, construido en la propia piedra en forma de “V”.

Foso
Foso

El aspecto actual de los muros del Alcázar dista mucho del original de la época de dominación musulmana, ya que en el siglo XIX tuvieron que ser transformados para adaptarlos a las necesidades defensivas en la Guerra de la Independencia contra las tropas de Napoleón.

Alcázar
Alcázar

La Torre del Homenaje es el elemento más destacado de esta infraestructura. De planta circular de cara al exterior, fue construida entre los siglos XV y XVI por el Duque de Medina Sidonia una vez conquistó la ciudad a los musulmanes.

Está levantada a base de piedra de mampostería, con tres plantas más una superior que contenía las almenas. Estas se suprimieron en la Guerra de la Independencia.

Aunque la torre la encontramos exenta en realidad estaba unida a la línea original de la muralla por dos flancos, hasta que sufrió las adaptaciones anteriormente comentadas.

Nos subimos a uno de los muros defensivos para dominar una vez más todo este paraje que comprende al oriente todo el Valle de la Cuenca del Río Guadiaro, con el Hozgarganta serpenteando en su busca entre las localidades de Jimena y Los Ángeles, y con las elevaciones de las Sierras Bermeja, Ronda y Parque Natural de los Alcornocales como telón de fondo.

Este último parque cobra más protagonismo a occidente, con vistas que dan a otra localización emblemática: Los Baños de la Reina Mora. Estas ruinas pueden corresponder a una antigua iglesia mozárabe cincelada en la roca entre los siglos IX y X, como cavados en la piedra son los nichos que se encuentran en sus muros y la singular pileta que da nombre al lugar.

Aljibes

Ahora regresamos al norte del cerro para contemplar sus dos aljibes. El primero de ellos es almohade, creado en el siglo XII y como bien sabemos se creó para el almacenamiento de agua. Está hecho a base de ladrillos con 5 naves con bóveda de cañón que soportan las filas de arcos que asemejan a los encontrados en los Caños de Carmona, Sevilla.

Algo más arriba frente al Cementerio se encuentra el otro aljibe, este del siglo XV también creado para el abastecer de agua a los habitantes de la población.

Finalmente, nos subimos a los bien conservados restos de la muralla almenada para pasar sobre el Arco del Reloj y acceder a la parte superior de la Torre Albarrana. Una torre que albergaba las dependencias de los soldados que escudriñaban el horizonte en busca de amenazas.

Afortunadamente aquella etapa bélica de luchas por territorios pasó y hoy quedan estos pocos restos en pie para que los disfrutemos y nos hagan recordar de dónde venimos.

Vistas desde la Torre Albarrana
Vistas desde la Torre Albarrana

Abandonamos el complejo del Castillo para ir a descansar. El día ha sido completo puesto que por la mañana realizamos una sendero circular que pronto publicaremos en el canal.

Torre Campanario de la Antigua Iglesia de Santa María La Coronada

Al día siguiente quisimos dar un pequeño paseo por el característico entramado urbano de Jimena para conocer sus calles más pintorescas y saborear su arquitectura popular.

También nos acercarnos a la Plaza de la Constitución para darle una visual a la Torre Campanario de la Antigua Iglesia de Santa María La Coronada, único elemento que se conserva del templo que aquí se construyó en el siglo XVII. El resto tuvo que demolerse a mediados del siglo XX debido al mal estado de sus cimientos.

Torre Campanario de la Antigua Iglesia de Santa María La Coronada
Torre Campanario de la Antigua Iglesia de Santa María La Coronada

 

Al rescate de un cernícalo vulgar

El cuerpo del campanario está hecho a base de ladrillo y en su interior alberga varias parejas de cernícalo vulgar. Lo sabemos porque una de las crías cayó no se sabe cómo al suelo y fuimos sin dudarlo a su rescate. Son aves rapaces protegidas así que si os encontráis algún caso como este no la dejéis tirada a su suerte.

Cernícalo vulgar
Cernícalo vulgar

Nosotros, con la ayuda de un amable hostelero conseguimos introducirla en una caja a la espera de la llegada de los municipales que se encargarían del resto de las gestiones con la protectora.

Y nada más, con esta buena obra nos despedimos de esta bonita villa declarada en 1983 Conjunto Histórico Artístico que ha sido testigo del paso de numerosas civilizaciones.

¡Hasta pronto!

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