Río Genal
SENDERISMO

PASARELAS del GENAL

Hoy os mostramos una de las rutas más frecuentadas del Valle del Genal, en Málaga. Nos referimos a Las Pasarelas del Río Genal, un trazado de unos 4 kilómetros cargados de exuberante vegetación que sigue el curso del río.

Los intervalos más comprometidos se han salvado con tres tramos de plataformas metálicas para facilitar el paso.

En el vídeo seréis partícipes del aspecto de la ruta antes de ser afectada por varias riadas de bastante seriedad, lo que ha obligado a las administraciones a realizar actuaciones para reparar y mejorar el tránsito por algunas zonas. No obstante, el recorrido sigue siendo el mismo.

La jornada la refrescaremos con baños en el Área Recreativa del Prado de la Escribana y en el propio caudal del río y culminaremos con un buen almuerzo en la Venta de San Juan.

Muy cerca de este lugar se encuentra Genalguacil, el Pueblo Museo, del que os aconsejamos no perderos una visita. La nuestra os la dejamos en el siguiente vídeo: GENALGUACIL, el PUEBLO MUSEO


 

 
DESCARGA EL TRACK DE LA RUTA
 
 

Valle del Genal

Nos encontramos en la Venta de San Juan, situada en el kilómetro 7 de la carretera MA-8305, en el Valle del Río Genal.

La ruta se inicia a la espalda de este buen restaurante que parece aprovechar el curso del agua del río para abastecer sus huertos.

Muy cerca hay un Camping que recibe el mismo nombre, y que dejamos a nuestra izquierda caminando por un sendero perfectamente señalizado y balizado. Y habitado, como se puede apreciar si prestamos un poco de atención.
 

 
Nuevos huertos vuelven a sorprendernos con la estupenda presencia de sus productos, al igual que otros frutos de la propia madre naturaleza, que aquí se muestra variada y frondosa, gran síntoma de una tierra que goza de buena salud.

Poco después cruzamos el cauce seco del Río Monardillo para, una vez rebasado, continuar el paso por una angarilla.

En este punto el trazado nos aleja unos metros del sinuoso cauce del Genal por un firme medianamente cómodo en algunos intervalos. Pero pronto, sumergirnos de nuevo en la exuberante vegetación de ribera nos coloca muy próximos a la orilla.
 

 
Casa en ruinas
Casa en ruinas
 

Gran Senda de Málaga y Gran Senda de la Serranía de Ronda

El panel informativo que encontramos a continuación nos informa de que estamos transitando un recorrido compartido por los senderos de gran recorrido Gran Senda de Málaga y Gran Senda de la Serranía de Ronda, esta última circular de unos 113 kilómetros que se puede realizar en 6 etapas. Nos quedamos con la copla para un futuro.
 

 

Pasarela de la Vega de la Estacá

La espesura de la vegetación casi no deja ver la primera de las pasarelas, conocida como Pasarela de la Vega de la Estacá. Tenemos que decir que actualmente, el acceso a esta plataforma metálica se ha restaurado tras sufrir severos destrozos producidos por un fuerte temporal.
 

 
El recorrido sigue siendo el mismo, pero si realizáis esta ruta ahora encontraréis puntos con algunas actuaciones para facilitar el paso, cosa que se agradece.

En cualquier caso, la precaución siempre hay que tenerla.

Descendemos con cuidado de este balcón metálico para proseguir por un fascinante, encajonado y laberíntico tramo que no hace más que describir el dibujo de los meandros del Genal.
 

 
La frondosidad es espectacular, casi parece que no quiere que sigamos avanzando. Y aunque el curso del agua lo tenemos prácticamente pegado a nuestra derecha, la pared vegetal lo convierten en todo un misterio.

Pero bueno, muy pronto lo desentrañamos, ya que el calor reinante de hoy nos obliga a ir en su busca para empapar algunas prendas y refrescar extremidades.
 

El Río Genal

El río Genal nace en una cueva de Igualeja, muy cerca del Parque Natural de la Sierra de las Nieves. En su viaje de casi 50 kilómetros hacia el suroeste para descansar en el Río Guadiaro recibe aportes hidrográficos de la Serranía de Ronda, Sierra Bermeja y Sierra Crestellina.
 

 
Por su caudal navegan peces como el bordallo, la anguila o el barbo, y también algún reptil como la serpiente de agua, aunque aquí hoy han salido todos en estampida al verme los pies.
 

Pasarela de Los Tejaderos

Reanudando la marcha, el sendero se eleva unos metros para salvar el escarpado terreno y corretear después con vértigo por lo que parece ser una vieja acequia. Luego se retira de ella para adentrarse un tramo por una auténtica galería vegetal, para metros más tarde, regresar a la estrecha vía que asoma al río.
 

 
Con precaución caminamos una corta distancia hasta alcanzar la siguiente pasarela, la de Los Tejaderos.

Recorremos este balcón metálico para luego volver a la pista de tierra que ahora colinda con el vallado de algunas propiedades privadas. Y cuando el río nos lo permite, nos gusta asomarnos al cauce para ver correr el agua y disfrutarlo desde una perspectiva más amplia.
 

Nos asomamos al Genal
Nos asomamos al Genal
 
Nos asomamos al Genal
Nos asomamos al Genal
 
El siguiente pasillo natural nos colocará frente a la Casa Rural El Manantial, una buena opción de alojamiento para disfrutar este paraje con más calma.
 
Casa Rural El Manantial
Casa Rural El Manantial
 

Pasarela de Los Limones

Reanudamos la marcha por la frondosidad de cañaverales, alisos, fresnos, hiedras, durillos, coscojas y toda una gama de vegetación de ribera que nos crea un efecto túnel casi hasta la llegada de la siguiente pasarela, la de Los Limones.

Esta será la última que encontraremos en el sendero.

Tras superarla, el camino nos introduce por un bonito intervalo plagado de chopos que en más de una ocasión nos hacen echar la vista al cielo para adivinar la altura.
 

Área Recreativa Prado de la Escribana

Finalmente, damos con una angarilla que nos sitúa en la vega del Prado de la Escribana, donde el Genal juguetea para abrirse camino.

Tras el vallado de la Finca de La Escribana, llegamos a un Área Recreativa donde hay una apetecible charca que no dudamos en probar. En esta vega también confluyen las aguas del Río Almarchal y del Arroyo del Infiernillo, que con sus aportes ayudan al Genal a llegar al Guadiaro.
 

 
Hora de darse el chapuzón, y de hacer el viaje de vuelta.

En la antigüedad, el Prado de la Escribana fue usado como descansadero y abrevadero para todos aquellos que tomaban las rutas de los viejos caminos del Bajo Genal.

Un poste indicativo nos señala Genalguacil al este, un pueblo que visitamos y que os recomendamos encarecidamente. Pero tenemos que volver al punto de inicio, a la Venta San Juan, pues se nos hace muy tentador comer allí.

No obstante, previamente, una pequeño rana que casi borramos del mapa con una pisada al no verlo al estar en mitad del sendero, nos mira con ojitos para que probemos una última vez las aguas del Genal.

Y eso hacemos, esta vez en un entorno menos manipulado por la mano del hombre.
 

 

Ahora a la Venta San Juan, a celebrar la ruta realizada como se merece.

Hasta la próxima!

 

 

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