RUTA de las CASCADAS
Descubre con nosotros la maravillosa ruta de las cascadas que parte desde la localidad de Tolox, Pueblo Mágico enclavado en pleno Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, en la provincia de Málaga.
Para empezar nos dirigiremos al Balneario de la Fuente Amargosa, bien vigilado por el Monumento a la Cabra Montés para luego iniciar un exigente ascenso por las vertientes orientales del Cerro El Jaral.
Poco a poco la orografía irá dejando atrás grandes vistas a Tolox y las sierras circundantes para ir afrontando la ruta que rodea a media vertiente el valle del Río de los Caballos.
Un enclave cargado de escarpados barrancos por los que fluye el agua a modo de saltos de agua, cascadas y pozas. Disfrutaremos, por tanto, de bellos hitos naturales como la Cascada Horcajuelo, el Salto de la Rejía o el Charco de la Virgen, este último situado en la parte baja del valle.
Finalmente, visitaremos el bonito entorno del Dique de La Laja para regresar al Balneario de Fuente Amargosa por los Puentes de los Voluntarios.
Tolox
Hola amig@s!
Nos encontramos en Tolox, provincia de Málaga, un encantador Pueblo Mágico situado en pleno Parque Nacional de la Sierra de las Nieves y desde el que vamos a iniciar una ruta de esas que se quedan marcadas en las retinas.
El agradable amanecer vaticina un magnífico día de senderismo, así que lo mejor que hacemos primero es coger fuerzas para lo que nos espera.
Para iniciar el sendero debemos dirigirnos primero hacia el sur, tomando la Avenida Balneario en sentido ascendente bajo la escolta de imponentes eucaliptos plantados a inicios del siglo XX .
Balneario de la Fuente Amargosa
Esta pista que deja a nuestra izquierda la depresión conformada por el Río de los Caballos debe su nombre al Balneario que se construyó aquí en 1867. Previo a la llegada a sus instalaciones encontramos su Hotel, ideal para organizar el plan perfecto en el que combinar la salubridad del agua con el descanso.
El Balneario, propiamente dicho, llega después y se edificó para aprovechar las propiedades curativas de las fuentes y manantiales que por aquí brotan. Es el único Balneario de España especializado en el tratamiento de enfermedades respiratorias.
Monumento dedicado a la Cabra Montés
Precisamente, la ruta circular que hoy realizaremos parte desde este lugar, bien vigilado por el Monumento dedicado a la Cabra Montés. Esta figura, obra del escultor local José Antonio Ramos, se inauguró en el año 2008.
A continuación, iniciamos la ruta por el Paseo de los Árboles siguiendo unas señales que muy pronto nos sacan del asfalto para incorporarnos a un sendero.
Por aquí llegaremos rápidamente a la altura de la talla de bronce de la Cabra Montés, uno de los animales más representativos de la fauna de la Sierra de las Nieves. Esta escultura es una buena forma de concienciar sobre la importancia de conservar el hábitat natural de esta especie y promover el turismo sostenible en la región.
En cierto sentido, vamos a sentirnos un poco cabras pues este animal está habituado a rondar por zonas escarpadas, como las del sendero que estamos afrontando.
Tras zigzaguear unos cientos de metros llegamos a un mirador que asoma al valle del Río de los Caballos y cuyo caudal se deja ver desde las alturas. Por uno de los puentes que se dejan ver terminaremos la ruta en el viaje de vuelta.
Pero para llegar a ese momento todavía nos quedan muchas otras cosas por ver, como por ejemplo las viviendas de Tolox cuyos tejados empiezan a quedarse bajo nuestra mirada.
Por las faldas orientales del Cerro del Jaral
Las fuertes pendientes por estas faldas orientales del Cerro del Jaral nos hacen ganar rápidamente altura para dominar con mejor perspectiva la población y algunas sierras circundantes, como las que se ven al norte comprendidas por Sierra Cabrilla por un lado, y otros perfiles más próximos como el Cerro de los Lobos y Cerro Carrasco por el otro.
En los dominios de esta última cota hay un sendero que llega a la Cruz del Padre Ventura, otra ruta de especial interés que parte desde Tolox.
Los duros repechos siguen sucediéndose al igual que las encrucijadas que como podemos comprobar están perfectamente señalizadas para evitar pérdidas.
A partir del Carril del Chaparral la senda parece enderezar el rumbo hacia el oeste dejando atrás un pueblo de Tolox que poco a poco empieza a ocultarse por las capas de la orografía y la vegetación compuesta de jaras y pinos.
La primavera tiene esa maravillosa forma de aderezar los campos a base de flores. Disfrutamos de las últimas instantáneas dirigidas al pueblo mágico y encaramos los tramos finales de este continuado y exigente ascenso.
En unos 2400 metros de recorrido vamos a ganar más de 320 metros del altura.
No tomar la bifurcación al Pico Torrecilla
La subida más dura de la jornada va a concluir en la siguiente encrucijada. Hay una bifurcación por la que puedes continuar hacia el Pico Torrecilla, pero esa ruta la dejaremos para otro momento.
En realidad, en su día ya conseguimos alcanzar la cota de este pico, pero por su cara oeste, partiendo desde el Área Recreativa de los Quejigales. En el futuro, estamos deseando subirla por esta vertiente.
Ahora lo que nos ocupa es reconocer el nuevo terreno sobre el que transitamos que como observamos navega a media vertiente por el flanco meridional del Cerro el Jaral. Los pliegues de la orografía se aprietan formando barrancos que se precipitan al Valle del Río de los Caballos.
En alguno de ellos veremos el agua correr aunque este de aquí no es el caso.
Por la Sierra Parda de Tolox
A continuación salimos de este espacio encajonado para abrirnos a occidente las estampas espectaculares que nos ofrece la Sierra Parda de Tolox, sobre cuyas lomas asoma el Cerro Corona de 1295 metros de altura y el macizo calizo protagonizado por el Pico Torrecilla.
En esta pausa también se deja ver el caudal de uno de los barrancos corriendo ladera abajo.
Progresamos ahora otros cientos de metros hacia el oeste para toparnos con dos nuevos barrancos muy próximos entre sí.
El primero de ellos desciende del Cerro del Jaral y vemos que sí trae algo de agua, igual que el segundo que se encuentra a escasa distancia, aunque su cauce desciende del Puerto de las Golondrinas, perteneciente ya al Cerro de la Cierva.
Estos dos arroyos van a unirse en uno formando equipo junto a otros para seguir descendiendo. Tomando algo de distancia sobre estos barrancos siguiendo el dibujo de la ladera de la montaña hacia el sur podremos observar el arroyo resultante.
Y no tardamos en llegar a los otros caudales tributarios. Pequeñas pozas y saltos de agua van dirigiendo el líquido elemento hacia su destino. Ver correr el agua por estos parajes es símbolo de equilibrio en la vida del ecosistema y para nosotros es todo un aliciente escudriñar entre la espesura en busca de este elemento natural.
Collado de la Mocheruela
El sendero vira ahora dirección este encarando un vértice de la orografía que nos ofrece unas vistas fantásticas en las que dominamos todo el valle. Esto es el Collado de la Machoruela.
Para seguir avanzando tenemos que realizar un descenso técnico y empinado en el que debemos que estar atentos al firme pedregoso.
Con más o menos destreza llegamos al final de este tramo que se nos anuncia con un poste de señalización que cambia la dirección de la senda hacia el suroeste.
Vistas al Charco de la Virgen
Abrid bien los ojos porque en el escaparate natural que ahora disfrutamos vamos a desvelar uno de los hitos más pintorescos de la ruta. En el fondo del valle se hace visible la cascada del Charco de la Virgen.
Las cumbres de los montes todavía impiden que el sol bañe su cola y su poza, pero para cuando nuestros pasos lleguen allí el escenario cambiará por completo. Sin embargo, no podemos desdeñar la exuberancia natural de este paraje que engalana nuestro caminar con jaras, matagallos, espartos, palmitos, pinares y algún alcornoque disperso.
Cascada Horcajuelo
Toda una galería vegetal que nos lleva en volandas hasta la primera cascada de relevancia de la jornada, la de Horcajuelo.
Desde esta posición podemos apreciar el aspecto general de sus dos colas de agua, la más grande de unos 15 metros de altura. Aún siendo primavera y no haber llovido demasiado, el aspecto de esta maravilla natural es más que decente.
Por fortuna, las señales del sendero nos aproximan a la cascada para sentirla de cerca. El sonido envolvente del crepitar del agua y el descenso suave de la temperatura debido a su frescura provocan un efecto embriagador.
Este de aquí es el Arroyo de los Caballos que tras su nacimiento entre las cumbres de la Loma Zarzalejo y el Cerro del Hijnojar viene a precipitarse en forma de cascada.
Para continuar el sendero tendremos que vadear el arroyo valorando el mejor paso entre las piedras.
Después, en el otro margen, el perfil vuelve a ganar altura permitiéndonos otra mirada a la cascada. Seguro que en época estival estas pozas alivian los calores a más de una persona.
Salto de las Golondrinas
Por su parte, como ya hemos comentado anteriormente, el Arroyo de los Caballos se nutre de otros pequeños cursos acuíferos, como este proveniente del Puerto de las Golondrinas que aquí se manifiesta a modo de salto de agua.
Entre sus atractivos nos llama la atención cómo el carbonato cálcico ha ido tiñendo la vegetación que encontraba a su paso.
Salto de la Rejía
A continuación, progresamos por el perfil curvo del monte al cobijo de varios alcornoques hasta que el rumbo se endereza presentándonos otro de los tesoros naturales de la ruta: el Salto de la Rejía.
Ubicado en un barranco del mismo nombre, el agua se precipita por un muro que parece adentrarse en las entrañas de la tierra. Luego, cuanto más avanzamos comprobamos que la orografía se va escalonando seccionando el recorrido del arroyo en nuevas cascadas.
El salto de mayor envergadura supera los 50 metros de altura, siendo el más alto de la provincia de Málaga.
Descendemos con precaución para alcanzar el cauce de este barranco que podremos vadear gracias a una pasarela de madera. No dejan de sorprendernos las intrincadas escapatorias que encuentra el agua para recorrer estas rocas de origen ígneo llamadas peridotitas.
Viaje de vuelta por la otra cara del valle
El Salto de la Regía marca un punto de inflexión en la ruta ya que significa emprender el viaje de vuelta a Tolox. Al tratarse de un sendero circular, el regreso lo haremos por la otra cara del valle.
Por aquí, tomando mayor distancia con el Barranco de la Regía podremos dominar de un vistazo buena parte del viaje del agua hasta llegar al Arroyo de los Caballos.
Reanudamos la marcha para afrontar un intervalo de camino en sentido descendente en el que seguiremos las indicaciones de una encrucijada para incorporarnos a un zigzag en el trazado.
De nuevo, disfrutamos del flanco occidental del valle, aunque brevemente porque el serpenteo del sendero no tarda en orientarnos en dirección opuesta.
Ahora son los enebros, lentiscos y aulagas los que se suman a las especies vegetales que podemos identificar, al tiempo que vamos observando cómo la pérdida de altura nos va encajonando cada vez más en el valle.
Charco de la Virgen
Por un momento perdemos de vista a Sandra. La encontramos en un rincón oculta por la maleza advirtiendo la cascada del Charco de la Virgen, esa que veíamos desde el otro margen del valle y a la que no le daba el sol.
Ahora luce espectacular y no podemos esperar para postrarnos a sus pies. Para llegar a ella debemos continuar el sendero hasta que una nueva encrucijada nos señaliza el trazado a seguir para alcanzarla.
Por aquí tendremos que ir pegados al Arroyo de los Caballos cuyo cauce habrá que vadear en varias ocasiones. Y llega un momento en el que parece que estemos adentrándonos en la espesura de una selva caribeña cuyo objetivo final es dar con una monumento natural como este: el Charco de la Virgen.
Aprovechad las horas de luz del día en el que los rayos de sol inciden sobre esta caída de agua. Sus 18 metros de altura iluminados visten mejor este bonito escenario.
Reanudamos la marcha volviendo sobre nuestros pasos a la encrucijada y retomamos el trazado que lleva a Tolox.
Vadeamos otra vez el Arroyo de los Caballos para elevarnos a continuación varios metros sobre él y ser testigos de terrenos aprovechados por pequeñas huertas.
Luego descendemos para rebasar el Arroyo Palmarejo, uno de los afluentes tributarios de este valle. Y de nuevo, el de los Caballos, un cauce que un poco más adelante va a ser regulado por medio de una serie de diques.
Dique La Laja
Al que nosotros nos asomamos se le conoce como el dique “La Laja” y el marco natural en el que se ubica es una maravilla. Esta infraestructura ayuda a prevenir inundaciones en la zona y a asegurar el suministro de agua para la agricultura y el abastecimiento local.
Además contribuye a proteger el medio ambiente y preservar la biodiversidad de la zona. Por cierto, tampoco es un mal lugar para darse un baño.
Al dejar atrás el dique, el perfil de la ruta asciende por un terreno rocoso en el que se ha acondicionado un camino algo temerario pero que guarda buenas condiciones de seguridad por medio de una balaustrada metálica cuando se hace necesario.
En este punto, echamos un vistazo al arroyo para adivinar por un lado, el sistema de acequias heredadas de la época nazarí y por otro lado, el Balneario de Fuente Amargosa y las viviendas de Tolox.
Puentes de los Voluntarios
Para finalizar esta espectacular ruta nos restan un par de puentes para salvar el Arroyo de los Caballos. Estas infraestructuras fueron construidas en el año 2021 gracias a voluntarios de Tolox, El Burgo, Yunquera y al equipo de Volando Voy, representado por el famoso presentador y aventurero Jesús Calleja.
Es de agradecer ya que permite finalizar la jornada de una manera cómoda y accesible.
Pues nada amig@s, toca celebrarlo.
Hasta la próxima!