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P.N. DE LOS ALCORNOCALES,  SENDERISMO

PICOS ALJIBE y PICACHO

En esta jornada volvemos al Parque Natural de los Alcornocales para subir a su cota más alta, el Pico Aljibe, con unos 1091 metros de altitud, donde podremos obtener unas vistas magníficas de todo el entorno que le rodea.

Después recorreremos la cresta de Puerto Oscuro para dirigirnos a otras de las subidas emblemáticas de este parque, el Picacho, con unos 882 metros de altura conformado por la singular y enorme laja inclinada de arenisca.

Toda una delicia de ruta donde además toparemos con varios hitos etnográficos, una tranquila laguna y el paso de varios arroyos al cobijo de los alcornoques ?

En otro vídeo que publicaremos próximamente afrontaremos una nueva subida al Pico Aljibe desde La Sauceda, otro espacio natural de incomparable valor que estamos deseando mostraros.

Para poder realizar este sendero es necesario pedir autorización a la Oficina del Parque Natural. Podéis hacerlo al Teléfono 856587508 o por email al correo pn.alcornocales.cmaot@juntadeandalucia.es
 


 

 
 
DESCARGAR EL TRACK DE LA RUTA
 
 

Parque Natura de los Alcornocales

Hola amig@s!
Nos encontramos en el Parque Natural de Los Alcornocales, en la provincia de Cádiz, dispuestos a acometer una de las rutas más representativas de este entorno natural que nos llevará a las cimas de los Picos Aljibe y Picacho.

Iniciamos la marcha en el Aula de la Naturaleza el Picacho dirigiéndonos al norte por la carretera A-375 unos 250 metros hasta alcanzar un acceso de madera bien demarcado por
los paneles informativos del entorno.

Para realizar esta ruta, que como se aprecia está muy bien señalizada, es necesaria solicitar una autorización del parque natural. En la descripción del vídeo os decimos cómo obtenerla. Oficina del Parque Natural de los Alcornocales (Tel. 856587508). Por internet podemos descargarnos el formulario y enviarlo por correo electrónico
 

 

Laguna de El Picacho

Esta autorización es imprescindible para proteger espacios naturales tan sensibles como este, La Laguna de El Picacho, a la que llegamos tras recorrer otros 250 metros.

La riqueza de la biodiversidad de este enclave depende en gran medida de la estacionalidad de esta masa de agua que en verano suele secarse para luego volver a resurgir con las lluvias de otoño.
 

Laguna de El Picacho
Laguna de El Picacho
 
La laguna recibe el nombre de ese promontorio que vemos al fondo, el Picacho, a cuya cima llegaremos en la segunda parte de la jornada.

Rodeamos este espacio por el sur mientras nos envuelve una reinante calma que fluye bajo la hermosa banda sonora de la fauna. No olvidéis echar un vistazo a los paneles interpretativos del lugar, que ofrecen información de interés y nos recuerdan, por supuesto, que es tarea de todos el proteger estos ecosistemas.
 

Horno de pan

Continuamos ascendiendo por el perfil unos pocos metros más hasta llegar a una antigua vivienda abandonada que contaba con horno de pan que todavía permanece en pie. Aquí se cocía con leña la harina que se extraía de viejos molinos hoy en desuso.
 

Horno de pan
Horno de pan
 
Avanzando algo más encontramos una bifurcación de senderos señalizada. Nosotros tomaremos la que nos señala a la subida al Aljibe, el primer objetivo de esta jornada.

La senda nos abre paso al inicio con una entrada abovedada de ramas para luego continuar progresando en ascenso por el bello enclave natural donde no pasa desapercibida la flora de finales de la primavera.
 

 
Dan color a la vida y eso inevitablemente nos saca una sonrisa. No tanto como el ver el amenazante Picacho, que más bien nos saca el lado aventurero por las ganas de querer alcanzarlo.
 

Arroyo de la Garganta de la Cierva

Mojones indicadores de paso por Monte Público y balizas nos señalan correctamente el camino que ahora nos lleva al cruce del Arroyo de la Garganta de la Cierva. Lo haremos por un sencillo puente de madera que interrumpe la hilera de adelfas y alisos que jalonan la orilla.
 

Paso por el Arroyo de la Garganta de la Cierva
Paso por el Arroyo de la Garganta de la Cierva
 
Siempre es agradable ver y oír el surcar del agua por los canutos de la orografía, y con el murmullo alegre del arroyo continuamos la marcha al este, paralelos al cauce, y sin perder detalle de fauna y flora.
 
 
El relieve progresa en continuo ascenso con desniveles que llegan al 12 por ciento de inclinación, lo que requiere su pequeña dosis de esfuerzo.
 

Hornos de carbón

Por fortuna hay alicientes para tomar aire, como el panel que nos habla de los antiguos hornos de carbón, cuyos restos se pueden apreciar por la zona.
 

Panel informativo de los antiguos hornos de carbón
Panel informativo de los antiguos hornos de carbón
 
Poco después una angarilla pone a prueba nuestras habilidades físicas para pasar por el hueco que nos deja disponible.
 

Carril cicloturista Picacho-Peguera

La senda conecta ahora con una pista asfaltada que forma parte también de un carril cicloturista conocido aquí como Picacho-Peguera.

Las señales nos invitan a cruzar la carretera y a seguir hacia el Picacho, pero el primer pico que deseamos coronar es el Aljibe así que tendremos que continuar por el asfalto, hacia el sureste.
 

Carril cicloturista Peguera-Picacho
Carril cicloturista Peguera-Picacho
 
Por aquí cruzamos de nuevo el Arroyo de la Garganta de la Cierva y posteriormente acortamos algún tramo campo a través para saltarnos las curvas. Eso sí, con precaución, las hermosas flores del cardo camuflan su naturaleza espinosa.
 
 
Luego de recorrer unos 500 metros por este intervalo damos con otra intersección que ahora sí nos incorpora al camino que encara la subida al Aljibe.
 

Refugio el Picacho

El firme pasa ahora a una cómoda pista de tierra por la que pronto se dejará ver el complejo del Refugio el Picacho, ubicado en un marco natural incomparable flanqueado por la Loma de la Baña, a la que tampoco tardaremos mucho en llegar.
 

 
Si hemos calculado mal nuestras provisiones de agua aquí hay una buena fuente para avituallarnos. El camino vira ahora al norte con unos 200 metros que nos enfrentan de nuevo al Picacho.
 

Ascenso por la Garganta de Puerto Oscuro

Después giraremos al este para comenzar uno de los tramos más exigentes de la ruta, la subida por la Garganta de Puerto Oscuro.
 

 
Es un tramo duro, pero a la vez hermoso por esa techumbre de alcornocales que nos cobija.
 
Ascenso por la Garganta de Puerto Oscuro
Ascenso por la Garganta de Puerto Oscuro
 
El sendero serpenteará durante unos 3 kilómetros hasta la Loma de la Baña acometiendo desniveles que oscilan entre el 11 y 22 por ciento de inclinación. Hay franjas que incluso se han pavimentado para evitar el deslizamiento debido a los pronunciados repechos.

De cuando en cuando el trayecto nos acerca al arroyo que recibe el mismo nombre que la garganta. Gusta escuchar su paso, pero si os apetece hay ciertas salidas del trazado en las que podéis disfrutar de pequeños saltos de agua.
 

Arroyo de la Garganta de Puerto Oscuro
Arroyo de la Garganta de Puerto Oscuro
 
Paso a paso vamos ganando altura, saliendo de la encajonada depresión que salva la pendiente mediante un sinuoso dibujo de la pista. Con la altura iremos perdiendo progresivamente el abrigo de los alcornoques.
 
 
El Picacho asoma a nuestra espalda y desde aquí ya se puede observar su ladera este, conformada por una enorme laja de arenisca inclinada en forma de media luna que tendremos oportunidad de contemplarla mejor posteriormente.

Ahora seguimos avanzando dejando atrás la Garganta de Puerto Oscuro para aproximarnos a la depresión por la que fluye el Arroyo de Juan Vela. Estos dos caudales terminan por confluir en el Río Barbate, uno de los más importantes de este Parque Natural por su vertiente Atlántica.

Espectacular enclave que con más de 400 metros de desnivel acumulado desde el inicio de la ruta, ya nos coloca a la misma altura de la cima del Picacho, a unos 884 metros. Abajo, al oeste, puede apreciarse parte de la cuenca del Barbate y de la campiña de la Comarca de la Janda.
 

 
Embalse del Barbate al fondo
Embalse del Barbate al fondo
 

Loma de la Baña

Y algo más adelante alcanzamos la Loma de la Baña, a unos 917 metros de altitud que nos brinda al sur la Sierra de los Frailecillos y las cimas del Puerto de la Yegua y Pico del Montero.

Pero tenemos que seguir subiendo, el Pico Aljibe todavía dista a unos 2 kilómetros y el relieve aún nos deja algunos intervalos entre el 10 y 13 por ciento de inclinación. Además, por estas latitudes el viento suele golpear con fuerza lo que puede incomodar la marcha.

Solo las especies vegetales mejor adaptadas como el brezo, jara o la coscoja, entre otras pueden sobrevivir a las duras condiciones que sufre las zonas altas de esta sierra.
Tras salvar un paso canadiense tendremos que atravesar dos líneas de afloramientos rocosos que se advierten perfectamente coronando los altozanos.

Al sur, el Pico del Montero, de 916 metros de altura donde se emplaza una Estación de Vigilancia Aérea. Y al suroeste la gran masa de agua del Embalse del Barbate, abastecido principalmente por las aguas de su río homónimo. Fue construido en 1992 y tiene una capacidad de 228 hm3.
 

Embalse del Barbate al fondo
Embalse del Barbate al fondo
 
Por estas cotas es fácil divisar a los buitres pasando revista ya que suelen encontrar ganado o animales moribundos para alimentarse. Nosotros no les vamos a dar el gusto, así que nos aseguramos de que nos vean subir con energía.
 

El Aljibe

Superada la primera línea de crestas rocosas, nos resta otra que una vez flanqueada nos abrirá paso a la cima del Aljibe.

Las indicaciones nos informan de 300 metros al objetivo y de otros 4,7 kilómetros a La Sauceda lugar que conoceremos en otra ocasión.
 

Llegando a la cima del Pico Aljibe
Llegando a la cima del Pico Aljibe
 
De momento vamos a disfrutar el haber llegado al primer hito de la jornada situado en un promontorio rocoso a unos 1091 metros de altitud.
 

La Pilita de la Reina

Muy cerca hay otro mogote de arenisca fracturada conocido como la Pilita de la Reina, que contiene una especie de pileta excavada en la piedra donde se dice que la Reina Isabel la Católica se dio un baño.

Para culminar el ascenso subiremos al punto geodésico en lo alto de la roca, a la que se accede con precaución escalonadamente por la piedra. Finalmente, alcanzamos la cota más elevada del Parque Natural de Los Alcornocales desde la que se obtienen vistas espectaculares de su entorno, de las serranías cercanas de Grazalema y Ronda, los Montes de Jerez, la cuenca del Barbate y, en día muy despejados al sur incluso puede verse el Peñón y el Estrecho de Gibraltar.
 

 
Junto al deteriorado vértice geodésico encontramos los puntos cardinales de orientación y una caja que guarda pequeños obsequios de los senderistas y una libreta en la que poder plasmar nuestro paso por el lugar.
 

Rumbo al Picacho

Tras la subida al Aljibe, vamos en busca del segundo plato fuerte del día, el Picacho. Para ello tendremos que volver unos 300 metros sobre nuestros pasos hasta el poste de indicaciones para luego virar dirección norte, dando paso al horizonte conformado por la  Sierra de las Cabras y la cuenca del Río Majaceite.
 

Vista a la Sierra de las Cabras
Vista a la Sierra de las Cabras
 
Desde aquí se adivina la cresta que tendremos que transitar a continuación y que comienza en la vertiente oeste del pico Puerto Oscuro. Para llegar allí tendremos que seguir descendiendo y atravesar varias entradas por un terreno acotado por vallas.

Por fortuna se notan los trabajos de desbroce que facilitan el paso por este sendero. Un trazado que se encuentra muy próximo a la línea divisoria imaginaria que separa la provincia de Cádiz de la de Málaga.

Pronto dejamos la Garganta de Puerto Oscuro a nuestra izquierda para comenzar a crestear por las lomas de su vertiente oeste. Una cresta que como bien observamos seguirá el dibujo que describe el vallado y los muretes de piedra de las fincas. Y entre ellos, asoma la cima del Picacho.
 

Por la cresta norte de la Garganta de Puerto Oscuro
Por la cresta norte de la Garganta de Puerto Oscuro
 
Esta línea de piedra que ahora se dirige al oeste hace de frontera entre dos comarcas, la de La Janda y la Campiña de Jerez, obedeciendo con ello a nuestro empeño en poner fronteras a una naturaleza que siempre será libre.

Y buena muestra de ello es la propia vegetación, que vuelve a emerger tras el desbroce para casi ocultar la senda bajo nuestros pies.
 

 
Tras casi 9 kilómetros de recorrido aprovechamos este mogote de piedra para realizar el almuerzo y volvemos a reemprender la marcha.
 
Aprovechamos esta piedra para realizar el almuerzo
Aprovechamos esta piedra para realizar el almuerzo
 
Como se observa el perfil hace un tobogán entre varias elevaciones antes de llegar al Picacho. Para alcanzar la primera de ellas tendremos que seguir descendiendo para internarnos en un agradecido alcornocal que nos protege unos metros del incesante viento que hoy golpea con fuerza.
 
Zona de alcornoques
Zona de alcornoques
 
Unos alcornoques que como observamos ya han sufrido en su gran mayoría el descorche o pela. La operación de la saca del corcho se repite cada nueve años en los meses de verano para dejar a los árboles regenerar su corteza.

Toca ahora remontar la primera elevación. Será un corto repecho de unos 300 metros de longitud que volverá a dejarnos por encima de los 900 metros de altitud.
Inclinaciones de hasta el 19 por ciento nos permiten elevarnos con rapidez y dejar las copas de los alcornoques que acabamos de atravesar bajo nuestra mirada.

No es un paso cómodo; la piedra suelta y la densidad de la vegetación silvestre en una vereda tan estrecha lo hacen algo embarazoso, pero pronto alcanzamos la cumbre para empezar a obtener mejores vistas a nuestro segundo pico de hoy.
 

 
Desde aquí bien se adivina la media luna de arenisca del Picacho y el dibujo de la senda por la que tendremos que ascender. Acongoja un poco con solo mirarlo, pero estamos deseando desafiarlo.
 

Las Taconeras

El camino vuelve a descender, en esta ocasión a una zona emboscada por pinares que presenta algunos especímenes bien peinados por el viento.
 

Hacia Las Taconeras
Hacia Las Taconeras
 
 
A este lugar lo llaman las Taconeras y presenta poco después el segundo ascenso antes de encarar el Picacho. Este repecho es mucho más corto, sin dificultad alguna salvo que navega con vértigo por una elevación de roca.
 
 

Puerto de las Calabazas

Después, sin ninguna anestesia, nos deja frente al Picacho cuya subida encararemos desde el conocido Puerto de las Calabazas. Hasta allí tendremos que descender, donde encontraremos una encrucijada de Caminos a la que se puede llegar desde otro sendero.
 

Hacia el Puerto de las Calabazas
Hacia el Puerto de las Calabazas
 
La señal nos indica 570 metros hasta la cima, poca distancia a priori pero que con la dureza del ascenso se puede hacer larga.
 
Dirección Subida al Picacho
Dirección Subida al Picacho
 

Ascenso al Picacho

Así que preparad bien muslos y glúteos porque os esperan desniveles de hasta el 32 por ciento de inclinación. Hay que tomárselo con calma y hacer pausas para disfrutar de la subida porque la verdad que hay vistas espectaculares. La senda va perfilando la media luna visible de arenisca hasta el extremo norte hasta que empieza a virar al norte para rodearla mientras ascendemos.

Poco a poco hasta que por fin damos con las primeras crestas que ofrecen un balcón privilegiado a la cuenca del Río Barbate y a la Comarca de La Janda. Ahora el ascenso va dirección sur paralelo a las crestas y aunque la senda hace un rodeo para alcanzar la cima, hay que decir que es la forma más liviana de llegar a ella.
 

 
Una vez en todo lo alto, solo nos resta disfrutar de las impresionantes panorámicas. Abajo al oeste vemos la Laguna de El Picacho y las instalaciones del Aula de la Naturaleza, desde donde comenzamos la ruta.
 
Vistas a la cuenca del Río Barbate y a la Comarca de La Janda
Vistas a la cuenca del Río Barbate y a la Comarca de La Janda
 
Vistas al Embalse del Barbate
Vistas al Embalse del Barbate
 
Al norte la Campiña de Jerez, la Sierra de las Cabras, la cuenca del Majaceite y la Sierra del Aljibe, donde asoma el pico que coronamos en la primera parte del sendero.
 
Vistas a la Sierra del Aljibe
Vistas a la Sierra del Aljibe
 
Y con un poco de paciencia podréis sorprenderos con el vuelo de los buitres, que en ocasiones lo harán a escasos metros de nosotros colocándose a vuestra misma altura.
 

Descenso por la cresta al sur

El descenso lo haremos diferente, siguiendo el perfil de la cresta en una pronunciada bajada. La idea es conectar por aquí con los primeros metros de este sendero, tirando poco de aventura por la roca así que si nos estáis seguros mejor regresar por donde se sube.
 

 
Pero bueno, con algo de cuidado y paciencia logramos conectar con el camino que de nuevo nos lleva a la encrucijada del Puerto de las Calabazas. Toca regresar a casa y para hacer la ruta circular cogeremos el sendero hacia el Área Recreativa el Picacho.
 
Señal dirección al Área Recreativa el Picacho
Señal dirección al Área Recreativa el Picacho
 
Los 3,3 kilómetros que nos restan serán todos cuesta abajo, pero no debemos confiarnos, el tránsito por algunos tramos es muy traicionero debido a las raíces desnudas de los árboles que se interponen en nuestras pisadas.
 
 
Vamos por la vertiente sur del macizo del Picacho cuya pronunciada inclinación se derrama hacia la Garganta de Puerto Oscuro, a cuyo arroyo homónimo van a confluir otros de menor calado.

En este intervalo el pino y la jara son los que adquieren el protagonismo, y alguna que otra vez abren la cortina para brindarnos bonitas vistas a la Sierra del Aljibe.
 

 
Después, la senda se enreda unos momentos en la espesura y cuando parece que damos con el trazado correcto un cercado nos hace cambiar de opinión. Con la vegetación tan crecida nos hemos despistado, pero con la ayuda del gps volvemos a conectar con la senda.

En este punto podemos observar la confluencia de los arroyos de la Garganta de la Cierva con el de la Garganta de Puerto Oscuro.
 

 
No hay que cruzarla, si no que debemos seguir la dirección de las indicaciones. De nuevo, los alcornoques dominan el entorno y ya no nos abandonarán hasta el final de la ruta. Este tramo conecta por fin con el tramo ya recorrido en la mañana, por el carril cicloturista Picacho-Peguera.
Después volveremos a transitar la Garganta de la Cierva en sentido contrario hasta su arroyo homónimo, ya con otra luz, y otros seres esperándonos.
 
 
Y finalmente deshacemos los pasos hasta la Laguna de El Picacho que nos despide con buena cara esta bonita jornada.
 
Laguna de El Picacho
Laguna de El Picacho
 
Pero claro, tras el esfuerzo, nadie nos va quitar las agujetas del día siguiente. Hasta la próxima!

 

 
 
 

4 Comentarios

  • Annabel

    Tremenda explicación de la ruta. Muchas gracias. El domingo queremos hacerla y es la primera vez que pisaremos tierras gaditanas, así que nos ha ilustrado perfectamente la idea del camino. Lo que me gustaría saber es en cuánto tiempo aproximado se hace, sin ser atletas.
    Gracias de nuevo, y salud.

  • As Sas

    Creo que es mejor hacer la ruta al Picacho como habéis puesto, desde el Aljibe, que haciendo directamente la subida al Picacho, aunque sea más larga por el Aljibe, porque la directa es una subida dura que da poca tregua y por un camino estrecho, pedregoso y exigente, que si hace calor, es más dura aún.

    • DRYS

      Pues se agradece tu comentario. Si no se conoce el Aljibe, es una buena oportunidad para hacer las dos cimas en la misma ruta y además, como dices, el Picacho por ahí es menos duro. Muchas gracias!

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