CAMINO del NORTE desde VILLAVICIOSA

De la Rasa Asturiana a los Valles Gallegos
Continuamos el Camino del Norte que dejamos en Villaviciosa hace varios años, cuando lo hicimos en bicicleta para desviarnos en esta localidad hacia Oviedo y enlazar asà con el Camino Primitivo.
Las Etapas
En esta ocasiĂłn nos toca hacerlo a pie y os tenemos que decir que hemos disfrutado de lo lindo con la gran multitud de alicientes que presenta este itinerario.

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Las primeras 7 etapas del recorrido nos irån conduciendo por la preciosa rasa costera asturiana, salvando una variada gama de cuencas fluviales que hacen del perfil un auténtico tobogån de subidas y bajadas.

Afortunadamente no se alcanzan alturas elevadas aunque al final de las jornadas los esfuerzos pesan.
Algunas de estas cuencas son protagonizadas por rĂos de renombre como el Piles, RĂa de AvilĂ©s, NalĂłn, Esva, Negro, Navia o Eo, entre otros, y en cuyas orillas se han desarrollado importantes nĂșcleos que son patrimonio de la historia de este Camino como GijĂłn, AvilĂ©s, Navia, Luarca, Ribadeo.

Todo el litoral asturiano es una maravilla, salpicado por un lado de bonitos arenales entre los que destacamos las Playas de San Lorenzo, Salinas, Concha de Artedo, Silencio, Ballota o Peñarronda.

Por otro lado, descubriremos coquetos y turĂsticos pueblos ligados a la pesca y a la ganaderĂa como Muros de NalĂłn, Cadavedo o Tapia de Casariego.

En Ribadeo, etapa 8, entramos en Galicia y mientras flanqueamos la RĂa del Eo hacia el interior nos vamos despidiendo del litoral para introducirnos en los parajes rurales que se diseminan por los extensos valles que nos esperan.

La ganaderĂa es parte del gran motor econĂłmico de las comarcas por las que transitaremos, como La Mariña, Meira, Tierra Llana (Terra ChĂĄ), Tierra de Melide, ArzĂșa y Santiago.
El clima y la orografĂa benefician a este sector, aparte de la transformaciĂłn que ha hecho el hombre sobre el terreno para adaptarlo a sus necesidades. AsĂ que no faltarĂĄn grandes extensiones de verdes prados con pastizales y cultivos de maĂz.
Entre las localidades mås destacadas en este ramal encontramos Lourenzå, Mondoñedo, Sobrado dos Monxes, lugares emblemåticos de este Camino del Norte que dejan su impronta con su patrimonio monumental.

Pero tambiĂ©n existen otros pequeños nĂșcleos y ubicaciones que añaden todavĂa mĂĄs valor al itinerario, sobre todo por su patrimonio monumental. Covelas, Vilalba, Ponte Saa, Baamonde, San Alberte, Miraz o A Igrexa se encuentran en este grupo.

Red de Albergues
La red de Albergues de esta parte del Camino del Norte nos ha sorprendido para bien. En general todos pasan con buena nota, aunque a decir verdad tampoco somos peregrinos muy exigentes.

Sin embargo sĂ hemos notado la limpieza y cuidados de los mismos asĂ como las buenas atenciones de los hospitaleros.

LĂĄstima que no pudimos dormir en el Albergue de Peregrinos del Monasterio de Sobrado dos Moxes -estaba a tope- pero nos hablaron de una fabulosa opciĂłn de alojamiento en Madelos: Abeiro da Loba.

Mucho asfalto pero…
SĂ, el Camino del Norte puede pecar de asfalto pero nos compensa con todos sus alicientes.
Hay que tener en cuenta que el trazado va navegando en paralelo a la direcciĂłn que sigue la AutovĂa del CantĂĄbrico –Â en muchas ocasiones nos toparemos con ella – y en consecuencia a toda su red de carreteras nacionales y locales por las que se ramifica.

A partir de Baamonde – Etapa 11– la perderemos de vista pero ganarĂĄn protagonismo las pistas locales asfaltadas muy poco transitadas, lo que facilita el paso.
En ArzĂșa, ya en el Camino FrancĂ©s, el viaje irĂĄ zigzagueando buena parte por la carretera N-547.

Con todo, hay que decir que también encontraremos buenos y bonitos tramos de tierra y zahorra que no dudaremos en disfrutar.
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