Pico Mulhacén
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MULHACÉN Parte I I · Refugio Poqueira – Mulhacén – Capileira


 

 
Salimos del Refugio Poqueira dirección al Alto del Chorrillo para encarar unos inicios con perfiles más suaves.

Después conectamos con el sendero GR-411a que irá dejando a la derecha las Lomas del Tanto y del Mulhacén.

A la izquierda vamos entrando en el valle que recorre el Río Mulhacén en el que se van dejando ver varias lagunas y nuevas cotas.

Encaramos la parte final del ascenso al Mulhacén por su cara oeste, con inclinaciones de terreno de más del 30%.

Una prueba de exigencia que obtiene su recompensa al alcanzar el pico más alto de la Península Ibérica, el segundo de España con 3.479 metros de altitud frente a los 3.715 del pico del Teide (Tenerife).

Descendemos de nuevo por la cara oeste y nos colocamos paralelos al curso del Río Mulhacén para acompañarlo hasta regresar al Refugio Poqueira, donde realizamos el almuerzo.

Para llegar a Capileira seguiremos el recorrido que traza la Acequia Alta para luego desviarnos hacia la Baja.

Disfrutaremos de impresionantes vistas incesantes al valle y a las cumbres circundantes de la vertiente meridional del Sierra Nevada, aunque es cierto que este tramo está muy expuesto al sol.

Finalmente, descendemos por una pista forestal a Capileira y dar por cerrado nuestro pico de los 8 que conforman el reto los techos de cada provincia de Andalucía.

Nos resta El Chullo, en Almería.

 

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Refugio Poqueira

¡Hola amig@s!

Os saludamos desde el Refugio Poqueira observando la partida de los primeros aventureros que se lanzan a culminar el ascenso al pico Mulhacén.

Salida del Refugio Poqueira
Salida del Refugio Poqueira

Con nosotros sale Rafael, todo un señor de las alturas que ya se ha hecho el pico más alto de cada provincia española, además de otras tantas correrías.

Por el Barranco Peñón Grande
Por el Barranco Peñón Grande

Rafael nos adelantará en cuanto paremos a realizar unas tomas de esta bonita mañana donde el refugio resalta entre el manto verde de las vertientes occidentales del Peñón Negro y de la Hoya de la Iglesia.

Precisamente del último accidente geográfico desciende el arroyo del Barranco Peñón Grande.

Hacia el Alto del Chorrillo

Guapo va estar, sobre todo porque hoy nos vamos a cascar más de 20 kilómetros de ruta puesto que tenemos que regresar a Capileira.

Dirección al Alto del Chorrillo
Dirección al Alto del Chorrillo

Para hacer los comienzos algo más llevaderos iremos por esta ancha pista que se dirige al Alto del Chorrillo.

La otra opción es remontar el Río Mulhacén, pero esa la dejaremos para el regreso, parece que por aquí las pendientes son menos pronunciadas al no encarar de frente las distintas lomas sino más bien rodeándolas. La nota negativa es que en principio vamos en sentido contrario al que deberíamos.

Dejando atrás la Majada de los Dalieños
Dejando atrás la Majada de los Dalieños

Por esta pista se deja ver la Majada de los Dalieños, quizá uno de los últimos cortijos que se ve por la zona a más de 2.500 metros de altitud.

Barranco del Posteruelo

Los pliegues de la orografía nos acercan a un nuevo barranco, el del Posteruelo, cuyo generoso caudal se precipita alegre por su cauce.

El agua atraviesa la pista y esto saca nuestro lado atrevido a flote. El barranco puede observarse con mejores perspectivas desde unos metros más arriba, pero aún no se llega a divisar ese tramo que parte desde los Tajos de Peñón Negro.

A continuación evitamos tomar la siguiente bifurcación que va hacia la Hoya del Portillo y giramos al norte para ir acercándonos de nuevo a nuestro objetivo.

Es una delicia caminar por este campo teñido de amarillo por la multitud de retamas florecidas.

Retamas florecidas
Retamas florecidas
Tramo campo a través

Pronto el trazado nos propone hacer otro zigzagueo pero para evitarlo y no alargar más este intervalo decidimos hacer un trecho campo a través.

Ojo porque esta opción endurece más la pendiente, con inclinaciones entre el 25% de media. Realizar este atajo nos llevará a acumular unos 140 metros de altitud en tan solo 650 metros de recorrido.

Tramo por campo a través
Tramo por campo a través

Sendero GR-411a

Con esto alcanzamos el tramo por el que circula el sendero GR-411a que agradecemos por su perfil más llevadero.

Nos incorporamos al sendero GR-411a
Nos incorporamos al sendero GR-411a

Un sendero que nos conducirá por las faldas de las Lomas de Tanto y del Mulhacén, esta última bien visible frente a nosotros.

Por aquí, salvo algunos peñascos traviesos, el camino es bastante llevadero permitiéndonos disfrutar del entorno que nos rodea. Al fondo, cerrando la sucesión de cumbres vemos el Cerro de los Machos y el Pico Veleta, de 3.327 y 3.396 metros de altura respectivamente.

Por el sendero GR-411a
Por el sendero GR-411a

Y espectaculares también son las vistas a toda esta vertiente meridional de Sierra Nevada en la que logramos identificar accidentes geográficos por los que pasamos el día anterior.

Desde lo alto de Peñón Negro se aprecia bien el Refugio Poqueira y para nuestra sorpresa, mucho más cerca, las cabras montesas que frecuentan estas latitudes, con ese pelaje marrón que las adapta para afrontar la climatología del lugar.

El GR-411a continúa progresando enderezándose al norte dejando a nuestra derecha la Loma del Mulhacén y descubriendo nuevas cotas que flanquean la depresión conformada por el Río Mulhacén.

Así, se van dejando ver las crestas de Loma Pelada y los Puntales de Laguna Larga y de La Caldera.

Vistas a los Puntales de Laguna Larga y de La Caldera
Vistas a los Puntales de Laguna Larga y de La Caldera

Tajos del Cerro

De la Loma del Mulhacén destacamos los escarpados Tajos del Cerro, los cuales se manifiestan a modo de afloramientos rocosos fracturados que se inclinan amenazantes con la proyección de sus sombras y las pruebas de algunos desprendimientos.

Ya con fantásticas vistas al valle podemos distinguir algunos estancamientos de agua provocados por la nieve, la lluvia y la erosión del terreno. Muchos de ellos tienen su propio nombre, como la Laguna del Majano o su hermano pequeño muy próximo a él denominado Lagunillo del Majano.

La guna y Lagunillo del Majanos vistas desde los Tajos del Cerro
La guna y Lagunillo del Majanos vistas desde los Tajos del Cerro

El agua deja aquí sus propias pistas para que sepamos por dónde fluye, el contraste del verde al que da vida la delatan.

Una vez que dejamos atrás los Tajos del Cerro comenzamos a hacernos la idea de que muy pronto tendremos que abandonar esta pista del GR-411a.

Último y exigente tramo de ascenso por la cara oeste

Parece que sigue otros derroteros evitando encarar la vertiente oeste del Mulhacén, justo por donde tenemos que realizar el último tramo de subida.

Bifurcación con empinada pendiente
Bifurcación con empinada pendiente

No tardaremos mucho en encontrar una bifurcación que inicia este ascenso y que nos sorprende con un cartel prohibiendo el acceso a bicicletas. Aún nos preguntamos quién será tan valiente como para afrontar  dos ruedas estas rampas empedradas a más del 30 % de inclinación.

Ganando rápidamente altura se otean dos nuevas lagunas a nuestra espalda, la de La Caldereta y la de La Caldera, esta última flanqueada por los riscos de Loma Pelada, Cerro Boto y Laguna Larga, entre otros.

Vistas a las Lagunas de la Caldereta y La Caldera
Vistas a las Lagunas de la Caldereta y La Caldera

Dos estanques de agua ubicados en el escenario de un anfiteatro de cumbres.

En el regreso nos acercaremos un poco más al pequeño pues tomaremos este ramal que la rodea por el flanco norte.

Una cima muy respetable

A pesar de lo empinado del trazado, el ascenso por la cara oeste es uno de las más asequibles para la gente de a pie como nosotros, por así decirlo, y siempre hablando en realizarlo en época estival.

Afrontar el Mulhacén en invierno y con nieve puede ser complicado y peligroso, la meteorología puede cambiar rápidamente y por muy experimentado que seas en alta montaña, te puedes llevar alguna sorpresa desagradable.

A nivel físico, si no estás acostumbrado a tener cierta actividad te puede costar un poco más, pero realizando las paradas necesarias para recuperar lo terminarás por conseguir.

También hay que tener en cuenta que nos encontramos cerca de los 3.500 metros de altura, donde las moléculas de aire son casi un 30 por ciento menos que a nivel del mar, lo que os puede afectar de diferentes maneras.

Como consejo, tomároslo con calma e hidrataros muy bien.

Cima del Mulhacén

Y nada amigos, ya estamos acercándonos a la cima, que toma el nombre de un rey nazarí de Granada, Muley Hacén, del que se dice fue enterrado en este macizo.

Llegando a la cresta ya empezamos ver las cumbres del flanco este del Parque Nacional y comenzamos a enfilarnos hacia el vértice geodésico de nuestro objetivo.

Vertiente este de Sierra Nevada
Vertiente este de Sierra Nevada
Cima del Mulhacén
Cima del Mulhacén

A 3.479 metros de altitud, el Mulhacén nos recibe envueltos en una tremenda ventisca pero eso no nos va impedir disfrutar de la cima más alta de la Península Ibérica, la segunda de España tras el Teide (3.715 metros).

Bajo el vértice hay un pequeño habitáculo donde anteriormente había una imagen dedicada a la Virgen de las Nieves a la que la gente le dedicaba ofrendas.

Nos asomamos con cuidado para deleitarnos con vistas generosas al flanco norte de Sierra Nevada donde despuntan el Pico de la Alcazaba, Mojón Alto, La Laguna de la Mosca, Juego de Bolos, Puntal de La Caldera, el Cerro de los Machos y el Pico Veleta, entro otros.

Cima del Mulhacén
Cima del Mulhacén

Al sur, ya iniciando el camino de regreso, nos abruman las vistas al valle al que tenemos que volver. Por su parte, la Loma del Mulhacén que todavía conserva algunos neveros, no nos deja ver mucho más allá que el horizonte de las Sierras de la Contraviesa y la de Lújar.

Vistas al Pico Veleta volviendo a la cara oeste del Mulhacén
Vistas al Pico Veleta volviendo a la cara oeste del Mulhacén

De nuevo en la cara oeste pero esta vez en descenso, tomaremos la bifurcación que comentamos anteriormente para acercarnos algo más a las Lagunas de la Caldera y la Caldereta.

Descenso por el Valle del Río Mluhacén

Junto a la primera, también hay un refugio (Refugio Vivac de la Caldera) para el que quiera hacer noche aquí por su cuenta.

Esquistos y pizarras dominan el firme rocoso por el que transitamos lo que nos obliga a ser precavidos con los pasos procurando en la medida de lo posible ir por el trazo limpio del sendero que a veces encontramos desdibujado.

A la altura de la Laguna de la Caldereta viramos el rumbo al sur para dejarla a nuestra izquierda e iniciar el descenso por el curso del Río Mulhacén.

Laguna de la Caldereta
Laguna de la Caldereta

Detrás dejamos los farallones rocosos Puntal de La Caldera y Laguna Larga y delante el caudal se manifiesta por momentos a modo de pequeñas charcas o lagunillas (Las Lagunillas)

 

Las Lagunillas
Las Lagunillas
Dejando atrás el Puntal de La Caldera y Laguna Larga
Dejando atrás el Puntal de La Caldera y Laguna Larga

Por su parte, estos humedales permiten la aparición de zonas verdes en los alrededores del caudal acolchando algunas partes del firme entre tanta piedra y eso lo agradecen las pisadas.

Por los agradecidos humedales
Por los agradecidos humedales

Descendemos un poco más y realizamos una pausa a la altura del Lagunillo del Majano, estanque que recibe agua desde el arroyo que baja de Loma Pelada y que al mismo tiempo deja escapar lo suyo para suplir al caudal del Mulhacén.

Como comentamos al principio, al ascenso desde el Refugio Poqueira también puede hacerse remontando este río, aunque es algo más duro que la opción que tomamos al principio.

Encajonándonos en el Río Mulhacén

El descenso avanza por un tramo algo más vertical que empieza a encajonarse en torno al río. De hecho nos acercaremos tanto a él que casi habrá que caminar sobre su lecho.

Hay ocasiones en que las distintas filtraciones y arroyos que descienden para aportar al caudal humedecen el firme, por lo que tendremos que tomar precauciones ante posibles barrizales y piedras deslizantes.

Con todo, la senda se vuelve cada vez más estimulante poniendo a prueba nuestra destreza para desenvolvernos entre estos peldaños al tiempo que endulza los sentidos con los saltos que nos acompañan alegres durante el recorrido.

En este punto nos sorprendió una hembra de cabra pyrenaica y su retoño saltando de una orilla a otra del río. Lástima que no estábamos grabando en ese momento, porque fue todo un espectáculo, pero pudimos capturarlos después cuando ya se imaginaron que no saltaríamos detrás de ellos.

Cabras pyrenaicas
Cabras pyrenaicas

Al poco,en la zona de La Lastra, el sendero empezará a despegarse del río para ir orientándose hacia el sureste. Ascendemos un pequeño repecho y por fin tenemos a la vista el Refugio Poqueira.

Separándonos del Río Mulhacén
Separándonos del Río Mulhacén

Aquí realizaremos el almuerzo y recogeremos los enseres que habíamos dejado guardados para evitar más peso en la subida.

Viaje de vuelta a Capileira

Para el viaje de regreso a Capileira tomaremos en principio el mismo sendero que nos trajo aquí el día anterior. Por tanto, volveremos a vadear el arroyo del Barranco Peñón Grande y a deshacer esos metros de ascenso que tanto me costaron superar.

Vistas a la Acequia Alta y al Cortijo de Las Tomas
Vistas a la Acequia Alta y al Cortijo de Las Tomas

La bajada nos ofrece unas vistas incesantes al valle donde muy pronto comenzamos a divisar la Acequia Alta y el Cortijo de las Tomas.

Tomando la Acequia Alta

Precisamente, para no repetir el trazado por el Río Nante, decidimos acompañar a esta acequia por buena parte de su recorrido. Para ello, una vez alcanzada, viramos por su dirección sureste.

Este canal como podréis observar, se alimenta de arroyos como este del Barranco Peñón Negro, entre otras surgencias acuíferas. Lo bueno es que no desvía todo el caudal del arroyo permitiendo filtraciones barranco abajo para seguir dando aporte a la siguiente acequia y esta última, al Río Seco.

También comprobaréis que caminar pegados a este canal no siempre es sencillo, la senda es estrecha, a veces se incomoda con piedras, barro y falsos firmes de yerba. Así que procurad ir siempre a lo seguro.

Bueno, también hay algún matorral decidido a empujarnos al agua, pero no queremos ir con los pies mojados y conseguimos salvarlo haciendo un poco de contorsionismo.

 

El siguiente Barranco a nuestro paso en el del Posteruelo, cuyo arroyo ya vadeamos esta misma mañana, pero a cotas más elevadas.

Aquí realizamos una pequeña pausa para otear el entorno y localizar algunos de sus hitos como el Cortijo de las Tomas, o el Refugio Poqueira, al que nos gustaría volver algún día. Cuanto más contemplamos esta Sierra más deseosos estamos de alcanzar sus otras famosas cumbres.

Desde luego si lo que quiere es seducirnos con bonitas estampas realmente lo consigue.

El siguiente Barranco es el del Perul donde la Acequia Alta sigue recibiendo aportes.

Esto es trabajo en equipo, por un lado la naturaleza ofreciendo sus excedentes de agua del deshielo y por otro lado, la mano del hombre que la aprovecha creando un canal con escasa pendiente que la transporta para sus sistemas de regadío.

Desde la Acequia Alta también podremos divisar el curso de la Baja serpenteando por la orografía.

Conectando con la Acequia Baja

No tardaremos mucho en dirigirnos hacia ella tomando un sendero que nos separa del canal superior.

Por aquí encontraremos un ilustrativo panel informativo donde podemos identificar las cumbres de esta vertiente sur de Sierra Nevada.

Panel interpretativo de esta vertiente meridional de Sierra Nevada
Panel interpretativo de esta vertiente meridional de Sierra Nevada

De izquierda a derecha el Pico Las Alegas, Tajo de los Machos, Loma Púa, Veleta, Cerro de los Machos, Raspones de Río Seco, Collado de la Mosca o del Ciervo y el Mulhacén. Unas vistas magníficas que seguro también disfrutan los que todavía hagan uso ganadero de unas instalaciones que encontramos a continuación, llamadas los Corrales de Pitres.

Escasos metros más tarde pasamos por el Barranco de Mecina cuya verticalidad produce una pequeña cascada. Algunas filtraciones de la Acequia Alta se dejan sentir en el camino, pero nada que suponga impedimentos en el avance.

Aunque encontramos algunos toboganes en el perfil la tendencia continúa siendo descendente, de hecho muy pronto alcanzaremos la Acequia Baja.

En la Acequia Baja
En la Acequia Baja

No seguiremos paralela a ella si no que la cruzaremos para reanudar el sendero con la pendiente más pronunciada.

En este punto, alcanzamos a ver el poblado de La Cebadilla en lo profundo del Barranco del Poqueira y parte de las infraestructuras de la Central Hidroeléctrica.

Último tramo de ruta ¡con sombras!

Uno de los inconvenientes de tomar la ruta por las acequias es la ausencia de sombras. Hoy el sol nos golpea con fuerza, por eso agradecemos estos pinares, aunque sea en los tramos finales de esta jornada.

Por aquí la pendiente es pronunciada aunque el firme mejorará pronto introduciéndonos en una ancha pista forestal a la altura de la Cañada del Reguero.

Y tan contentos ya empezamos ver los terraos de viviendas y cortijos de Capileira.

A estas alturas del día los detalles parecen que importan un poco menos.

La Acequia de Los Lugares será la última que veamos antes de finalizar estas dos etapas de la subida al Mulhacén, cronológicamente el séptimo pico del reto de alcanzar el techo más alto de las 8 provincias de Andalucía.

Capileira
Capileira

Con la mente pensando ya en conseguir el último, El Chullo, os decimos

¡Hasta la próxima!

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