
SENDERO EL TORREÓN
En esta jornada nos trasladamos al Parque Natural de la Sierra de Grazalema para encarar el Sendero El Torreón y ascender a los 1654 metros de altitud, el techo de la provincia de Cádiz.
Serán 3 kilómetros de continua subida en los que acumularemos unos 800 metros de desnivel positivo para poder disfrutar de espectaculares vistas al Pinsapar de Grazalema.
Debido al alto valor natural del entorno, tenemos que solicitar permisos de entrada a la ruta. La información de cómo obtener estos permisos la podéis conseguir en la siguiente dirección y teléfono:
📧 cvelbosque@reservatuvisita.es 📞 956709733
El Bosque
Recogida de Autorización
Hola amig@s!
Nos encontramos en El Bosque, en su Centro de Visitantes, lugar en el que obtendremos la autorización con la que podremos realizar la siguiente ruta: el ascenso al pico El Torreón.
Inicio del sendero
Este sendero se inicia en una pista de tierra que parte desde la carretera A-372, dirección El Bosque a Grazalema, en su kilómetro 40, donde hay un pequeño aparcamiento habilitado para poder acercarnos a este punto.
Un lugar ubicado en plena Sierra del Pinar que a primeras horas de la mañana aparece totalmente encapotada, evitando que nos hagamos una idea de la subida que nos espera, aunque rápidamente, el panel informativo de inicio nos pone en antecedentes.

También una cancela nos comunica del cierre de este sendero en época estival debido al riesgo de incendios. Unos incendios que lo tienen más complicado en esta época de principios de año, donde el frío, la humedad y las precipitaciones hacen de grandes escudos.
Es una mañana fría de un mes de enero aunque en seguida el perfil nos hará entrar en calor con fuertes pendientes que nos elevan por el terreno rápidamente.
Sobre estas líneas ya podemos ver debajo el aparcamiento de la ruta y la panorámica de cerros como las Cuevas, Granadillo y Albarracinejo que conforman este espacio del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Encarando la ladera sur de la Sierra del Pinar
Nosotros vamos por la ladera sur de la Sierra del Pinar, uno de los conjuntos de elevaciones de este parque que ahora asoma con vértigo al suroeste.
La presencia de más compañeros senderistas no hace más que confirmar que esta ruta es una de las más concurridas de Cádiz. No en vano se trata de alcanzar el techo más alto de esta provincia.
El camino progresa en continua subida que apenas da un respiro y que cuando quiere salvar las pendientes más escarpadas lo soluciona con escalones de piedra caliza y el zigzagueo por la orografía.
Esta piedra cobrará todavía más protagonismo conforme subimos, con ejemplares bloques que nos anticipan el dominio que ejercerán en la esperada cima.
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El Pinsapo
Tras un kilómetro recorrido aproximadamente la senda empieza a orientarse al este encajonándonos entre un pliegue de la sierra orientada al norte, lo que favorece la aparición de uno de los árboles más singulares de la zona: el pinsapo.

La presencia de este pequeñín nos da indicios de que esta antigua especie de abeto sigue sobreviviendo con éxito en este microclima caracterizado por la humedad que da la orientación norte y la alta pluviosidad de la zona.
Continuamos ascendiendo entre un cerrado bosque de coscojas y encinas de monte, afrontando escalonadas pendientes que llegan al 28 por ciento de inclinación que nos permiten combatir la temperatura ambiente.
Superamos la capa de niebla
La altitud ganada consigue superar la capa de niebla mostrándonos un día radiante, pero que tendremos que seguir ganándolo a pulso poniendo a prueba nuestra destreza física.
Algunos deportistas nos adelantan realizando la disciplina de Trail Running.
Nosotros no tenemos intención de llegar a ese nivel ya que de momento nos encanta seguir disfrutando de la naturaleza a nuestro ritmo, con pausas para contemplar entornos como este, donde el algodón de nubes hace de colchón sobre el somier de la tierra, las rocas hacen malabares para mantenerse en pie, o bonitos ejemplares de pinsapos dispersos hacen de centinelas del enclave.

Reanudamos la subida zigzagueando por tramos en los que hay que tener precaución por disponer de capas pedregosas que pueden tener un efecto deslizante.
El sol empieza a pegar, lo que hace que algunas prendas ya empiecen a sobrar. Mientras subimos, intentamos otear el horizonte al oeste que se resiste, con ese mar de nubes, a mostrarnos parte de las latitudes de las comarcas de la Sierra de Cádiz y Campiña de Jerez.
Solo entre brumas se dejan ver algunos relieves, pero algo insuficiente para lo que suele ofrecer esta ruta. Para relieves, los que nos restan, donde poco a poco la roca se hará dueña y señora del entorno.
El firme, la inclinación y la altura no ayudan a la comodidad del paso, por eso se recomienda tomarse esta subida con calma y disfrutarla con las pausas convenientes, como esta, que deja entrever las siluetas del Cerro del Albarracín, el Albarracinejo y la Sierra de la Silla.

Entrando en terreno calizo
El camino continúa por pequeñas galerías de arboleda y matorral mediterráneo que cada vez irán perdiendo presencia conforme nos elevamos ya que la caliza de este macizo irá desnudando la superficie.
Y mientras a nosotros nos queda todavía un buen trecho de subida, los chicos del trail running ya van de regreso. Madre mía, qué ritmo. Yo estoy seguro que de intentarlo, me daría muy pronto una buena galleta.
En fin, la disciplina del trail running la dejaremos para otra ocasión.
Ahora debemos seguir avanzando entre las singulares formas que va forjando la erosión en una roca que cada vez más parchea de blanco el entorno. Y no se nos escapan los farallones y crestas que poco a poco nos van envolviendo y que sobrecogen por su aspecto inaccesible.
La Dolina
En este punto alcanzamos una especie de dolina, es decir, una depresión que la erosión ha formado entre la roca calcárea a modo de valle. Desde aquí tiramos de zoom para adivinar la cima de El Torreón en lo alto de esta gran masa rocosa que acongoja al estar tan accidentada.

Continuamos avanzando por esta especie de valle jalonado por la roca hasta que poco a poco el perfil vuelve a ganar dureza para sacarnos del mismo para apuntar al roquedo amenazante que nos queda pendiente.
Nos deja más tranquilos el ver el goteo de senderistas que van y vienen y que sin demasiadas dificultades consiguen culminar esta ruta, y además disfrutando, y pensando en la recompensa posterior.
Último esfuerzo por la pared caliza
La verdad es que da buen rollo ver a la gente disfrutar en la naturaleza, aunque viendo la pared que nos viene ahora, uno puede desinflarse un poco. Pero bueno, como solemos decir, cada paso dado es metro ganado y la energía que te dan estas panorámicas bien merecen el esfuerzo.

Así que emulando en cierta forma a una cabra montesa nos disponemos a encarar este último tramo antes de llegar a la cima. Con cuidado y paciencia se hace sin problemas. No os extrañéis si en ocasiones tenéis que echar mano a la roca para ayudaros a coger impulso.
Y no olvidaros de oxigenar pulmones con las paradas que necesitéis y disfrutad del paisaje.

Entre tanto amasijo de roca dispuesto sin ningún orden podemos tener algún despiste para seguir el trazado correcto. Por ese motivo, para guiaros, estad atentos a las señales que se encuentran pintadas o a ciertas piedras colocadas a conciencia.
Cima El Torreón
Y poco más, después de 3 kilómetros de recorrido y unos 800 metros de desnivel de subida acumulado, llegamos a nuestro objetivo, el Pico El Torreón, a unos 1654 metros de altitud. Y así de perplejos nos quedamos, junto al resto de senderistas que consiguen llegar hasta aquí, con las espectaculares vistas que se obtienen.

De un primer vistazo, al norteste, divisamos la prolongación de la Sierra del Pinar hacia el Cerro de Las Lomas, el Cerro de los Ballesteros por cuyas faldas discurren los Llanos de Rabel, el Embalse de Zahara-El Gastor que se interrumpe con la Torre del Homenaje del Castillo de Zahara de la Sierra, de origen nazarí, la Sierra de Zafalgar con su cerro homónimo y las Sierra del Hinojal y del Blanquillo, esta última con su Cerro del Pilar.

El Pinsapar de Grazalema
Pero si nos asomamos con algo más al borde de este flanco podremos contemplar el impresionante manto de Pinsapares al cobijo de las verticales paredes de la Sierra del Pinar, con el pico San Cristóbal señalando tan fantástico y singular hito.

El Pinsapar de Grazalemaocupa una extensión de 400 hectáreas aproximadamente y ha sobrevivido a lo largo de milenios gracias a las excepcionales condiciones meteorológicas del lugar. En nuestro Blog podéis disfrutar del sendero que discurre por el Pinsapar y también os recomendamos el de los Llanos de Rabel para obtener otro punto de vista de esta sierra.
Al este, tras el pico San Cristóbal, asoma el Pico Torrecilla de más de 1900 metros de altura, en el Parque Nacional Sierra de las Nieves, Málaga. Al Oeste las nubes perezosas se empeñan en ocultarnos la Sierra del Labradillo, la Cuenca del Guadalete con el Embalse de Bornos y la Campiña de Jerez.

Y los mismo pasa con el flanco sur, con los rayos de sol golpeando en la masa blanca por la que se atreven a salir las cumbres de las Sierras del Endrinal, Caíllo y de los Pinos.

La nubes, lejos de empañar una magnífica jornada de senderismo, nos dejan con el misterio de lo que ocultan, y eso es motivo más que suficiente para regresar aquí en el futuro.
Hasta la próxima!
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