Cáceres
VÍA DE LA PLATA - SANABRÉS

5 ALCUÉSCAR – EMBALSE de ALCÁNTARA

 

Una etapa que iniciamos entre prados de olivares y encinas pero que se vuelve algo más seca y monótona conforme vamos avanzando. Los Miliarios, los puentes de antaño que atravesamos y la monumental Cáceres amenizan la jornada. Ya entrada la tarde, el paisaje va cambiando mientras disfrutamos del trayecto hasta llegar a las inmediaciones del Embalse de Alcántara, al que accedemos por la carretera debido a las obras del AVE.


 


 
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Alcuéscar

Amanecemos en Alcuéscar bien descansados y con la excitante incertidumbre de no saber dónde acabaríamos el día de hoy.
 

Iglesia Parroquial de la Asunción

Antes de abandonar la población visitamos los exteriores de la Iglesia Parroquial de la Asunción que constituye un templo gótico renacentista constuido entre los siglos XVI y XVII.
 

Iglesia de la Asunción
Iglesia de la Asunción
 
 

Casas de Don Antonio

Emprendemos la marcha y pronto advertimos cómo una agradable mañana nos abre paso entre los tranquilos bosques de olivares y encinas hasta el primer núcleo urbano de la etapa: Casas de Don Antonio.
 

Puente Romano de Ayuela

Aquí, tendremos que cruzar por el Puente Romano de Ayuela, construido en el siglo I.
 

Ermita de Nuestra Señora del Pilar

Entre sus edificios también destaca la Ermita de Nuestra Señora del Pilar, construida entre los siglos XVI-XVIII.
 

 

Los Miliarios salpican la Vía de La Plata

A lo largo de la vía de la plata nos iremos encontrando esporádicamente con unas columnas cilíndricas, llamadas Miliarios, que crearon los romanos para marcar las distancias cada 1480 metros, o lo que es lo mismo, una milla romana.
 

 

Puente de Santiago de Bencáliz

Poco después, atravesamos el Puente de Santiago de Bencáliz de origen romano pero restaurado en época medieval. También encontramos algún que otro miliario más, uno de ellos restaurado.
 

Puente de Santiago de Bencáliz
Puente de Santiago de Bencáliz

Aunque hay un desvío para la población de Aldea del Cano donde los peregrinos pueden abastecerse de provisiones, nosotros continuamos el trayecto afrontando un perfil rompepiernas antes de llegar a Valdesalor.
 

Valdesalor

Puente Viejo de la Mocha

La entrada previa a la población se hace por el Puente Viejo de la Mocha, de origen romano de 106 metros de longitud y que cruza el rio Salor.
 

Puente Viejo de la Mocha
Puente Viejo de la Mocha
 
 

El calor endurece el ascenso al Puerto de las Camellas

Nuestra intención era llegar a Cáceres para almorzar y para conseguirlo había que salvar el Puerto de las Camellas, que aunque es relativamente asequible, el calor lo hace menos llevadero.
 

Torre de Bujaco y Ermita de la Paz
Torre de Bujaco y Ermita de la Paz
 

Cáceres

Cáceres es otro municipio en el que merece la pena detenerse más de una jornada, sobre todo por su casco histórico, ya que es uno de los conjuntos urbanos medievales y renacentistas más importantes del mundo, siendo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.
 

 
El plan era intentar hacer los 33 km que nos restaban para poder dormir en el Albergue del Embalse de Alcántara.El panorama inicial no era muy alentador, ya que el calor y el paisaje no acompañaban mucho.
 

Casar de Cáceres

La única población que se cruzará en nuestro paso es Casar de Cáceres, que cuenta a su salida con la Ermita de Santiago, antiguamente utilizada como albergue para peregrinos.
 

 

Un soplo de aire fresco

Tras dejar Casar de Cáceres nos cruzamos con un señor que rozaba los 60 años de edad y con la que estaba cayendo se estaba entrenando para una media maratón. Para nosotros fue como una bofetada de aire fresco ya que su fuerza de voluntad nos contagió a la hora de afrontar las inclemencias del resto de la etapa con otro ánimo.
 

Saliendo de Casar de Cáceres
Saliendo de Casar de Cáceres
El camino es un ir y venir de extensas fincas con suaves desvineles plagadas de pastos para el ganado donde volvemos a encontrarnos con algún miliario.

Tras la Finca Berrueto el trazado es una agradable montaña rusa de toboganes hasta que por fin, comenzamos a adivinar en la lejanía el Embalse de Alcántara.

Aquí, se acabó el difrutar de los caminos de tierra ya que las obras del Ave enrevesaron un poco nuestra marcha y decidimos terminar la etapa por la carretera.
 

 
 

Embalse de Alcántara

De nuevo, una jornada larga en tiempo, pero gracias a la estupenda ubicación del Albergue del embalse obtuvimos un bello premio a nuestro esfuerzo, que no fue otro que un placentero adios del astro sol.
 

En el Albergue del Embalse del Alcántara
En el Albergue del Embalse del Alcántara

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