MARISMAS del ODIEL – BOTA – P.UMBRÍA

 

 

En esta jornada nos vamos a Huelva para realizar una sencilla ruta que transcurre en su mayoría por un carril bici que atraviesa en su primera parte las Marismas del Odiel. La riqueza de este enclave natural han permitido declararlo Paraje Natural de interés Nacional, y Reserva de la Biosfera (UNESCO).

La segunda parte del carril nos conducirá a la Playa la Bota, una preciosa playa onubense que decidimos recorrer por su orilla para acercarnos a Punta Umbría. Finalmente, recompensaremos el esfuerzo dando gusto al paladar en uno de los chiringuitos de la zona..

 

 

Estamos en Huelva, en su puerto, muy cerca de los astilleros que tendremos que perfilar para iniciar una bonita y sencilla ruta que transcurre en su mayoría por un carril bici hasta la playa de la Bota. Nosotros empezamos desde el centro comercial AQUALON. Para enlazar con el carril bici solo tendremos que seguir la Avenida de Enlace hasta dar con ella al inicio del Puente Sifón Santa Eulalia.
 

Este puente se inauguró en el año 1969 para poder cruzar el río Odiel y sus islas hasta la población de Corrales. Mide unos dos kilómetros de longitud, siendo durante muchos años el puente más largo del país. En 1993 se construyó un segundo puente para acometer la alta densidad de tráfico.

A la izquierda vamos dejando los astilleros y el Muelle de Tharsis. Este último se inauguró en 1871 para cubrir, entre los siglos XIX y XX, el transporte de minerales desde la Cuenca Minera de Huelva hasta este embarcadero.

Avanzamos por el puente divisando pescadores que aprovechan las aguas del Río de Aljaraque, el cual, conecta con el estuario del Odiel.

Finalizamos el puente descendiendo y girando a la izquierda, yendo paralelos a la carretera denominada Dique de Contención de Arenas Príncipe Juan Carlos I. Aquí, cruzaremos por un puente más pequeño el Río de Aljaraque. Posteriormente cruzaremos esta carretera para continuar por el carril bici.
 

 
El siguiente tramo transcurre por la isla de Bacuta. Este terreno se ha aprovechado durante la historia como vivero de peces, depósito de material explosivo o para establecer salinas industriales. Este último propósito es el que permanece hoy día.
 
 
Continuamos remontando el Río de Almonte, uno de los muchos canales, caños y esteros que drenan y posibilitan la existencia de la marisma. Unos humedales que proveen de multitud de nutrientes que aprovechan distintos grupos de aves acuáticas.

Un rico ecosistema marismeño que también puede ser disfrutado en un plácido paseo en kayak.

El carril bici hace ahora de franja limítrofe entre el Río de Almonte a la derecha, y la Calatilla de la Bacuta, a la izquierda. En esta última hay un sendero que se adentra en la marisma, dotado de un itinerario ornitológico en el que se pueden observar distintas colonias de aves, como la espátula.
 

 

 
Abandonamos aquí la zona más húmeda de la marisma para adentrarnos en el entorno forestal del Paraje Natural. Este carril es multimodal, es decir, está frecuentado por viandantes y otros ciclistas, por lo que es aconsejable tomar precauciones para facilitar el paso.

La primera parte de este tramo va paralela a la Autovía A-497 que lleva a la localidad de Punta Umbría y como se observa su señalización es excelente. Su perfil, prácticamente llano la hace accesible tanto para adultos como a niños.
 

 
La vegetación predominante es el pino piñonero con algún eucalipto disperso y en ciertas ocasiones la frondosidad hace un paréntesis para asomarse de nuevo a la marisma.
 

La vía está equipada también con áreas de descanso que harán las delicias de aquellos que necesiten algo más de pausa.
Una salida de la autovía nos hace dar un pequeño rodeo para salvarla pero pronto volvemos a ponernos paralelos a ella.
 

Poco después en la Salida 9 dirección El Portil, El Rompido, Cartaya, el carril sigue la dirección de la carretera A-5058, hacia el Camino de Malpica. Cruzamos la Autovía y nos situamos en el flanco derecho de ésta.

Desde el paso a nivel superior podemos echar la vista atrás y tener otra panorámica de las marismas. En esta ocasión se dejan ver algunos flamencos.

Ya, paralelos a la Autovía por su derecha, el perfil dibuja algún tobogán en el trazado que puede exigirnos un poquito de esfuerzo. Nada que no podamos superar. Después el carril toma la dirección de la carretera A-5051, ahora sí rumbo a la playa de la Bota.
 

 
Esta carretera tendremos que cruzarla posteriormente con mucha precaución para pasar al otro lado. Algunos metros más tarde realizamos un suave descenso para aproximarnos a la costa. En el camino divisamos el Camping Playa la Bota, todo un lujo a los pies de esta bonita playa onubense.

Ojo también a la hora de cruzar la carretera costera A-5052 para acceder a este arenal. Nos asomamos a la orilla y viendo que la marea está baja, aprovechamos el terreno compacto para disfrutar de un agradable paseo acompañados de la brisa marina y el romper de las olas. A ver si cogemos un poco de color, que falta nos hace.
 



 
La playa la Bota tiene casi 4 kilómetros de longitud y una media de 35 metros de anchura. Dispone de varios chiringuitos en los que degustar una gastronomía onubense de calidad. Todavía no es verano, época en la que es bastante frecuentada, así que para nosotros es un lujo poder rodar libremente por este magnífico espacio.

Un día estupendo, de esos por los que llaman a esta costa la Costa de la Luz.

Nuestra idea de ir por la arena era llegar al espigón de Punta Umbría pero poco a poco la marea empezaba a subir y el firme ya no estaba tan compacto. Decidimos darnos la vuelta para finalizar la jornada en  algún chiringuito para almorzar, como el Chiringuito Der Matías.
 

Unos tomatitos aliñaos, unas coquinas, pulpo e incluso unos choquitos, aunque a estos últimos no nos dio tiempo a grabarlos.
Con las energías cargadas emprendemos el camino de vuelta por donde hemos venido disfrutando de la luz de la tarde y del buen sabor de boca que nos ha dejado esta ruta.
 

 
Hasta la próxima!