
PICO EL TERRIL
En esta jornada nos vamos al municipio de Pruna, en Sevilla, para realizar el ascenso al techo de esta provincia andaluza situado a unos 1.127 metros de altitud.
Desde lo alto podremos obtener espectaculares vistas a la campiña sevillana y distintas elevaciones como la Sierra de Grazalema, Serranía de Ronda o la Sierra de Alhama, Tejada y Almijara.
Un enclave que entre los siglos XII-XV fue zona fronteriza y de conflicto entre los reinos musulmanes y cristianos. Prueba de ello son los castillos defensivos que levantaron los árabes en Pruna o en Olvera.
Municipio de Pruna
Hola amig@s!
Nos encontramos en el municipio de Pruna, en Sevilla, dispuestos a coronar el techo más alto de esta provincia andaluza, el Pico El Terril.
Mirador Puerta de la Ventana
Para iniciar esta jornada podéis dejar el coche aquí, en el aparcamiento Mirador Puerta de la Ventana, que se encuentra entre el km 8 y 9 de la carretera SE-9225, y que nos da vistas al norte a la Sierra de la Rabitilla.


Saliendo del aparcamiento al este ya encontramos un poste de señalización de la ruta, que se iniciará a pocos metros de nosotros, en cuanto crucemos al otro lado de la carretera.
Sierra del Tablón
El sendero empieza fuerte, con pendientes pronunciadas que nos van dirigiendo a los pies de estas crestas rocosas que marcan por el oeste, el inicio de elevaciones de la Sierra del Tablón.

El trazado navega entre encinas y frondosa vegetación silvestre, donde podemos apreciar algunas especies de flora, como la jara estepa, amapolas o el hinojo.
Fuertes y deslizantes pendientes iniciales
El exigente desnivel acompañado de la presencia de tierra y algo de grava en el firme hacen deslizantes algunos tramos que pisamos. Así que tomad precauciones en esta parte ya que podéis llevaros algún que otro resbalón.
Son los primeros 600 metros, con inclinaciones de hasta el 24% de desnivel que bien sirven para calentar las piernas y en los que acumularemos unos 100 metros de subida. También es el único intervalo de esta ruta en la que disfrutaremos de la sombra de la arboleda ya que después el dominio será de las retamas, palmitos, lentiscos y toda una variedad de matorral mediterráneo que nos acompañará hasta la cima.
La ganancia de altura nos deja a la espalda vistas a la campiña sevillana y a la cuenca del Río Guadaira.


Puerto de la Ventana
Superado este intervalo llegamos a una pequeña planicie conocida como el Puerto de la Ventana, donde se planta este pluviómetro, que dispuesto de esta manera no sabemos muy bien si cumplirá correctamente su función.


Seguidamente, el sendero continúa progresando por esta depresión, pero a escasos metros nos sorprende un rebaño de ovejas que se interpone en nuestro camino. Parecen tan felices en sus labores de ingesta que no queremos molestarlas. Además sentimos un poco la presión del pastor al clavarnos la mirada desde lo alto de un cerro, vigilante a todos nuestros movimientos
En cualquier caso, decidimos alterar un poco el trazado para rodear a estos rumiantes y así evitar cualquier estampida. Además, el pequeño desvío al final nos lleva de igual forma al camino correcto el cual vuelve a inclinarse de nuevo con exigencia, ganando más altura.


Banda Morisca
Las ovejas no lo saben, pero en el mundo de los humanos este territorio fue zona fronteriza y de conflicto entre los reinos musulmanes y cristianos entre los siglos XII y XV. Prueba de ello son los castillos defensivos que levantaron los árabes en Pruna y en Olvera, este último situado ya en la provincia de Cádiz.

Fuente del gráfico: https://es.wikipedia.org/wiki/Frontera_de_Granada
Lo que hoy transitamos nosotros en aquellos tiempos formaba parte de la denominada Banda Morisca, territorio que hacía frontera entre el Reino Nazarí de Granada con los últimos anexados a la Corona de Castilla, como el de Sevilla, Jaén o Córdoba. Y damos fe que desde estas latitudes los espías de uno y otro bando podían obtener una vista general de cómo se la podían estar gastando los enemigos al sur de la banda.
Por la vertiente sur de la Sierra del Tablón
Porque lo que estamos remontando es la vertiente sur de la Sierra del Tablón, que se derrama hacia la parte meridional del territorio, que con más metros ganados de altura nos ofrece mejores panorámicas de los bastiones defensivos con las Sierras de Grazalema, Harinas, Líjar y parte de la de Ronda como telón de fondo.


Y bajo nuestros pies se dejan ver buenos Cortijos que hoy aprovechan las bondades de esta tierra.

Un tramo carente de sombra
Continuamos el trayecto por este flanco siguiendo el dibujo del firme pisado donde no faltan las indicaciones blancas y verdes de señalización del sendero. Un camino aquí carente de sombras, y que puede hacerlo más duro si no vamos bien hidratados.
El vértice geodésico de El Terril ya se deja ver en la cima lo que nos hace comprobar que todavía nos queda un buen trecho por recorrer, que por cierto, ahora asoma con vértigo a la caída mientras se va encajonando entre las ondulaciones del terreno.
Detrás, estas ondulaciones esconden momentáneamente la tierra de castillos, pero enseguida vuelve a aparecer entre las escarpadas lomas.
 

Ganando algo más de altura conseguimos estar al mismo nivel de la cresta que luego recorreremos en el viaje de regreso. Ahora toca seguir por el camino de la vertiente sur de la Sierra del Tablón para hacer este ascenso algo más suave. La cima ya se divisa cada vez más cerca.
Si el sol os castiga mucho, estas encinas dispersas os pueden venir bien para tomar aire y avituallaros antes de encarar el tramo final, que se las trae.

Último y duro tramo de subida
Lo mejor para enfilar la subida es situarse en la cresta de la loma, hecho que nos va a permitir por fin otear la cara norte del territorio, donde resalta el pico Algámitas, hermano pequeño de El Terril, y que dejaremos para otra ocasión. En la siguiente entrada podéis ver la subida a esta cima que no tiene desperdicio 👉🎥SUBIDA al PICO ALGÁMITAS

El vértice geodésico está a tan solo a 300 metros de distancia pero a una altura de 50 metros sobre nuestras cabezas lo que hará que salvemos pendientes de entre el 12 y el 23 por ciento de inclinación para superar este trecho.

Un corto pero exigente ascenso donde las espectaculares panorámicas te dan un impulso extra.
Pico el Terril
Desde aquí arriba, a unos 1127 metros de altura, podemos obtener unas vistas de 360º de todo el entorno que rodea a esta lengua de tierra elevada que es la Sierra del Tablón. Si la calima o la niebla lo permiten, al este pueden adivinarse los Llanos de Antequera, el Torcal y las cumbres de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.


Más próximo a nosotros, al norte, vemos el pueblo de Algámitas, urbe que da nombre a este mogote de roca de 1121 metros de altura que luego progresa al oeste en descenso hacia la Sierra de la Rabitilla, y ésta hacia la campiña sevillana.

La Serranía de Ronda y El Torreón de Grazalema culminan la vista hacia el sur, y también se adivina el Gastor protegido entre sus tajos.
 

Puerto del Zamorano
La depresión que existe entre el Pico Algámitas y la Sierra del Tablón se la conoce con el nombre de Puerto del Zamorano, por la que pasa la carretera SE-9225, que bien divisamos mientras realizamos el viaje de regreso.
Descenso por la cresta de la Sierra del Tablón
Tomad precauciones también en la bajada que aunque esté señalizada para guiaros por los sitios más accesibles, el terreno también es algo deslizante. Casi, casi eh?
La intención es hacer la vuelta recorriendo la cresta de la sierra para descubrir otra perspectiva del entorno.

Nuevo ascenso al cerro contiguo a El Terril
Esto hará que tengamos que volver a ascender hasta otro de los cerros, para superar de nuevo los 1120 metros de altura. Los buitres que deambulan por el lugar nos echan el ojo por si acaso, pero vamos, no le vamos a dar el gusto.

Alcanzada la loma contigua a El Terril, solo nos resta disfrutar del paseo por la cresta, en descenso, con panorámicas hacia todos los puntos cardinales. Desde aquí se abre un mejor ventanal al oeste, donde se aprecian las Sierras de las Harinas, Líjar, Montellano y Esparteros.


 
Una caseta metálica a modo de refugio
Seguimos progresando por la cresta donde volvemos a realizar un pequeño ascenso para alcanzar el siguiente resalte. Aquí hay una pequeña caseta metálica que suponemos hará las veces de pequeño refugio en caso de necesidad.
 

 

Echamos la vista atrás para ir despidiéndonos de la cima de El Terril, que pronto dejará de estar visible.

Ahora lo que sí está al alcance de nuestra mirada es el aparcamiento mirador Puerta de la Ventana, punto y final de la jornada, pero para llegar a él primero debemos finalizar el paseo por la cresta, con un último descenso algo más exigente.
Este tramo desemboca en el pluviómetro y ya lo que nos resta es deshacer el camino ya conocido, aunque en esta ocasión llegando a los farallones rocosos de inicio nos sorprende la cercanía de algunos buitres, hecho que no dudamos en capturar.

Parece que el hambre aprieta, y a nosotros también después de esta estupenda jornada de senderismo. Así que a celebrarlo.
Hasta pronto!

