
GRANADILLA · La historia no sumergida
A mediados del siglo XX, al norte de la provincia de Cáceres, se creó el Embalse de Gabriel y Galán, obra que provocó la expropiación de las tierras de Granadilla obligando a sus vecinos a abandonar la población. Con el tiempo, viendo que las aguas del embalse no llegarían a cubrir el recinto de la urbe, se decidió a restaurar y rehabilitar gran parte de su patrimonio histórico y algunas de su viviendas. Por su parte, miles de estudiantes aportan cada año mediante actividades educativas, importantes labores que ayudan al mantenimiento y autenticidad de la localidad.
Resulta increíble que lugares como este hayan estado a punto de desaparecer.
Hola amigos,
Hoy visitamos un lugar histórico que casi sufre una doble sumersión: una referente a las telarañas de la memoria y la otra relativa a las aguas del Embalse de Gabriel y Galán.
Afortunadamente, siendo testigos del espectacular aspecto que hoy presenta este enclave nos alegramos que estas dos vicisitudes no hayan tenido lugar.

Castillo de los Alba
Nos encontramos en Granadilla, Cáceres, una localidad amurallada que destaca en un primer momento por la presencia de su Castillo, construido por la Casa de Alba en el siglo XV. Un antiguo escudo de la familia conservado en piedra de granito refrenda la presencia de esta familia en estos lares en la Edad Media.
Una villa de orígenes musulmanes
El castillo se levantó sobre lo que antes era una Alcazaba. Y es que esta villa fue fundada por los musulmanes en el siglo IX con fines estratégicos, ya que se situaba y se sitúa en una colina capaz de abarcar buenas panorámicas de los terrenos colindantes. Para dar fe de ello vamos a subir a lo más alto del edificio.
Entramos por la puerta de su barbacana para acceder a la entrada de la estructura. Un complejo erigido en piedra de sillería y cuya planta puede entenderse como polilobulada gracias a sus 4 torres circulares que sobresalen de una forma cuadrangular.
Mientras recorremos sus estancias para acceder a la parte superior podemos imaginar con fascinación cómo sería el vivir aquí en aquella época.
Accedemos a las torres, cuyos cuerpos almenados se elevan unos grados en forma triangular rematando con bolas sus esquinas.

Estos elementos también disponen de saeteras desde donde los soldados podían usar con mayor seguridad los arcos y ballestas.
Desde aquí se divisa al oeste la Sierra de la Pesga y las Hurdes, al este Sierra de Béjar, norte Sierra de Lagunilla y Parque Natural las Batuecas-Sierra de Francia, y al sur los llanos de la Jarilla.




En el centro de la estructura sobresale una torre rectangular a la que también hay acceso y mejora todavía más las panorámicas del entorno y de los tejados de Granadilla.


El acondicionamiento de Granadilla
Una población que poco a poco ha ido rehabilitándose gracias al Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados. Esta iniciativa comenzó en el año 1980 cuando el pueblo se declaró Conjunto Histórico Artístico y se comenzó el acondicionamiento de algunas de sus infraestructuras e instalaciones.
Y desde 1984 miles de estudiantes se han acercado al modo de vida rural gracias a los propósitos educativos que permite el programa. Gracias a su inestimable aportación, se ha conseguido que el pueblo se esté manteniendo y que año tras año miles de turistas lo visiten.
Descendemos ahora para perdernos por las calles de la urbe.
Paseando por sus calles
Para empezar, transitamos por la arteria principal de la villa, la más rehabilitada de todas y que nos lleva a su Plaza Mayor.
En este espacio adoquinado que dispone de algún área ajardinada se ubica el Consistorio, con un exterior porticado y cuya planta superior se remata con un reloj de sol instaurado en el año 1995.

Rodeando la plaza hay otros antiguos edificios porticados y caserones singulares como la Casa de las Conchas, cuyas instalaciones utilizan los estudiantes para algunos talleres.

La huella del tiempo
Si avanzamos más al suroeste, comenzaremos a introducirnos en la parte del pueblo no recuperada, donde el tiempo ha hecho mella en la mayoría de las estructuras.
Algunos espacios generados por las ruinas y escombros de muros y casas ahora se aprovechan para crear huertas, pequeños jardines o guardar el ganado.
Pasear por la huella del tiempo nos permite obtener una ligera idea de cómo fue la vida en este lugar que con el transcurso de los siglos ha sido testigo del paso de tres culturas: musulmana, judía y cristiana.
Recorriendo la muralla almohade
Para finalizar, decidimos contemplar el pueblo rodeándolo por su muralla de orígenes almohades construida en el siglo IX.
Desde aquí se obtienen buenas vistas de todo el recinto y de su Iglesia de la Asunción. Este templo fue levantado en el siglo XVI en estilo gótico y renacentista aunque en el año 1991 fue restaurado.
Lo que antaño eran unos muros desde los que dominar amplias extensiones de terreno de paso por la Vía de la Plata, hoy se han convertido en un agradable balcón circular al Embalse de Gabriel y Galán. Y ya que estamos no podemos despedirnos sin dejar de disfrutarlos.

Hora de cierre al público
Granadilla es un pueblo que tiene hora de cierre al público, la campana avisa de la hora a los turistas más despistados, así que no la tañáis para no confundir. Y si eso no es suficiente ya se encarga el guardia de avisar por megafonía.
Y nada más, esperamos que os hay resultado interesante la visita.
Nos vemos en la próxima!

