
CIUDAD ROMANA de OCURI
Visitamos la Ciudad Romana de Ocuri, en Ubrique (Cádiz), un yacimiento arqueológico todavía no muy conocido ya que se ha hecho visitable hace tan solo 6 años.
No obstante, lo que de momento se ha podido descubrir promete un valioso recinto arqueológico. Aunque ya lo es, su bien conservado Mausoleo, la Muralla Ciclópea, las Cisternas y restos de Viviendas y Termas así lo enaltecen, además de estar situado en un espectacular bastión natural desde el que se domina un amplio territorio.
Su época de mayor esplendor es la romana, entre los siglos I y II después de Cristo, aunque se han encontrado restos del VI antes de Cristo, de época Íbera.
Para ver este yacimiento es necesario Reservar la Visita ya que solo se puede hacer mediante guía. Os dejamos el enlace en el que podréis realizar esta reserva on-line:
WEB PARA RESERVAR LA VISITA
Centro de Recepción Ciudad Romana de Ocuri
Hola amig@s!
Hoy nos hemos trasladado al Parque Natural de la Sierra de Grazalema para descubrir un yacimiento arqueológico muy poco conocido hasta la fecha. Nos referimos a la Ciudad Romana de Ocuri, situada a muy poca distancia de la localidad de Ubrique, en Cádiz.

Es necesario Reservar la Visita
Os adelantamos que para visitarla es aconsejable realizar una Reserva previa ya que solo se pueden ver de forma guiada. Podéis hacer la reserva online desde su página WEB.
Una apuesta por el valor Monumental y Natural
Una vez dentro del recinto del yacimiento, al que llegamos desde el Centro de Visitantes, se observa que han cuidado el acceso construyendo una cómoda pista de cemento y piedra, jalonada por balaustradas de madera.
Con esto se facilita el tránsito, ya que el recorrido asciende por el cerro conocido como Salto de la Mora, ganando unos 100 metros de altura en apenas 1 kilómetro.
En este lugar, además de la puesta en valor del patrimonio arqueológico que tímidamente empieza a asomarse ante nosotros, también tiene gran relevancia el patrimonio natural, donde unos ejemplares de Cabra Payoya forman parte de este atractivo turístico.
Desde luego parecen más que acostumbradas al paso de los visitantes. Y pueden estar tranquilas, ya que son muy respetadas, pues el queso que produce este tipo de cabra de origen pirenaico es muy famoso por la calidad de su leche.
Continuamos ascendiendo entre acebuches, algarrobos y cornicabras y un perfil que salva mediante escalones las inclinaciones más escarpadas.
Calzada Romana
Los trabajos de creación de este camino finalizaron en 1999 y durante el proceso constructivo los obreros se toparon con un tramo de unos 25 metros de Calzada romana que se dirigía a la ciudad por la cara norte.
Se cree que este camino también uniría antaño a la ciudad con otros asentamientos de la zona.
Mausoleo
Zigzagueando unos metros más por el trazado alcanzamos uno de los hitos más destacados de este yacimiento: el Mausoleo.

Este edificio, único en su categoría de toda Andalucía, se encuentra fuera de los muros de la ciudad, al igual que todos aquellos espacios destinados a los enterramientos, según la normativa sanitaria romana.
La estructura rectangular de algo más de 12 metros de altura está levantada a base de hormigón y piedras aunque luego se le recubrió con sillares.
Se accede al interior por lo que pudo ser anteriormente una de las hornacinas, similar a la que encontramos en la cara frontal, acompañada por un nicho a cada lado.
Las hornacinas de las caras laterales son más profundas y también son acompañadas por varios nichos donde probablemente habría imágenes o urnas cinerarias.
La bóveda del interior es de medio cañón y coronando la cara frontal se planta una especie de pedestal escalonado hacia un pequeño tragaluz.
Continuamos la visita de nuevo ascendiendo, rodeando el complejo del mausoleo al tiempo que se va dejando al descubierto su techumbre conforme ganamos altura. Las investigaciones apuntan a que en este espacio se podía usar para realizar ritos funerarios.
Para finalizar, el Mausoleo está datado entre el siglo I y II después de Cristo.
Muralla Ciclópea
El terreno vuelve a empinarse para afrontar los últimos metros antes de llegar a los muros de la ciudad. Concretamente, llegamos a la entrada de la Muralla, cuyos primeros orígenes están fechados en el siglo V antes de Cristo, en época íbera, donde se levantó la estructura por medio de la construcción ciclópea, es decir, a base de grandes piedras sin usar argamasa.



Esto se aprecia en ciertos sectores de la muralla aunque bien es cierto que luego hay otros que delatan el empleo de argamasa, e incluso sillares almohadillados, fruto ya de modificaciones posteriores en la época de los cartagineses y después la romana.
Vivienda
En estos metros cuadrados de la entrada se adivina también las paredes de una vivienda en cuyo interior se han encontrado restos de huesos de animales, cerámicas y monedas. Un conjunto datado entre el siglo I y II después de Cristo.
Cisterna
No mucho más lejos damos con otro recinto en el que resalta la estructura de una cisterna que servía para el almacenaje de agua, bien para suministrar a la vivienda o bien para el uso de riego. Se calcula que este perímetro rectangular con esquinas redondeadas tenía capacidad para unos 30.000 litros de agua.
El habitáculo en el que se ubica aprovecha la presencia de una roca para tallar una escalera, quizá para acceder a lo que sería la planta superior de la vivienda.
Fuente de Minerva
Desde aquí se observa una pequeña estructura cuadrangular, conocida como Fuente de Minerva, donde apareció una talla sin cabeza de una diosa griega
El Foro
Continuamos la visita hacia el sur por un sendero delimitado por piedras hasta la explanada donde se encontraría el Foro de la ciudad.
Son 1.200 metros cuadrados donde se concentraba la vida de la urbe aunque desafortunadamente no quedan en pie restos de sus edificios, salvo algunos resquicios de lo que se identifica como una taberna y escasos trazos de muros.
Termas
Algo más al sur damos con un complejo mejor definido. En principio, damos con otra cisterna, ésta recubierta con piedras y ladrillos seguramente el siglo XVIII por el propietario que compró esta finca, Juan Vegazo. Su profundidad es de 2 metros y puede almacenar unos 8.000 litros de agua, quizá utilizados para abastecer a las Termas, esa estructura de mayores dimensiones que encontramos a escasos metros.


Aquí se identifica una cisterna en forma de L que hacía las veces de piscina y las arterias de algunas canalizaciones. También hay un espacio amplio al sur que termina en un ábside semicircular. Seguramente se trataría de una exedra, es decir, una construcción descubierta con asientos y respaldos fijos distribuidos por la curva de la planta.
Descubrimiento del yacimiento
Hay otras estancias cuya función todavía se desconocen. Al igual que otras estructuras de la ciudad, las termas se construyeron en la época de su mayor esplendor, sobre el siglo I y II después de Cristo.
Pero, ¿cómo se llegó a descubrir este yacimiento? Debemos darle las gracias al ya mencionado Juan Vegazo, que en el siglo XVIII compró estos terrenos precisamente para confirmar sus sospechas de la presencia de una urbe romana tras hallar unos restos en la zona.
Casa de Juan Vegazo
Juan se construyó aquí euna casa, probablemente sobre los cimientos de uno de los templos del foro y reutilizando piedras y sillares de las propias ruinas. Aquí vivió un tiempo mientras desenterraba algunos de los misterios de este lugar.
Lo que sí permanece en pie junto a la casa es este ejemplar de Acebuche centenario, incluido en el Catálogo de Arboles singulares de Cádiz. Se dice que tiene la friolera de 700 años de vida.
Vivienda y Cisterna
La visita va a finalizar en la última vivienda que veremos en el sureste del recinto, que como podemos observar, gozaba de unas vistas privilegiadas a las Sierras del Endrinal, Caíllo y las Viñas.
En el conjunto se observan varias habitaciones y otra cisterna, similar a la que vimos al entrar en la urbe, solo que esta tiene una mayor capacidad, unos 44.000 litros. Debido a su ubicación elevada pudo servir para abastecer a la ciudad, en lugar de un uso más privado.
No muy lejos hay otra cisterna más aunque la visita no llega a ella.
Un aunténtico Bastión Natural
No hay duda de que Ocuri estaba situada en un lugar estratégico desde el que poder controlar el paso por esta sierra. De hecho, si bajamos la mirada podremos otear la bien conservada Calzada Romana que cruzaba toda esta depresión. Hoy día podemos recorrer perfectamente los 3 kilómetros que conectan Benaocaz con Ubrique.
La actividad finalizará con el regreso al Centro de Visitantes donde podremos ver un vídeo muy ilustrativo de lo que pudo ser la ciudad de Ocuri.
Y justo al lado, en LaVenta de Ocuri, daremos el broche de oro a esta interesante jornada degustando una deliciosa gastronomía.


Hasta la próxima!

