
11 · VILALBA – AS LAXES
Hoy el día nos depara un recorrido largo en kilómetros, saliendo en principio desde Vilalba para ir progresando de nuevo por la comarca de A Terra Chá.
Las pequeñas aldeas se suceden en un más que reconocible enclave rural que se intercala por la intermitencia de los cursos fluviales, varios de ellos salvados por puentes históricos como Ponte Rodríguez, Ponte de Saa y Ponte de San Alberte.
El Camino Real nos deja otros hitos monumentales de gran valor como las iglesias de Santiago de Baamonde y de Miraz, las modestas Capillas do Carmio y de Santo Adrián o la Torre de Miraz.
La Capilla de Santo Alberte y su A Fonte da Fala nos sorprenderán por el marco natural en el que se cobijan, un lugar para el recogimiento espiritual y que nos transporta siglos atrás.
Vale la pena también desviarse pocos metros para visitar la Iglesia de Paio de Seixón de Abaixo que conserva gran parte de su obra románica.
Cerraremos la etapa con el gran gesto de Lorenzo, el peregrino que nos acompañó la etapa anterior y que tras realizar su Camino nos hizo un obsequio que no dudamos en compartir con vosotr@s . Esperamos que os guste!
Lorenzo en Instagram 👉 @green_shadow_music
Vilalba
Hola amig@s!
Os damos los buenos días desde la Capilla neogótica de San Roque, en Vilalba, templo que encontramos mientras buscamos un sitio para desayunar.

La etapa de hoy, larga en kilómetros, nos ha hecho madrugar. Por eso, tras espabilar una vez tomado el cafelito no tenemos tiempo que perder para emprender la marcha que, en principio, nos dirige al valle del Río Madalena.

Ponte dos Pasos
El Ponte dos Pasos nos permitirá cruzar este curso fluvial que ya conocimos en la jornada anterior disfrutándolo a través de su “Paseo dos Soños”, una ruta que combina naturaleza, arte y etnografía.
A continuación realizamos un pequeño ascenso entre las casas dispersas del Barrio de O Coto hasta que damos con la ya conocida A-8, que pasamos por debajo.
A Ponte Rodríguez
Descendiendo unos metros damos con el Río Trimaz, sobre el que nos elevamos ayudados por A Ponte Rodríguez, un paso de probables orígenes del medievo que ha perdido parte de su esencia por las numerosas reconstrucciones sufridas a lo largo del tiempo.
Aún así, el puente ha mantenido un aspecto de arquitectura popular, en consonancia a la de las viviendas contiguas del barrio del mismo nombre.

Aquí se plantó en el año 2018 el Crucero de Ponte Rodriguez distintivo jacobeo que realza su estampa con un bonito hórreo de madera situado a escasos metros.
Al reanudar la marcha, encaramos un fuerte repecho para salir de esta cuenca fluvial rebasando con ello las casas dispersas de barrios como O Camiño y A Seara.
La pendiente parece suavizarse en el lugar de Gabín, un núcleo de viviendas algo más concentrado pero que igualmente atravesamos con rapidez.
Luego nos adentramos en los bosques del monte A Camposa en cuyos dominios finalizaremos este ascenso.
Robles, pinos y eucaliptos nos escoltan en estas pistas de tierra compacta, hierba y hojarasca, bien señalizadas por los iconos xacobeos, hasta el lugar de As Turbelas, muy próximo al paso de la Autopista A-8.
Mientras sumamos pasos al recorrido nos parece importante hacer mención a la red de albergues en este Camino del Norte, que nos está sorprendiendo para bien. Se aprecia en los cuidados y detalles que los propietarios conocen las necesidades de l@s peregrin@s. Creemos que es bueno recalcarlo.
Tras cruzar la A-8 por un paso a nivel llegamos al lugar de A Estrada que mantiene varios hitos monumentales de interés que alcanzaremos una vez cruzada la carretera nacional 634.

Cementerio
Se aprecian bien desde la distancia, por un lado, el gusto neogótico del cementerio con altos pináculos rematados con cruces. Al igual que vimos en Goiriz, puede tratarse de un complejo levantado en el siglo XVI, aunque con diversas reformas posteriores.
Iglesia de San Xoán de Alba
Por otro lado, se emplaza junto al cementerio, la Iglesia de San Xoán de Alba cuyo austero aspecto actual en decoración se debe a una reforma del siglo XVII.

Llama la atención el cimborrio con ventanales que sobresale del cuerpo del crucero.
Frente al templo se yergue un cruceiro que exhibe imágenes algo más cándidas en comparación a las encontradas en otros monumentos de este tipo.
Regresaremos a la orilla opuesta de la nacional para reemprender la marcha.

Retomamos caminos que continúan navegando por la campiña de la comarca de A Terra Chá, dominada aquí por los pastizales.
Pedrouzos y Goriz
Pedrouzos será la primera de las aldeas rurales que encontraremos a nuestro paso en este intervalo de recorrido. A destacar, los tejados de pizarra típicos de la arquitectura de la zona.
También los veremos en Goiriz, otro lugar que atravesaremos cientos de metros después. Aquí también llama la atención, primero, este colorido hórreo y segundo una antigua fuente rehabilitada. (Fuente de Goiriz).

Para seguir descubriendo los pequeños núcleos de casas y las fincas que discurren por la zona es inevitable nuevos encontronazos con la N-634. Tras otro cruce, el lugar de As Casas Novas nos sorprende con el gesto de un improvisado altar xacobeo.
Luego el camino se encapota por la frondosidad de buenos ejemplares de robles y castaños que nos aíslan de cuando en cuando de los enclaves rurales.
Tras 800 metros más de pasos el asfalto de la nacional regresa en el sitio de Ponte Saa, pero esta vez nos premia con un buen lugar de avituallamiento, Casa Alejandro.
Ponte de Saa
Una vez repuestas las energías, las señales nos hacen pasar bajo la A-8 para ir a conocer uno de los hitos emblemáticos de esta etapa, Ponte de Saa, que ya disfrutan Santiago y Milagros.

Esta larga estructura hecha en piedra es de origen medieval, y cuenta con un gran ojo ligeramente apuntado que deja pasar el cauce del Río Labrada y otros de medio punto como aliviaderos para cuando el caudal presenta crecidas.

Aunque el puente se ha reformado en varias ocasiones ha seguido manteniendo la esencia de antaño. Aquí se respira la historia del Camino.

A continuación, el recorrido vuelve a llevarnos bajo la Autovía del Cantábrico para luego realizar un nuevo cruce por la N-634.
El camino discurre entre agradables tramos rurales
Afortunadamente mantendremos alejadas esta red de carreteras principales durante unos kilómetros y disfrutaremos de otras más tranquilas, como esta que discurre por el lugar de As Lamelas, donde gozamos otros instantes con la compañía de Milagros y Santiago.
Con ellos transitamos este agradable entorno rural condimentado a base de pastizales, huertas, frutales y otros cultivos mientras vamos dejando atrás lugares como As Penas, Contariz o As Casas Novas.

Una buena caminata que también se hace más llevadera si la compañía es grata, como es el caso.
En el sitio de Casamuniño los signos identitarios de la agricultura y ganadería complacen nuestros sentidos. Santiago y Milagros aprovecharán para seguir avanzando mientras nosotros nos detenemos a retratar a estos miembros vacunos.

Capela do Carmio (A Castiñeira)
Tras las viviendas de Casamuniño llegan las de A Castiñeira otro pequeño núcleo de casas que antecede al hito monumental de la Capela do Carmio.
La modesta nave con cubierta a dos aguas contrasta con su espadaña barroca coronada por pináculos.
Desde la pequeña ventana de la fachada principal podemos mirar al interior y adivinar el retablo que alberga como motivo central una imagen de la Virgen del Carmen del siglo XVIII. Las otras tallas que la escoltan corresponden a San Ramón y a Santiago Apóstol.
El Camino avanza para cruzar a pocos metros el Rego Pequeno do Carmen y luego continuar progresando por pista de asfalto hacia el sur.
Ermita de San Adrián y San Xiao (Carballido)
La intención es almorzar en Baamonde aunque antes hay seguir descubriendo lugares, como Carballido, donde se alza otro pequeño templo, la Ermita de San Adrián y San Xiao.
Es del siglo XIX y corona la fachada principal una arqueada espadaña barroca.
Siguiendo la orientación hacia el sur encontraremos la infraestructura de la Autovía del Noroeste A-6, que salvaremos por un paso inferior. Después, la flanquearemos unos cientos de metros hacia el oeste hasta incorporarnos a la familiar N-634, que nos llevará directos a Baamonde.
Baamonde
Aquí encontraremos el kilómetro 100,456 para Santiago de Compostela.

El Restaurante Galicia es un buen lugar donde almorzar en Baamonde, disfrutar de su café de pota y de paso conocer algo de su historia.
Vamos a descubrir de primera mano varios hitos monumentales de esta localidad, todos recogidos es un reducido espacio.
Iglesia de Santiago de Baamonde
Para comenzar tenemos su Iglesia de Santiago, que comenzó a levantarse en estilo prerrománico en el siglo IX y continuó con trazas románicas ya en el XII.
Las portadas oeste y sur presentan este estilo con arcos de medio punto. Las arquivoltas son polilobuladas y sostenidas por capiteles de motivos vegetales y otros que no llegamos a identificar por la gran erosión sufrida.

La construcción del templo se dilató en el tiempo, de hecho, la capilla mayor se concluyó en el siglo XV, como podemos observar en la ventana del ábside de estilo gótico. Los contrafuertes también son de esta época.
Hay otros detalles en el exterior, como varias lápidas funerarias junto a la portada oeste o una gárgola coronando la fachada este. Todos ellos muy afectados por el desgaste del tiempo.
Cruceros del Calvario
Frente a la iglesia se añadieron en el siglo XVIII unos cruceiros para representar el Calvario.

Solo el central está labrado en su remate con las tallas de un Cristo crucificado en una de las caras, y una Virgen Dolorosa en la otra, bien identificada con los 7 puñales que representan los 7 dolores de la Virgen María.
Castaño Milenario
Por último, frente al muro meridional del templo se encuentra un Castaño Milenario muy singular. En 1971 estuvo a punto de desaparecer debido a las obras de construcción de la carretera Nacional VI, pero gracias a la intervención del escultor local Víctor Corral, se impidió su destrucción.

Al artista se le ocurrió crear un pequeño altar en el interior de este magnífico ejemplar de castaño, tallando en la propia madera una Virgen del Rosario, la patrona de Baamonde. Este gesto llegó a conseguir tanta fama que las autoridades respetaron la supervivencia del árbol.
Con el tiempo el artista continuó tallando el árbol con pequeños detalles que hoy turistas y peregrinos se entretienen en descubrirlos con fascinación.
Tramo de 3 kilómetros por carretera nacional
Reanudamos la marcha dirección oeste, siguiendo el dibujo de la N-VI durante casi 3 tres kilómetros. El arcén es ancho pero más vale siempre andarse con ojo con el tráfico que a decir verdad tampoco es muy intenso por aquí.
Pronto, las señales nos desviarán para cruzar el ferrocarril León-La Coruña e introducirnos en la cuenca fluvial del Río Parga.
Puente de San Alberte
Sin apenas darnos cuenta nos incorporamos al Puente de San Alberte que cruza este agraciado curso de agua. Esta estructura se levantó en el siglo XIV, en estilo gótico, como bien lo refrendan sus dos arcos ojivales, uno de ellos más acentuado que el otro, quizá fruto de reformas posteriores.

En medio de los arcos está el tajamar o aliviadero para distribuir el agua entre los ojos.
Por unos instantes el enclave nos transporta al medievo y todavía nos sumergirá más en esta época al continuar avanzando hasta introducirnos en la frondosidad de un bonito bosque de robles y castaños.

Esta arboleda cobija, como si de un tesoro se tratase, hitos monumentales de relevancia: A Fonte da Fala (la Fuente del Habla) y la Capilla de San Alberte.
A Fonte da Fala
La fuente de granito es de estilo renacentista aunque su origen está asociado a la capilla. Hasta aquí se traen a los niños para mejorarles la habilidad del habla o para curar a enfermos que creían estar poseídos por el demonio.
Capilla de San Alberte
Por su parte, la Capilla de San Alberte se construyó en el siglo XIV en estilo gótico como se aprecia en la ventana del ábside o en los contrafuertes.

Su fachada principal es sobria en ornamentos, a diferencia de la variedad de motivos que presentan los canecillos de las cornisas.
Muy cerca de la Capilla, existía un antiguo Hospital de Peregrinos.
Crucero de Santo Alberte
Para finalizar, junto al camino se planta un cruceiro, más moderno, con una imagen de un Cristo crucificado en una cara, y en la otra la imagen de una Virgen Coronada.
A partir de aquí iniciamos un exigente ascenso comprendido entre el Monte de Lagares y el de O Pombal.
Un estimulante recorrido entre aldeas y frondosidad vegetal
Un precioso itinerario emboscado que se ve aderezado en estas horas de la tarde con la presencia de numerosos peregrinos y varios bicigrinos. Sin duda una buena forma de sentirnos parte de la esencia xacobea.
El firme de tierra pasa por momentos al asfalto en el lugar de A Fonte para luego recuperar su aspecto rural en los sitios de Sobreouteiro y Bandoncel.
Y después, nuevos y estimulantes pasillos de agradable arboleda que nos hacen avanzar casi de manera hipnótica por el trazado.
Tras este paréntesis vegetal llegamos a otra sucesión de poblaciones. Digañe y A Raposeira serán las siguientes a atravesar y entre ellas fluye el curso del Rego de Portaxestas, que cruzamos por un puente.
Y unos cientos de metros más tarde las casas de Eirexe donde observamos un viejo pozo de agua con abrevaderos.

Justo en este punto del camino llegamos a los 30 kms de etapa y a decir verdad, ya empieza a hacerse un poco larga.
Aldar
En el sitio de Aldar nos tomaremos un pequeño descanso para reporner algo de fuerzas, no vaya a ser que acabemos destrozados al terminar la jornada.
Reanudamos el viaje abandonando Aldar por pista de asfalto para luego incorporarnos a una boscosa senda donde dominan al principio altos eucaliptos. Al poco ganan terreno los robles y castaños, sitio ideal para colocar un área de descanso.
Si lo llegamos a saber habríamos andado un poco más para llegar aquí en lugar de pararnos en una calle de Aldar. Además, en las cercanías discurre el Rego Lavandeira, curso fluvial que suaviza la sensación térmica, pues el calor pega con fuerza.
Seixón de Abaixo
Una vez cruzado el río llegamos a la población de Seixón de Abaixo donde un vecino de alguna forma trata de motivar a los peregrinos con música animada y detalles xacobeos en el exterior de su propiedad. Lo agradecemos, porque llegar aquí hoy ha costado más de 32 kilómetros.

Por su parte, en otra de las viviendas se ofrece la estampación del sello en la credencial pero tras indagar unos momentos por este artístico espacio nadie llega a atendernos.
Cruceiro de Seixón
A la salida de la urbe nos despide el Cruceiro de Seixón, del siglo XIX, muy pintoresco una base una base circular de la que parte un fuste decorado con hiedras. La pequeña talla de una Virgen Dolorosa y el Cristo crucificado coronan la obra junto a la cruz.
Iglesia de San Paio
Desde aquí se observa el complejo de la Iglesia de San Paio, un templo al que no llevan las señales pero que al estar tan próximo no nos cuesta acercarnos.

El edificio se construyó en el siglo XII bajo cánones de estilo románico, como bien reza su portada de arco medio punto. Esta contiene dos arquivoltas protegidas por un guardapolvo ajedrezado, una de ellas sostenida por capiteles motivos vegetales y volutas, la otra decorada con rosetas y cajetines.
Románica también parece ser la espadaña, y la ventana que se abre en el ábside o la cabecera del templo. En el muro meridional, en cambio, hay una pequeña puerta ojival fruto de reformas góticas posteriores.
Por suerte, el oficio de la tarde está a punto de celebrarse lo que nos permite pasar al interior y observar algunos detalles constructivos, como el arco triunfal de medio punto que da al presbiterio y su cubierta de madera.
El Retablo Mayor es de estilo neoclásico y alberga distintas imágenes como la de San Paio. Hay otras tallas distribuidas por el interior donde nos llama la atención la Virgen con el Niño, ambos de tez morena.
Por último destacar el coro con rústica balaustrada de madera y un par de pilas bautismales que manifiestan su antigüedad.
A Lagoa
El viaje continúa por la LU-P-2101 unos cientos de metros hasta A Lagoa, donde giramos a la izquierda por una pista vecinal a la altura de un Albergue Turístico.
Muy cerca encontramos unas tallas xacobeas que nos animan a dar el último empujón.
Continuamos por la pista vecinal hasta reencontrarnos con el Río Parga, momento en el que nos da caza Lorenzo, el peregrino que nos acompañó toda la etapa anterior.
Miraz
Un sendero emboscado nos dirigirá a Miraz. Aquí encontramos varios hitos monumentales de interés.
Torre de Miraz e Iglesia de Santiago
Por un lado encontramos la Torre de Miraz, un edificio almenado levantado en el siglo XV. Posee 3 gárgolas renacentistas y está adosada a un Pazo del siglo XVIII.
Por otro lado contemplamos la Iglesia de Santiago, construida en el siglo XVIII en estilo barroco.
Y nada más amigos, junto a Lorenzo culminamos esta gran etapa que nos deja en As laxes, en el Albergue O Abrigo.
Hasta la próxima.

