
1 · LA CORUÑA – BRUMA
Realizamos el tramo que nos resta del Camino Inglés que parte desde la ciudad de La Coruña.
Teníamos ganas de hacer esta etapa para terminar de conocer este Camino. Y como la intención no era la obtención de la Compostela (desde La Coruña no se consiguen los kilómetros mínimos necesarios para ello) ni peregrinar a la ciudad Xacobea, iremos ligeros de equipaje haciendo senderismo.
Pero el espíritu y la presencia peregrina nos acompañarán todos estos kilómetros ya que nada más empezar la jornada nos unimos a Álex y Víctor, dos catalanes muy majos que se estrenaron bien en su primer Camino a Santiago ¡Felicidades chicos! 💪🤗👌
Con ellos recorremos el entramado urbano de La Coruña con su enrevesada señalización, bordearemos la Ría do Burgo y tras abandonar el área metropolitana comenzaremos a transitar pequeñas localidades con tintes rurales.
Etapa con mucho asfalto que mejora un poco en cuanto a pistas de tierra se refiere conforme nos vamos aproximando a Sergude.
Sus hitos monumentales a modo de Iglesias, cruceiros, capillas y puentes, no defraudan.
La Coruña
Hola amig@s!
Nos encontramos en La Coruña, importante localidad gallega con un rico bagaje histórico con orígenes ligados a celtas y romanos.
De su emblemática Plaza de María Pita vamos en busca de la Iglesia de Santiago, punto de inicio del objetivo que tenemos marcado para hoy, la etapa del Camino Inglés que nos llevará a Hospital de Bruma.
Iglesia de Santiago
El templo nos recibe con su portada gótica occidental, del siglo XV, con el Apóstol cabalgando en un tímpano cobijado por tres arquivoltas. La intermedia se decora con una serie de ángeles que portan elementos relacionados con la Pasión de Cristo, como los clavos, la cruz o las tenazas.
Una temática que parece finalizar en la clave del arco exterior, donde Cristo muestra su cuerpo con las llagas.
Los capiteles que sostienen las arquivoltas lucen temática vegetal, de bestiario y alguna escena bíblica. En los marcos laterales de la puerta se postran las figuras de Santiago y San Juan, ambos coronados por mochetas a modo de ángeles.
El rosetón es de época más actual, de finales del siglo XIX, principios del XX. Continuando por el muro norte damos con la entrada más antigua, que conserva el estilo románico original del templo construido entre el siglo XII y XIII.
Dos arquivoltas ricamente decoradas rodean la iconografía del Agnus Dei del tímpano. En el muro norte apreciamos también el empleo de diferentes estilos arquitectónicos en ventanas y la presencia de un arcosolio exterior con un sepulcro.
En el siglo XVIII la iglesia sufrió un terrible incendio, pero la cabecera con su rosetón y sus tres ábsides se conservaron medianamente bien. Las cornisas se sostienen por un lado con canecillos de diversa decoración (caras y cuerpos humanos, animales, seres antropomorfos…) y por otro lado por columnas con capiteles con motivos vegetales.
Diferentes escudos nobiliarios pueden distinguirse en uno de los ábsides y en la torre campanario. Esta última estructura se construyó a inicios del siglo XVII aunque se sabe que anteriormente existieron dos torres, una a cada lado de la fachada principal.
Palacete de la Reja Dorada
Contiguo al templo vemos la Calle de la Reja Dorada y su Palacete homónimo del siglo XVIII que pudo ser antaño la casa del cura de la Iglesia de Santiago.
Plaza de la Constitución
Tanto esta calle como la Iglesia dan por su lado oriental hacia la Plaza de la Constitución, un espacio presidido por el edificio de Capitanía General, del año 1752. Aquí se fraguó el 21 de febrero de 1820 el fin del absolutismo y la reinstauración de la Constitución de 1812. Una placa junto a esta fuente reza este acontecimiento.

También en el recinto se alza un cruceiro de rígidas tallas dedicado a todos los que han dado su vida por la patria.
Y justo detrás de la Iglesia encontramos uno de los primeros mojones de nuestro Camino que nos indica casi 73 kilómetros hasta Santiago de Compostela.
Plaza de Azcárraga
Obedeciendo la consecutiva señalización dejamos atrás la plaza para atravesar otra, la arbolada Azcárraga, que alberga en su interior la Fuente del Deseo del siglo XIX.
Álex y Víctor
Justo después volvemos a pisar la Plaza María Pita para dirigirnos erróneamente al noroeste, hacia la Iglesia de San Jorge, donde damos con Álex y Víctor, dos peregrinos que también andaban despistados.
Lo que son las cosas, de no ser por este error quizá nunca los hubiésemos conocido ya que nos engancharemos a ellos toda esta jornada, más que Spiderman a un emblemático Obelisco inaugurado el 10 de febrero de 1895.
Y aunque Mortadelo y Filemón recorran estas calles, no es ninguna broma, estos chicos serán pacientes con nosotros durante 34 kilómetros.
Desde 1998 se celebra en la urbe “Viñetas desde o Atlántico” donde se sumerge a la población en el mundo del cómic. Por este motivo encontramos algunos personajes de este ámbito en calles y plazas.
Faro de Punta Fieiteira
En los primeros 4 kilómetros flanquearemos el importante e histórico Puerto de La Coruña entre avenidas y calles para ir adivinando la cola de la Ría do Burgo, en cuya entrada se planta estratégicamente el Faro de Punta Fieiteira, en funcionamiento desde 1963.
Iglesia de San Juan Bautista de Eirís
Desde la Avenida de Montserrat también se descubre la Iglesia de San Juan Bautista de Eirís, un llamativo templo de estilo neogótico construido en 1927.
Metros más tarde nos incorporamos a la incómoda carretera N-550 en la que perderemos la referencia de la señalización. Tras tomar alguna medida inesperada entramos en el núcleo de Portazgo.
Ría de O Burgo
Aquí viraremos el rumbo para ir en busca de la Ría de O Burgo, y su paseo, en el que agradecemos alejarnos por unos momentos del asfalto y el caos urbano.
Este espacio natural lo conforma el humedal del Estuario del Río Mero. A pesar de haber sido transformado por el hombre a partir de los años 60 del pasado siglo, a la variedad de numerosas aves acuáticas que lo pueblan no parece importarles este hecho.
Aquí encuentran cobijo, alimento y opciones para nidificar. E incluso se permiten el lujo de ejercer de modelos para lucir plumajes y siluetas. Son tantos los peatones que por aquí deambulan que estos animales casi terminan de acostumbrarse a la presencia humana.
Un espacio natural castigado por la contaminación
Sin embargo, detrás de esta apariencia de medio natural equilibrado con lo urbano, hay un triste trasfondo. La Ría do Burgo es una de las más contaminadas de Europa debido a los vertidos industriales y municipales de los núcleos circundantes.
Por fortuna, pronto se realizará una importante acción de dragado de los residuos contaminantes para recuperar la calidad de las aguas, su valor natural y productivo, ya que también cuenta con bancos marisqueros.
Puente de O Burgo
Abandonamos este paseo a la altura del puente de la AC-211. Junto a él hay un puente histórico, el de O Burgo, reconstruido tras ser destrozado en el siglo XIX en la Guerra de la Independencia.
Iglesia de Santiago del Burgo
Con los despistes lo pasamos por alto ya que el camino gira al oeste, en busca de la Iglesia de Santiago del Burgo. Los tres ábsides semicirculares del edificio ya delatan su origen románico, allá por el siglo XII.

Después sufrió reformas y añadidos en el tiempo, como la espadaña y el rosetón de la fachada principal, que son del siglo XVIII. Entramos en el recinto por una de las puertas laterales, donde nuestros compañeros peregrinos encuentran un estancia donde poder sellar sus credenciales.
Después pasamos a la planta de cruz latina de la nave, donde se observan los tres ábsides, siendo el central el mayor de todos, cubierto con una bóveda a modo de horno. Los capiteles de sus arcos se decoran con sencilla decoración vegetal y tres saeteras abocinadas dejan pasar la luz al interior.
Entre la imaginería disponible en el templo podemos destacar un Santiago Peregrino y una Virgen Peregrina, ambos del siglo XVIII. El Apóstol también se manifiesta mejor en la vidriera del rosetón si la contemplamos al trasluz.
Nuestro viaje continúa ahora dirigiéndonos al sur, pasando bajo las vías de la AP-9 e introduciéndonos después por las arterias del lugar de Carcabelos.
El Caballero de Almeiras
Callejearemos por este núcleo de viviendas hasta dar con el sitio de San Julián de Almeiras, donde un Caballero obra del autor Francisco Escudero simboliza la identidad de esta parroquia.
La talla se inspira en la tumba de un caballero, datada en 1490, que fue descubierta en el cementerio de esta villa.
Reanudamos la marcha por las casas de A Choeira para luego pasar a las de Alvedro, todo ello bien dirigidos por una señalización que ya nos indica que hemos restado algo más de 12 kilómetros a la etapa.
Aunque el asfalto sigue predominando, agradecemos este tramo entre pequeñas áreas arboladas y parcelas de pastos. Un breve respiro que cesa nada más llegar a las inmediaciones del Parque Empresarial de Alvedro.

Lo bordearemos con rapidez por una carretera auxiliar paralela a la Nacional 550 hasta darle fin por su extremo sur donde las señales nos incorporan a una pista de tierra.
Puente sobre el Río Valiñas
Ahora el contraste es abrumador, en apenas unos cien metros pasamos de una zona con claro dominio industrial y urbano, a otro ajardinado jalonado por un bosque en galería de ribera recorrido por el Río Valiñas.
Un caudal que cruzaremos por un puente (Puente medieval A Xira) del siglo XII y del que solo es perceptible uno de sus dos arcos desde esta posición. Antaño no solo pasaban por aquí peregrinos mayoritariamente de procedencia inglesa, si no también carros cargados de mercancías, constituyendo una auténtica vía de entrada a estos dominios.
Es inevitable que los vecinos de la zona se contagien de la identidad Xacobea.
En el lugar de A Xira debemos cruzar con precaución la carretera AC-214 para luego incorporarnos en ascenso a las pistas vecinales Sigrás de Abaixo.
Cruceiro y Peto de Ánimas
Aquí descubriremos varios hitos monumentales religiosos muy próximos unos de otros:
Por un lado este antiguo cruceiro bien situado en una encrucijada de caminos, como se hacía antaño. Por otro lado el Peto de Ánimas con la talla de San Antón, de 1815 que te reta a mirar en busca de milagros.
Iglesia de Santiago de Sigrás
Y por último la Iglesia de Santiago de Sigrás, también de orígenes románicos del siglo XII como la de O Burgo, pero con reformas posteriores que cambiaron su apariencia.
Como vemos, en este recinto también hay otro edificio exento que hace las veces de casa rectoral aunque de antiguo sirvió de Hospital de Peregrinos. Y también se alza un cruceiro, datado en 1867 y que se diferencia de muchos otro al poseer este humilladero en el que los devotos se postran para realizar sus plegarias.
En el templo, exteriormente se conservan los canecillos bajo las cornisas y parte del muro de la nave. La fachada principal se rehízo en el año 1600, pero su espadaña se añadió en el 1701.
Entraremos al templo por el muro sur, que se abre con una puerta modificada en el siglo XV mediante un arco oiival, distintivo del estilo gótico. En el interior se conserva del románico su gran arco triunfal de medio punto que da paso al ábside y que descansa en columnas con capiteles de sencilla pero bonita decoración vegetal.
Por su parte, el ábside, que antiguamente debió ser semicircular, contiene pinturas murales en su bóveda de cañón. Y su altar, como no debía ser de otra forma, lo preside una figura del Apóstol Santiago, este en el interior de un templete neoclásico.
De este estilo es también el retablo de la Capilla de la Concepción, situada en el muro norte.
Finalmente, el rosetón, cargado de simbología Xacobea que cobra vida con el golpeo de la luz exterior.
Es hora de reanudar la marcha, la parada en este histórico templo también nos ha servido para desanclar por unos momentos las mochilas y reponer algo de fuerzas. Con esto, afrontamos los próximos kilómetros con mejor cara.
De las estupendas fincas residenciales de Sigrás Dabaixo pasamos a las de Arriba para luego descender por el lugar de Sobrecarreira hasta cruzar otra incómoda carretera (DP- 1702).
Rápidamente conectamos con la CP-1701 por la que cruzaremos por arriba la Autovía del Noroeste A-6.
Pazo de Drozo
Continuaremos por este ramal para entrar en la parroquia de Anceis donde una vecina nos advierte que flanquearemos los dominios del Pazo de Drozo, una de las propiedades del magnate de la industria textil Amancio Ortega.
Los muros no nos dejan ver nada, pero en su interior hay unos 42.000 metros cuadrados donde se alza un complejo palaciego cuyos orígenes datan de finales del siglo XVI.
Fuente de San Antón
Frente al Pazo se emplaza la Fuente de San Antón que según el ayuntamiento emana agua no potable. No obstante, podemos disfrutar de su arquitectura renacentista del siglo XVII y de la elaboración de su talla.
Este lugar significará también alcanzar el punto intermedio de esta etapa, algo más de 16 kilómetros y medio de recorrido.
Recorriendo las parroquias entre diferentes tipos de pista

De la parroquia de Drozo pasamos en un par de giros a la de Anceis donde una nueva encrucijada nos lleva a otro agradecido pista de tierra.
Realmente estos tramos se combinarán con otros de asfalto y algo de grava que nos irán dirigiendo por la campiña parcheada de parcelas y que se adereza con la presencia intermitente de robles, pinos y eucaliptos.
Un intervalo de camino con tendencia ascendente que toca techo en la parroquia de A Lameira, ya en el municipio de Carral. La altura ganada deja ver por un lado las suaves colinas que cobijan los distintos valles que se suceden al sur y por otro lado pequeños núcleos urbanos como Belvís o Sergude, a los que llegaremos con rapidez.

Sergude
El primero de ellos lo atravesaremos por su larga y recta arteria principal, la CP-2103, donde apenas existe arcén entre las residencias de los vecinos y la pista. Por suerte el tráfico es escaso, cosa que agradecemos puesto que continuaremos por esta carretera unos cientos de metros más hasta llegar a Sergude.
Aquí hay un Albergue de Peregrinos en el que Álex y Víctor aprovechan para sellar la credencial. Y poco después realizaremos el almuerzo en un local recomendado, Casa Adolfo, donde nos despacharon bien a gusto para afrontar el resto de la etapa.
Nos restan unos 13 kilómetros, los más exigentes en cuanto a desnivel puesto que habrá salvar unos 400 metros de ganancia de altura en aproximadamente 6 kilómetros.
Valle del Río da Brexa
Pero antes de encarar ese tramo hay que disfrutar otros más agradecidos en los que podemos hacer la digestión sin demasiado estrés físico. En este por ejemplo, las señales nos transportan por un frondoso camino jalonado por muretes de piedra hasta cruzar el Río da Brexa por una sencilla pasarela de madera.
Robles, eucaliptos y ciertos castaños dispersos nos aíslan por unos momentos de la civilización hasta que el valle comienza a elevarse hacia el lugar de O Penedo.
El asfalto regresa a nuestras vidas en un intervalo por el lugar de A Bailía donde habrá que extremar las precauciones a la hora de cruzar la carretera DP-1704.
Varios metros más tarde nos incorporamos a otra pista de tierra entre eucaliptos que va descendiendo hacia el lugar de Aquelabanda, perteneciente al Concello de Abegondo.
Capilla de San Juan
Aquí hay una pequeña capilla dedicada a San Juan que parece haber sido consagrada en el Año 1697, al menos así reza una inscripción grabada en la piedra. Sobra la misma, hay un gran escudo del siglo XVII que pudo pertenecer a la familia que mandó a levantar el templo.
Valle del Río Barcés
Justo después continuamos por el dibujo de la carretera DP-0103 para cruzar por un puente el Río Barcés. Las viviendas posteriores pertenecen al sitio de A Calle las cuales abandonamos, valga la redundancia, por una calle sigue hacia el sur.
A partir de aquí iniciamos el tramo más exigente de la etapa y puede que el más solitario, al menos en cuanto a presencia humana. Las parcelas de pastos y cultivos van ganando espacio a la concentración de núcleos urbanos lo que hace que las viviendas se dispersen más en el terreno dejando algo más de protagonismo a los animales domésticos que encontramos por la zona.
El ascenso progresa sin tregua por las inmediaciones del lugar de Geixade con rampas de inclinación media comprendida entre el 10 y 13 por ciento. Transcurridos 2,5 kilómetros habrá que estar atentos al cruce de la carretera AC-222.
Justo al otro lado hay un panel informativo que nos indica la presencia cercana del “Pazo das Cadeas”, histórico por aposentar en 1680 a Ana de Neoburgo antes de casarse con el Rey de España Carlos II.
Ascenso al Alto de Peito
El camino no pasa por este complejo, pero sí afronta la subida al Alto de Peito cuyas elevaciones ya se manifiestan delante de nosotros. Es la parte más dura de la jornada, donde hay metros que se inclinan hasta el 20%.
Nosotros vamos ligeros de peso, pero Álex y Víctor quizá están pensando en qué cosas les pueden estar sobrando para aliviar la carga. Con todo, ahí están, como unos campeones.
Atrás vamos dejando buenas panorámicas al Valle del Río Barcés. Delante, los últimos tramos en los que casi parezca que estemos subiendo escalones.
En los últimos compases de este ascenso la pendiente se suavizará un poco y nos dejará unas agradables estampas rurales circulando entre el cercado de unos pastos. Unos mastines muy sociables se empeñarán en escoltarnos varios metros pero cuando ven que no les damos mucho juego, pierden totalmente el interés.
Realmente, oteando este territorio tan sosegado entendemos que despertemos la curiosidad de estos cánidos. La verdad, el ganado al que protegen no parece ocasionarles mucho trabajo.
Estos momentos rurales se interrumpen con la presencia de la carretera AC-542, que tendremos que cruzar con precaución. En esta nueva pista de tierra a la que nos incorporamos disfrutamos de otras estampas de campiña, aunque a menor escala.
Tramo por la carretera AC-542
También por aquí damos por finalizado el ascenso para disfrutar de los 3 últimos kilómetros con tendencia descendente.
Desafortunadamente unos 600 metros tendremos que recorrerlos por el arcén de la AC-542. Tras una central eléctrica y una hormigonera las señales vuelven a desviarnos por la izquierda para ir por las cercanas vegas del Rego dos Outeiros.
En los compases finales de la etapa el camino compartido por tramos emboscados y maizales nos dirigirá hacia nuestro objetivo definitivo, Hospital de Bruma. Será aquí donde la variante que viene desde Ferrol se una con la que estamos haciendo nosotros desde La Coruña. Las etapas restantes hasta Santiago serán las mismas para las dos.
Hospital de Bruma
Así que podéis seguir el resto de etapas en el Camino Inglés que realizamos en el año 2013.
Parece que Hospital de Bruma ha mejorado sus servicios, al menos se ha incorporado un nuevo albergue.

Desafortunadamente, nuestros compañeros peregrinos no encontrarán alojamiento ni en este ni en el siguiente, estaba todo hasta arriba y con el asunto del Covid los hospitaleros tampoco se la querían jugar. Así que tendrán que andar un poquito más para poder dormir.
Ahora toca despedirse. Ha sido un placer compartir estos kilómetros junto a Víctor y Álex y como nos lo hicieron ver enviándonos una foto de su llegada a Santiago de Compostela, estamos seguros de que disfrutaron de un Buen Camino.

Hasta la próxima!
