
5 · CERVERA de PISUERGA – PUENTE ALMUHEY
Montaña Palentina presenta sus credenciales un vez que abandonamos Cervera de Pisuerga. mientras flanqueamos la asombrosa vertiente sur de las Sierras de la Peña y del Brezo, al tiempo que atravesamos pequeñas poblaciones colindantes que nos aportan su generoso patrimonio monumental.
Tras San Pedro de Cansoles se inician los primeros kilómetros por unas tierras leonesas que prometen darnos trabajo y por supuesto, disfrutar.
Cervera de Pisuerga
Hola amigos!
Amanecemos en Cervera de Pisuerga con la obligatoriedad de acumular energías para afrontar esta jornada.

Puente de Valdesgares
Salimos de la población buscando la carretera CL-626 que va paralela al Puente de Valdesgares. Este paso es una obra del siglo XVII que salva las aguas del Río Rivera.
A poca distancia las señales nos desvían a un camino que presenta un tramo con disparidad de firmes y tendencia ascendente que remonta el curso del Arroyo de Valdesgares.
Se agradecen las pequeñas bajadas para recuperar, pero pronto el camino se vuelve a poner serio. Algunos metros de vegetación espesa incomodan pero no tanto como el saber que has perdido la referencia de la señalización y el dibujo del trazado.
Damos con un arroyo donde la maleza impide su paso. Gracias al track que llevamos encontramos un paso más accesibles a pocos metros, aunque nos dirige a un curioso repecho.
Ascenso por la Sierra de la Peña
Afortunadamente este repecho es algo breve y fortuito, pero nada nos va a librar del siguiente ascenso por las estribaciones de la Sierra de la Peña.

El paso por una cerca nos anticipa el tramo más exigente. Este se inicia con una pequeña senda entre la espesura donde habrá que cuidar la atención a las ramas traviesas y al terreno húmedo.
Después, una pendiente del 10% nos obliga al empuje. Y cuando la inclinación pierde fuerza nosotros aprovechamos. Un toma y daca que nos deja a los pies de las peñas Cantoral y Horacada, de 1792 y 1818 metros de altitud respectivamente.
Detrás, los Picos de las Cruces y el Almonga, últimos reductos al este de la Sierra de la Peña.
Gran parte del recorrido de esta etapa se limitará a perfilar la ladera sur de esta sierra junto con la del Brezo. Además de advertir la notable presencia de sus riscos cada vez que miramos al norte, la coletilla “Peña” de muchos nombres de los pueblos circundantes, también nos da pistas del entorno que estamos recorriendo.
Iglesia de Santa Ana de Cantoral de la Peña
Cantoral de la Peña es la primera Villa que atravesaremos. Aquí hay un templo erigido a Santa Ana, de orígenes románicos del siglo XII auque en el XVII sufrió reformas barrocas. Curioso es el reloj de sol del año 1811 coronado por un canecillo románico en el que se identifica a una mujer embarazada.
Cubillo de Castrejón
Continuamos por una pista agrícola rodeada de tierras de labranza y cultivo de cereal. Consistirá en algo más de kilómetro y medio hasta la siguiente población, Cubillo de Castrejón, que ya lo divisamos aproximarse.
Castrejón de la Peña
Debemos incorporarnos a la CL-626 para atravesar la urbe y avanzar hasta la siguiente, Castrejón de la Peña. Este lugar es la capital de uno de los municipios pertenecientes a la comarca de la Montaña Palentina.
Iglesia de Santa Águeda
Su Iglesia de Santa Águeda, del siglo XVI, sorprende por un lado, por su entrada porticada, con dos altas columnas que alcanzan el tejado.
Por otro lado, su portada, de estilo gótico renacentista, con acceso en arco carpanel y cuyas arquivoltas de medio punto se coronan con arco conopial bastante trabajado en detalles vegetales. Las cinco hornacinas del friso aparecen vacías, no así la del tímpano, presidida con la imagen de Santa Ana.
Por último contrasta sobremanera la reforma del reverso de la torre-campanario con respecto al estilo del anverso.

Reanudamos la marcha por la carretera local PP-2248 que planta frente a nosotros un fantástico escaparate calizo de algo más de kilómetro y medio.
Pisón de Castrejón
Después, giraremos a la izquierda por el Camino Pisón a Villanueva para desembocar en la siguiente localidad: Pisón de Castrejón.
Iglesia de la Asunción
En una pequeña loma se alza su Iglesia de la Asunción, románica, del siglo XIII y levantada con blancos sillares originarios quizá de la geología de este enclave.
El ábside semicircular es claramente románico, con ventana de medio punto e imposta ajedrezada. También de este estilo son sus canecillos, algunos adornados con simpáticas figuras e incluso algún guiño xacobeo.
Y románica es su espadaña, a la que se le añadió en el siglo XVIII un habitáculo en su reverso.
Del gótico encontramos detalles como esta ventana y esta especie de hornacina de arco conopial con la imagen de la Virgen.

Pero lo más destacado de este estilo se muestra en la portada, de arco apuntado con cinco arquivoltas que descansan en capiteles con escueta decoración vegetal. Cubriendo las arquivoltas se perfila un guardapolvo horadado a base de rombos. Por último, su friso lo componen las imágenes de los 12 apóstoles presididos por un Cristo Salvador en la parte central.
Regresamos a la travesía disfrutando de los últimos 3 kilómetros por la CL-626 por un entorno donde es fácil dejarse atrapar por este abrigo de cumbres.

Después, para evitar el asfalto, las señales nos hacen tomar una pista de tierra dirección a Tarilonte de la Peña, localidad escoltada por las cumbres de Peña Robla o Peña Grande, ya pertenecientes a la Sierra del Brezo.



Tarilonte
Iglesia de Santa Marina
Tarilonte nos recibe con su Iglesia de Santa Marina, precedida por un viejo crucero de piedra postrado en una columna compuesta de dos pilares. La iglesia de planta de cruz latina tiene orígenes románicos del siglo XII aunque sufrió reformas posteriores.

Interesante es su entrada porticada, cuyo arco de acceso se ornamenta con dientes de sierra. Sobre su portada de doble arquivolta hay un arco escarzano apoyado en capiteles románicos y en el tímpano, también rodeada de figuras románicas, hay una inscripción que cita el año 1821, quizá el año de las reformas de la iglesia.
Desde este porche también hay un habitáculo anexo con silueta cilíndrica por el que se accede a la torre campanario.
Abandonamos Tarilonte de la Peña por una pista de tierra que nos abre otro fantástico escaparate las Sierras del Brezo y de la Peña.
Estación de Tren Villaverde – Tarilonte
Poco después, a la altura de la Estación de tren Villaverde – Tarilonte, tendremos que cruzar con precaución las vías del ferrocarril La Robla – Bilbao, para en seguida incorporarnos a otra pista de tierra en suave ascenso entre la campiña.
Este camino conectará con otro que afronta un corto pero duro repecho al 12 % de inclinación para superar la loma de la Celada.
Aviñante de la Peña
Este obstáculo nos permite ganar altura, y con ello, contemplar nuevas y bonitas estampas. Esta en concreto, nos presentan los tejados de Aviñante de la Peña a la que no tardaremos en llegar.
Iglesia de Santa Magdalena
Rodando sus calles descubrimos la Iglesia de Santa Magdalena, con bastantes reformas en su factura, como la torre enfoscada. Tiene un recinto porticado apoyado en columnas de tipo toscano.
Santibáñez de la Peña
Abandonamos Aviñante tomando un carril de tierra que evita la carretera CL-626 para conectar con el siguiente pueblo, Santibáñez de la Peña. Es un descenso relativamente cómodo que nos permite llegar a esta urbe con relativa rapidez.
Iglesia de San Juan Bautista
Entre su arquitectura destaca la Iglesia de San Juan Bautista, que ha sufrido numerosas reformas, muchas de ellas modernas como la fábrica en ladrillo de su entrada porticada.
Las Heras de la Peña
Muy cerca de Santibáñez se ubica Las Heras de la Peña, con varios templos en sus dominios.
Ermita del Cristo de las Heras
El primero de ellos es la Ermita Barroca del Cristo de las Heras, construida entre el siglo XVII y XVIII, que dispone dos entradas porticadas, siendo la sur más rústica que la norte, esta última de factura más moderna.
En su espadaña se le han embutido varios escudos de armas en su fábrica de sillería bien perfilada.
Iglesia de Santa Eulalia
Un trabajo que contrasta con la piedra de mampostería de la construcción del segundo templo, la Iglesia de Santa Eulalia. Este edificio que se alza en un pequeño alto es de traza gótica también conserva algunos elementos del románico.
Continuamos nuestro periplo rodeando la ladera sur de la Sierra del Brezo por un carril de tierra paralelo a la CL-626 al tiempo que vamos atravesando nuevas localidades.
Iglesia de la Asunción de la Virgen de Villanueva de Arrriba
La siguiente es Villanueva de Arriba cuyo templo está erigido a la Asunción de la Virgen.
Es de estilo gótico, aunque sufrió reformas barrocas en el siglo XVII. Desgraciadamente, al encontrarla cerrada, no pudimos ver la tumba de un caballero del siglo XVI.
Iglesia de Santa Eulalia de Mérida de Muñeca
Las plantaciones de cereal ganan ahora protagonismo dirigiendo nuestras ruedas hasta las estribaciones de la villa de Muñeca, en la que se alza la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida, de orígenes románicos aunque su aspecto actual corresponde a reformas barrocas del siglo XVIII. Una entrada de medio punto da acceso a un atrio completamente cerrado con mampostería.
Guardo
Un pequeño repecho de 500 metros nos espera a la salida de Muñeca, pero una vez superado solo tenemos que dejarnos llevar por el descenso hasta la localidad de Guardo.
Esto también significa tener que ir despidiéndonos de las cumbres calizas que nos han acompañado durante esta primera parte de la etapa.
En esta localidad de arraigada cultura minera se puede optar por tomar una bonita variante por la montaña para llegar a Puente Almuhey, nuestro objetivo de hoy, aunque es más larga y exigente. Tendremos que tirar de intuición para elegir qué variante coger.
La salida de Guardo supone un ascenso riguroso de dos kilómetros en el que acumularemos más de 100 metros de desnivel positivo, primero por asfalto, para luego hacerlo en pista de tierra.
Dicho y hecho, descartamos esta variante para proseguir por la oficial, que también tiene buenos alicientes como una fuente de piedra, cuyo aprovechamiento nos vendrá bien al finalizar la subida.
Ermita del Santo Cristo de Amparo
El ascenso descansa en la Ermita del Santo Cristo del Amparo, un edifico de una sola nave construido en el siglo XVIII sobre los cimientos de otro templo más antiguo, quizá románico del siglo XII ó XIII. Se ubica en una explanada susceptible para la celebración de las romerías de la Virgen del Carmen y del Cristo.
De la austeridad del complejo de piedra resalta su espadaña en ladrillo, que hace también de pórtico con un arco de medio punto.
Descendemos ahora unos metros hasta cruzar la CL-626 para luego incorporarnos a un breve robledal. Las señales desembocan a una pista asfaltada, aunque muy pronto nos introducen en otra de tierra flanqueada de pinares.
Es un camino ancho, de firme cómodo y de perfiles suaves que atraviesa el llamado Valle del Arroyo de los Pontones. Por aquí transitaremos algo más de 4 kilómetros disfrutando de la calma de lugar, incluso en los momentos en los que hay que imprimir algo más de esfuerzo.


Iglesia de San Pedro de Cansoles
Realizada la última subida de este tramo a unos 1160 metros de altitud, iniciamos un descenso que nos conducirá San Pedro de Cansoles, última villa de Palencia que visitaremos.
Aquí se edificó la Iglesia de San Pedro cuya torre parece haber sobrevivido a las reformas del cuerpo de la nave.

Salir de esta localidad significa hacerlo también de su provincia para entrar en los dominios de su vecina León. Su Macizo de Peñacorada hace de antesala a la también conocida montaña leonesa.

Las Eras
Descendemos ahora para cruzar el Arroyo de Valcuende y situarnos posteriormente paralelo a él mientras remontamos el lugar de las Eras.
La orientación al norte deja entrever algunas cumbres calizas del Parque Natural de Fuentes Carrionas. Y esta estampa acompañada de un verde prado salpicado de casas rústicas a modo de brañas, convierte el tránsito en una experiencia muy placentera a la vista.
Iglesia de San Juan Bautista de Valcuende
Rústica también es la Iglesia de San Juan Bautista que nos recibe en la localidad de Valcuende. Sillares y mampostería se emplearon en su construcción y en la espadaña parece verse el año de finalización de la obra – 1702 -. Su atrio destaca por el empedrado del suelo y el soporte del tejado por medio de columnas de madera.
Salimos de Valcuende por la denominada, acertadamente, Calle Arriba. Una vez en la cima, las señales nos hacen abandonar el asfalto por una pista de tierra y grava con buenas panorámicas a la Cordillera Cantábrica.


Iglesia de San Julíán de Cegoñal
Avanzamos por la amplia campiña por un carril que poco a poco irá siendo flanqueado por la arboleda hasta llegar a Cegoñal. Su templo, dedicado a San Julián se construyó en el siglo XIV y destaca la entrada de medio punto que da acceso a su atrio cubierto.
De Cegoñal de Puente Almuhey, nuestro destino de hoy, solo distan 3 kilómetros. Su trazado comienza bien por un camino emboscado, sin apenas dificultad. Sin embargo, poco a poco el firme se va cubriendo de maleza hasta casi desaparecer. Incluso perdemos de vista las señales.
Gracias al track podemos orientarnos, pero llega un momento en que la senda deja de ser ciclable.
Debemos conectar con la carretera CL-626 lo que significa afrontar un delicado descenso empedrado en el que la señalización vuelve a dar señales de vida, aunque sea al final de este tramo.
Una paliza final que será recompensada con las buenas atenciones de nuestro hospedaje de hoy.
Hasta la próxima!

